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— ¿Segunda luna de miel y siguen sin llevarnos? — preguntó Yoandri, con una mueca molesta en el rostro—. Ya no sé qué es eso de los amigos...

— Te abofetearía— dijo Christopher, con tanta seriedad y tan directamente que hizo a Erick y a Joel reír.

Pero Yoandri sólo le hizo burla y lo ignoró, comenzó a caminar más rápido, alejándose de ellos.

— Ya, Yoyo— habló Joel, al ver que su chico seguía ignorando a Christopher—. No lo invitaremos a nuestra luna de miel y listo.

Yoandri sonrió ante esa idea.

— La venganza es dulce— dijo el castaño—. Como la miel— hizo un giño esperando que sus amigos captarán su pésimo chiste, aunque los tres permanecieron con la misma expresión monótona.

— Joel, haz que haga silencio— rogó el mayor—, no sé bésalo más y muérdele la lengua.

Yoandri golpeó el brazo de Christopher, para que dejara de decir estupideces
El castaño abrió sus brazos, sin saber qué hacer.

— Cuando pueda pararme lo callaré con un beso, hasta entonces, soportarlo— dijo, y tiró de sus ruedas para avanzar un poco más, hasta quedar junto a su novio.

Christopher suspiró.

— Estoy muy viejo para la secundaria— murmuró, sólo Erick pudo escucharlo, porque los otros dos estaban más alejados—. Por más que sea un pesado... Yoandri se hace querer.

Erick sonrió con ternura por la confesión del mayor.

— Pero no te pongas celoso, que te quiero más a ti— Christopher pasó un brazo sobre los hombros de Erick, revolviendo sus cabellos hasta que el pelinegro lo empujó para liberarse.

— ¡Christopher Vélez, nada de peleas en mí escuela! — habló Kevin, haciendo su voz más grave de lo normal para asustarlo, mientras aparecía por su espalda.

El mayor sólo le dedicó una sonrisa sarcástica.

— Habló el que hace trampa en el Uno y luego amenaza con los puños— murmuró Christopher.

— ¿Suena a que sigues enojado por perder?

— Cualquiera puede ganar si tienes todos los sumas cuatro, idiota.

— ¡Nada de insultar al director! — gritó Yoandri, caminando de espaldas para mirarlo.

Kevin chasqueo sus dedos, señalando al castaño.

— Tiene razón, más respeto a tus mayores— dijo, mirando a Christopher, se volvió hacia Yoandri, estirando su mano para chocar los cinco con el chico—. ¡Diez puntos para Gryffinyoyo!

Christopher los miró con el ceño fruncido, y una mueca de disgusto en su rostro.

Erick rió suavemente por la expresión de su novio, ese dulce y tierno sonido fue captado por el mayor, quién se volvió para mirar su linda sonrisa, sin poder evitar que se le contagie.

Tomó la  mano de Erick, acariciando su dorso con su dedo pulgar.

— ¡Ya se pusieron tórtolos, corran! — anunció Kevin, refiriéndose a ellos dos, se ganó una mirada enojada por parte de Christopher.

Yoandri vió las manos unidas de la pareja y soltó un grito de miedo que hizo voltear a varios en el pasillo, y Joel frenó en su silla.

— ¿Pero qué mierda te-?

— ¡Corre, es contagioso! — dijo, dramáticamente, tomando el manubrio de la silla de Joel y saliendo corriendo, tirando del otro sin importarle los insultos y pedidos del menor para que parara.

Christopher abrió sus brazos, sin saber qué mierda había sido eso, el ruido de la risa de Kevin hizo que tanto él como Erick lo miraran.

— Por eso le va tan bien en teatro— comentó el director.

— En teatro sólo hay raritos— murmuró Christopher, Erick asintió levemente.

— Hablas como si fueras normal, Christopher Vélez— comentó el mayor, de golpe pareció recordar algo y comenzó a reír de nuevo—. Tengo un vídeo tuyo besando al rarito.

Christopher escondió su rostro con la mano que tenía libre. 

— No me lo recuerdes, mí madre me encerró por ese video.

Kevin se encogió de hombros.

— Si a esa mujer no le gusta el amor que se aguante— dijo.

Revolvió los cabellos de Christopher, haciendo que todo su peinado se desacomodara.

— Wow, en serio está hecho un asco, ¿Por qué no vuelves al negro? — comentó.

— Cállate— masculló el mayor, intentando acomodar su pelo sin mucho éxito.

No se dió cuenta cuando Kevin se fue, pero supo que sus insultos bajos habían sido en vano.

Erick seguía a su lado, mirándolo con expresión graciosa, mordiendo su labio para aguantar una risa.

Christopher dejó su cabello para tomar por sorpresa las mejillas de Erick y apretarlas, el pelinegro se apresuró a empujarlo para liberarse, pero sus mofletes ya estaban rojizos  por el apretón.

Hizo un mohín, frunció el ceño, mientras se frotaba sus adoloridas mejillas.

— Chris— murmuró, mirándolo con enojo.

— Si te vez tan adorable no puedo resistirme— se excusó el mayor, rodeó su cintura para evitar que se vaya, apretando cuando Erick intentó apartarse—. Nop, no irás a ningún lado, bebé— dijo el mayor, negando, lo alzó un poco para llevarlo hacia la pared del pasillo, aprisionado al pelinegro.

Erick supo que no tenía escapatoria, así que se rindió con un suspiro.

Christopher rió con ternura, soltó el abrazo para poder llevar sus manos a las mejillas de Erick, acariciándolas.

— Lo siento— dijo, sintiendo que estaban calientes, aún por el apretón—, te compraré un helado para compensarte.

Erick sonrió, asintiendo.

Christopher lo besó con lentitud, Erick respondió con gusto, fue por apenas un momento, pero el beso había calmado a ambos, y se miraron directamente a los ojos con toda la paz del mundo.

— ¡Nada de besuqueos en los pasillos!— Yoandri habló con voz grave detrás de Christopher, haciéndolo saltar.

— Corre por tu vida— murmuró Joel, divertido, y el castaño le hizo caso, volviendo a correr por los pasillos, aunque están vez, seguido por Christopher, quién ya estaba cansado de su amigo.



















Mute ~ Chriserick Donde viven las historias. Descúbrelo ahora