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—Pequeño, ¿Tienes todo?

Ese día se irían rumbo al campamento que tanto había insistido Christopher, hasta que convenció a ambos Colón, con algo de ayuda de sus dos amigos y el mismo director de su escuela, quién con toda su carisma había logrado que la mujer aceptara dejar a su hijo (lo que resultó en la parte más difícil).

Erick sólo asintió, ya cansado de responder esa pregunta por al menos quinta vez.

— ¡Erick! — habló Christopher, haciendo que los dos lo miraran—. Te olvidas algo.

— ¡Te lo dije, niño! ¿Qué harías si Christopher no se acordará de-?

— No me diste mí besito de buenos días— Christopher hizo un mohín.

La señora Daysi comenzó a reír a carcajadas, y Erick se puso muy rojo, frunció el ceño con ganas, su madre no tenía que saber (o ver) los besitos matutinos de ambos.

Viendo que Erick no tenía intención de responder a sus demandas, Christopher lo atacó con cosquillas, y por más que el mudo lo golpeó para que se alejara, el rubio no le hizo caso.

Luego de un rato, se detuvo.

— ¿Ahora me darás mí besito?

Erick lo miró completamente enojado, levantándose del sillón, comenzó a caminar hacia su cuarto.

Christopher se apresuró en ir hacia él, atrapando su cintura en un abrazo cuando apenas había llegado al primer escalón, rumbo hacia el primer piso.

— Bien, Eriiick, lo siento— el chico mudo no dió señales de tener intenciones de siquiera verlo—. No te gustan las cosquillas.

Erick negó, reafirmando lo que había dicho su novio.

— No te haré cosquillas de nuevo, ¿Me perdonas? — por más que no lo pudo ver, Christopher hizo un puchero.

Erick se volteó para mirarlo con algo de diversión en los ojos, Christopher no separó el abrazo.

El escalón hacía que tuviera que ver hacia abajo, por primera vez, Erick sé sintió más alto.

Con una sonrisa, el mudo se inclinó hacia él para besarlo, con lentitud, movimientos suaves y lleno de amor.

Las manos de Erick fueron hacia las mejillas de Christopher, acariciándolas, provocando una sonrisa en el mayor.

Una repentina luz los hizo separarse, cortando (arruinando) todo su beso.

— ¡Mierda! — la señora Daysi insultó sin querer—. Tenía activado el flash.














Mute ~ Chriserick Donde viven las historias. Descúbrelo ahora