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Christopher acompañó a Erick y a su madre al hospital, se quedó junto a su novio todo el día, y entre las vueltas que tuvieron que dar, comenzaba a atardecer cuando finalmente pudieron volver a casa.

La señora Daysi le ofreció a Christopher llevarlo hasta su casa, pero Erick se negó, pidiendo con señas que el chico se quedara con él mientras se acurrucaba más sobre su novio.

La señora Daysi no podía decirle que no a su hijo, así que llamó a la madre de Christopher para decirle que se quedaría con ellos.

Por la noche, Erick con su pijama, una muñequera azul que le recomendaron no quitarse salvo para bañarse, y Christopher con ropa cómoda, permanecieron un rato hablando, frente a frente, lo suficiente cerca para poder hablar en susurros y escucharse perfectamente. (Bien, sólo Christopher hablaba es susurros, pero para ellos era una conversación baja).

— Todavía no le he dicho a mis padres de lo nuestro— murmuró Christopher, con lo que Erick puso ojitos de perrito, que le partieron un poco el alma.

"¿Les dirás?"

— Estoy esperando el momento— dijo—. No quiero tener que reunirlos, sentarnos en la mesa del comedor y decirles que me gustan los chicos... Bien, que me gusta un chico, que estoy enamorado de él y que corresponde con mis sentimientos por lo que somos la mejor pareja del universo— Christopher sonrió, provocando a Erick sonreír también, sumado a que le habían parecido las más lindas palabras.

Erick asintió, comprendiendo.

— Temo que no sean comprensivos, como tú familia— continuó Christopher, ya más serio—. O como Christal, a ella sí le dije.

Erick asintió, emocionado, pidiendo que continúe.

— Me pidió ser la madrina de boda— Christopher rió un poco—. Y de todos nuestros hijos.

Erick rió, el corazón de Christopher explotó un poco de ternura.

"Ya tenemos una larga lista de padrinos y madrinas" escribió Erick.

— Tendremos que hacer muchos niños para satisfacer a todos— Christopher sonrió de forma pícara.

La sonrisa de Erick flaqueó un poco.

"¿Tú quieres tener hijos?" Preguntó.

Christopher se encogió de hombros.

— No es algo que me muera por tener, pero me gustaría, algún día.

Erick tardó un momento en reaccionar, mirándolo con algo que pareció pena, hasta que tomó su bolígrafo y escribió.

"Sabes que los hombres no pueden tener hijos entre ellos, ¿No?" 

Christopher se sintió un poco mal por Erick.

Desde que lo conoció, el chico siempre fue inseguro, no sabía el por qué, pero él permanecía a su lado para decirle todas sus certezas.

Aunque con frases como esas, Christopher se planteaba si Erick dudaba de su relación.

Christopher se acercó un poco más a él.

— Siempre se puede adoptar, Erick. Además, como dije, no es algo que me muera por tener. Puedo ser feliz con o sin ellos, mientras te tenga puedo ser feliz incluso con nada.

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Mute ~ Chriserick Donde viven las historias. Descúbrelo ahora