ME MUERO POR CONOCERTE II

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La noche se hizo fría y la fogata poco a poco se extinguiría, la abrazó más contra su cuerpo envolviendo ese tiritante cuerpo, abrazar daba calor innumerables veces paso sus manos por su rostro sin sentir el menor cosquilleo cosa que era diferente si lo hacía con su frente o sus labios la sensibilidad hacía que sintiera galopar a su corazón quedó dormido con ella en brazos más cerca de lo que podían aun así anhelaban más, al menos el quería más de ese ardor en cada parte de su ser, sintió la pequeña boca con su nariz y cambió el ángulo de sus caricias para explorar con sus labios lo que sus dedos y ojos no podían, el aliento y respiración de la pequeña chocaban de lleno contra su rostro el haría algo impropio pero necesario iba a invadir esa pequeña boca con la suya y a tan sólo un par de centímetros...

-Beep Beep Beep... - el maldito despertador y otra vez ese sueño desde hace algún tiempo soñaba con un fulgor, no eran tan claros pero día con día lo dejaban más confundido, Hyakkimaru fue a la cocina por un vaso de agua mientras que en su mente trataba de relacionar sus sueños cada vez más extraños, dejó de pensar en ello al ver la hora 07:00 am llegaría tarde si no se daba prisa pero el era la máxima autoridad el podía quedarse en casa si así lo decidía, se tomaría su tiempo.

Me pregunto ¿quién eres? Aunque en mis sueños seas solo una silueta llena de luz y tu voz la más dulce que haya escuchado hasta ahora quisiera saber si esto es obra del destino o que rayos está pasando, porque no puedo verte

Quisiera conocerte...

Abandonó esos pensamiento y revisó su computadora -Vaya más juntas de inversionistas, quizá contrate a alguien para que haga eso... - Hyakkimaru era un joven empresario de un agencia de modelos GOLDEN AGENCY a sus 26 años heredó la empresa de su padre adoptivo, el joven era un profesional en administración de empresas y su imagen se hizo pública al salir en una revista, era un hombre sofisticado y atractivo muy alto e imponente incluso más que los mismos modelos de su agencia, quizá por ello es que también su empresa ahora acaricie la cima del éxito, su vida sentimiental muy simple nunca se le ha visto con nadie y es que estaba confiado en que el destino le pondría frente a frente con esa alma que lo seguía y cuidaba entre sueños vislumbrando un par de vidas pasadas y enterradas en el tiempo

Ya todo listo y luciendo impecable se dirigió a la empresa en Tokio, en la misma ciudad una bellísima e inocente joven de 18 años estatura promedio, cabello largo y negro de silueta delgada, llegaba a reclamar su beca en la Universidad más famosa y distinguida, ella no era de clase alta como los que asistían a ese campo pero era muy tierna e inteligente, su pasado la a hecho una niña fuerte y determinada, quedar huérfana a los cinco años marcó su vida en un antes y un después, desde ese momento el gobierno se hizo cargo de ella y los bienes de sus padres los reclamará al cumplir la mayoría de edad, y ahora ha decidido convertirse en la mejor doctora.

Desde ese después en su vida ella también había sido atacada por pesadillas y a veces dulces sueños, a diferencia de Hyakkimaru ella si podía ver el rostro de su protector conocía su inexistente voz y siempre trataba de llenar los vacíos de ese compañero suyo de alguna manera llegó a conocerlo mientras confundía sus sueños con la realidad confiaba en que el destino, quería creer que este no era tan cruel como su pasado, quería creer que ya sufrió y ahora solo le esperaba dicha y felicidad, quizá si o quizá no, por el momento el dinero del seguro de vida de sus padres fue administrado por un orfanato que hasta ahora veló por ella, en el lugar las monjas cuidaron de ella con mucho cariño, en su mano sostenía un papel con la dirección donde se iba a alojar, tomó un taxi y llegó, que bueno que era un departamento amoblado así que solo ubicó su ropa desde mañana comenzaría sus clases, encontró un trabajo medio tiempo en un lujoso restaurante donde la paga era muy buena, debería trabajar hasta muy entrada la noche.

Así paso unas dos que tres semanas Dororo acostumbrándose a la ciudad, a su trabajo disfrutando de poder estudiar, mientras que Hyakkimaru intentaba inútilmente descifrar las señales de sus sueños quería saber quién se encontraba tras esa espesa niebla blanca, de quien era esa dulce voz que lo llamaba, quien era la dueña de esa cálida sensación que le abrigaba el cuerpo, lastima que era solo en sueños, y es que moría por conocerla el también se aferraba a la frágil idea de que ella fuera real y esperaba por el así como el a ella, aunque el podía tener a cualquier mujer a sus pies ninguna era ella, estaba seguro que en sus sueños podía reconocer su aroma embriagante, ninguna como ella.

Esta era una de las noches en las que cerraría un importante negocio con sus inversionistas así que se arregló su muy elegante smoking negro revisó la hora y aún le quedaba tiempo, su chófer estaba esperando, pero él decidió que iría por su cuenta tomó las llaves de su MERCEDES-MAYBACH, uno de los autos más costosos del mundo acorde para alguien que debe lidiar con las cámaras y muchos reportajes de farándula, salió de su mansión y los reporteros ya estaban atacandolo con una lluvia de flashes, al mismo tiempo salieron los dos autos con rumbos diferentes, Hyakkimaru sonrió complacido, la mitad de sus problemas iban tras su carnada, y el estaba más tranquilo ahora.

Dororo apenas había llegado a tiempo a su trabajo, el gerente le encargó la reservación de la mejor mesa en una zona apartada todo debía lucir impecable como siempre, aunque ella no sabía muy bien de este tipo de eventos haría su mejor esfuerzo por complacer a su jefe, su restaurante siempre fue el lugar preferido de los más altos empresarios para un cierre de negocios, el restaurante era predilecto por contar con guardias que detenían el paso de fastidiosos reporteros era un lugar tranquilo y perfecto para un momento ameno.

Los primeros inversionistas llegaron ella muy amable atendió a los clientes recibiendo uno que otro halago por su belleza y carisma, los 4 representantes de empresas famosas habían pedido la mejor botella de champagne ella demoró un poco debía estar a 12 °C temperatura perfecta y refrescante, esas pequeñas cosas y giros inesperados del destino son los que hacen más emocionantes los reencuentros, las primeras veces, los roces, como sea, Hyakkimaru ingresó a la mesa para iniciar la cena, Dororo llevaba la bebida y justo a menos de un metro una de sus compañera la detuvo.

-Esas no son las copas para la champagne- la otra muchacha susurró algo desesperada -estos clientes son muy quisquillosos, déjame tomar tu lugar... - la joven recibió la bandeja y juntas fueron por las copas correctas.

-No lo sabía lo siento... - dijo Dororo apenada y algo cabizbaja con casi todo su fleco sobre sus ojos.

-Tranquila...mira puedes ocuparte de la mesa 6 en el primer piso... - dijo la otra.

-Si muchas gracias... - desvío su camino para continuar con su trabajo.

La noche siguió igual de aburrida como siempre para Hyakkimaru que no hacía más que asentir y dejar que su asistente respondiera por el, siempre fue muy frío y silencioso eso lo hacía ver como un hombre calculador y determinado, una vez concluido el contrato se despidieron de los ahora socios para dirigirse a la salida, el gerente ya estaba en la puerta principal junto a las más bellas meseras que se habían quitado el delantal para ser protocolo del restaurante entre ellas estaba Dororo muy sonriente mientras hacían todas una reverencia, ya para salir Hyakkimaru los flashes se encendieron los guardias no pudieron hacer nada pues estos reporteros estaban camuflados como clientes, esto hizo que ella no pudiera ver al dueño de sus sueños y siento de suspiros anhelando sentir la protección de sus brazos, entró al lugar para tomar su cartera y abrigo y salir de allí, la gente hizo un alboroto y sin querer chocó de espaldas con el empresario más famoso.

-Lo siento... Lo siento... -ni si quiera alzó la vista de la vergüenza solo salió corriendo del lugar en busca de un taxi rezando para que su jefe no la despidiera por chocar con uno de sus clientes.

Hyakkimaru quedó petrificado al escuchar esa voz, malditas cámaras que lo cegaron y no pudo verla, era ella, lo sabía, no perdió tiempo y derribó a quien se puso en su camino para salir del lugar y buscarla, giro su mirada una y otra vez, no vio ni su silueta ni nada, solo escuchó su voz, esa dulce melodía que había quedado grabada en su memoria y en su corazón, la buscó desesperado aprovechando que los guardias sacaron a la prensa del lugar estaba decepcionado, pero feliz porque...

Ella es real, tan real como en mis sueños....




Hola saludos y bendiciones, espero subir la continuación pronto.

En cuanto a CAPRICHOS DEL DESTINO El capítulo XXI se estrena hoy en la noche.

🤭♥️

Dororo y Hyakkimaru Donde viven las historias. Descúbrelo ahora