Aferrarme a ti [Trilogía murderous family I] ✔

🔰Capítulo 30: Asesino🔰

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=¿Gran final?

🔰Nathalie🔰

—¿Y bien? ¿Por cuánto te quedarás?— muerdo una manzana después de preguntarle a Naye.

—La verdad, no lo sé, primero buscaré trabajo y después buscaré un depa, no pretendo quedarme mucho tiempo.

—Pero sabes que te puedes quedar lo que quieras ¿no?— le respondo.

Ella se ríe y se recuesta en la alfombra que está extendida debajo de mi cama.

—Me gustan las fiestas, así que quiero vivir en un lugar donde no haya reglas y lamentablemente la señora y el señor Méndez son un conjunto de reglas que se me hará difícil seguir en estos días.

—Bueno, yo ya me acostumbré— habla Sofi esta vez quien amamanta a su pequeño.

Un extraño sonido me distrae así que me levanto de la cama y camino en dirección a la puerta de mi habitación. Unos tacones se escuchan fuera, como si alguien estuviera caminando de un lado a otro y sin parar.

Paso miradas con Sofi y Naye, las cuales se encogen de hombros y abren sus enormes ojos. Abro la puerta con cuidado y al abrirla me encuentro con el fino cuerpo de mi madre, caminando de un lado a otro mientras se mastica las uñas y balbucea algunas palabras.

—¿Mamá?

Ella se detiene y posa su mirada en mí.

—Hija.

—¿Qué pasa? ¿Qué haces aquí?— le pregunto porque no la esperaba hoy.

—Debemos hablar, ¿Matias está aquí?— su voz suena algo curiosa y nerviosa, parece asustada.

—No, o sea, llegó hace unos...

—Hace unos días, lo sé— termina ella.

—¿Cómo es que lo sabes?— cierro la puerta y camino para ponerme frente de ella.

Está rara.

—No sé por dónde empezar, pero no lo quiero más en esta casa, aún no sé cómo es que no lo he denunciado— ella se adelanta a las escaleras y empieza a bajar mientras yo la sigo.

—¿Por qué? ¿Mamá qué está pasando?

Bajamos a la oficina de mi padre y al entrar mi madre cierra la puerta con seguro.

—¿Qué es lo que pasa?— vuelvo a decir.

—Todos sabemos que Matias está obsesionado contigo— ella respira hondo y se pasa las manos por la cara.

Su nerviosismo me pone nerviosa a mí también, ¿por qué dice esas cosas?

—Diría que sí, pero no tan así.

—Esa palabra le queda pequeña— ella empieza a buscar algo y extiende un papel blanco frente de sus ojos para ver el contenido y finalmente me lo pasa—. Es un documento de la escuela en donde Matias estudiaba, eso es de hace 15 años. Son todos sus reportes.

Miro el formulario y este tiene diferentes tipos de reportes: la primera dice que Matias agredió a uno de sus compañeros los cuales se retaron a duelo después de la escuela, el chico salió con una fractura en el brazo izquierdo por el asunto. Otra dice que Matias agredió sin ningún motivo a... todas las demás indican lo mismo.

Pero él ni siquiera era de aquella escuela.

—Esto...— digo buscando una respuesta en la cara de mi madre.