Almas Gemelas (Saeyoung ×MC) [Terminada]

X

Al día siguiente

Con MC

La joven bostezo y termino de ponerse su uniforme.

—Estúpido Ray —el día anterior, gasto demaciado dinero cumpliendo el capricho de su pareja comprándole varios botes de helado.

No le hubiese importado si le hubiera compartido, pero no fue así.

Ray se comió todos sin darle un poco.

Lo peor de todo fue que ni siquiera la dejaba hacer su tarea, cuando se aburrió se fue de la casa y eso fue a las dos de la madrugada.

(...)

MC guardo sus cosas en el casillero y lo cerro.

—Solo aguantalo un poco más MC, cuando tu padre este lejos de ellos será tu oportunidad.

—¿Qué tanto murmuras? —miro de reojo a la pelirroja que la veía con una sonrisa gatuna.

—Palabras.

—Hay demaciada sabiduría en esa cabeza.

—Ajá, ¿qué necesitas Mary? —dijo, mientras apretaba el puente de su nariz y suspiraba.

—Venía a saludar, pero te vi tan concentrada que decidí no meterme.

—Y lo hiciste.

—Me aburrí —alzó los hombros.

Quedaron en silencio unos segundos, la castaña meditaba sobre le quería decir.

—Oye Mary.

—Mande.

—¿Por qué estas tan apegada a mí? Cuando entraste fue porque te invite algo, ¿y ahora?

—Quiero ser tu amiga.

—Claro —dijo para sí misma y asintió ligeramente—. ¿Sabes?, sospecho de ti.

—¿De mí? ¿Acaso hice algo para ganar tu sospecha? —pregunto con inocencia y poniendo su mano en su pecho, dandole un tono ofendido.

—Es algo que no entenderías. —negó y se dio la vuelta, dandole la espalda—. Me adelantaré.

La castaña se dirigió a su salón dejando a Seven mirando el piso mientras sonreía.

—Pensé que iba a ser más facil —alzo la vista y se estiro—. Será bastante entretenido.

(...)

El joven golpeteaba la mesa con su lápiz mientras veía al profesor dar su clase.

MC lo miraba de reojo, si Ray le dijo que se alejara de ellos, era por dos razones...

La primera; son traidores.

O la otra: enemigos del albino.

Pero le causaba dudas Mary, ¿por qué después de que llegara, aparece de nuevo Ray?

Ella y Yoosung hablan de un tal "Seven".

—Señorita MC.

—¡Si! —se puso de pie debido al susto, haciendo reir a algunos.

—Deje de mirar a su compañera y ponga atención —varias personas comenzaron a murmurar cosas y la miraban de mala manera.

—Disculpeme... —volvió a sentarse y fijo la vista en su libro, intentando discimular la verguenza que sentía.

¿En que momento se le quedo viendo demaciado a la pelirroja? Comenzó a sentir su rotro calentarse.

Luciel la miro mientras se recargaba en su palma y sonreía.

«Me causa intriga»

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Marintia-chan