Aferrarme a ti [Trilogía murderous family I] ✔

🔰Capítulo 18: Su perfume🔰

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🔰Nathalie🔰

Ya hace un mes desde la muerte de Enzo. Sophia y yo nos embriagamos con chocolate y helado aquel día. Fue horrible ver el cuerpo de Enzo, él era increíble y... bueno, ya quiero olvidar eso.

En este mes pasaron muchas cosas; una muerte, una reconciliación y una pelea. No me hablo con Matias desde hace dos semanas tras una discusión de "celos", según Sofi, que le dio por verme hablar con Martín; alguien que conocí el día del entierro. Era uno de los amigos de Enzo.

Desde ese día, ahora desayuno en una cafetería, con tal de no verle la cara.

Ya casi es la medianoche y le pedí a Samy que me traiga la cena a la habitación porque hoy, la verdad no tengo ganas de salir. Sophia no está en casa porque se fue a cenar en casa de Alex, por lo que he visto no se le puede rechazar una comida a esa familia.

Yo no fui porque no quise, no quise ir a algo así, sorry.

Viendo la hora que es, supongo que Sofi no dormirá aquí. Mis padres llegan mañana y según ellos solo para pasarse el día de mi cumple aquí, eso significa que no durarán mucho.

Se abre la puerta sacándome de mi nube teórica y por ella entra Samy con lo que se supone que es mi cena y la pone en mi escritorio.

—Aquí está lo que pidió señorita— me da una sonrisa y espera a que diga algo.

—Nathalie... así me llamo— le digo eso porque no me gusta que me hable como si yo fuera una princesa y porque yo la quiero como si fuera mi propia madre.

—Si señorita Nathalie— dice con algo de vergüenza.

—¿Cuál es su película favorita?

¿Qué?

—Su película favorita— digo con una sonrisa, luego le hago una seña para que hable.

—Amm... amor y otras adicciones, ¿por? —wou, esa me gusta.

—Es buena— tuerzo la comisura de mis labios hacia abajo antes de decir esas palabras

—Lo sé.

—Pues entonces busca palomitas o mejor pedimos pizza, mejor la pizza— me rasco la barbilla en un gesto de pensamiento—. Tú ve y trae refresco, mientras yo pido la pizza y pongo la película.

Ella abre los ojos super asombrada sin creer lo que le estoy diciendo. No creo que sea malo compartir con una adolescente.

—¿Veré una película con usted? —ya va.

—¡Que soy una niña apenas, dime Nathalie o Naty!— le exclamo en un susurro alterado lanzándole una de mis almohadas— Usted puede ser mi madre, tráteme como a una hija, como si fueras mi nana ¿ok?

Ella sonríe.

—Está bien querida.

¡Sii! Soy muy querida.

—Bien, ahora busque los refrescos y si Matias le pide algo, dígale que lo haga él y suba aquí lo más pronto posible, ¿vale?— le ordeno con burlona y me levanto para coger mi queridísima cena.

—Está bien, ya vuelvo— dice entusiasmada antes de irse. 

Es hermosa y no parece que tuviera sus treinta y tantos. Y yo que apenas ando por mis años de "juventud", parezco hermana de mi madre. Que triste la vida ¿he?... que triste. 

Después de pedir la pizza y poner la peli en pausa, me termino mi ensalada de frutas y mi jugo de cereza. Aún tengo hambre, pero con la pizza me terminaré de llenar, o bueno, ojalá. Por Dios ¡¿por qué amo tanto la comida?! Aunque a veces la detesto al pensar en esas personas que no la tienen. Es terrible.