IV.

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Después de la escuela fui a trabajar junto con MinHo, al llegar todo estaba tranquilo y nos pusimos a trabajar.

Comenzó a llegar más gente en cuanto nos acomodamos y tan solo atendimos.

Estaba atendiendo a una señora cuando entró a la cafetería un joven guapo vestido de gala como si fuera a ir a una fiesta.

Se acerco una vez se fue la señora y tomé su orden.

-Buenas tardes, ¿qué le voy a dar?-le pregunté cortesmente.

-Deme un capuccino y una dona de fresa por favor-pidio su comida.

-Enseguida-dije y me alejé para buscar su pedido.

Se lo entregué y le cobré lo que pidio.

-Serían 2.95₩-le dije de inmediato.

Me pagó y le di su cambio pero me dio algo de miedo al darme cuenta que no dejaba de verme, me sentí incómoda y trate de continuar en mi trabajo.

-Oye ______, el jefe quiere hablar contigo-salvó mi vida lo cual le voy a agradecer.

-Claro MinHo-dije y caminé a la cocina-, ¿para qué quiere hablar conmigo el jefe?-le pregunté curiosa.

-El no quiere hablar contigo, me di cuenta de la mirada tan penetrante de aquel joven y quise intervenir al ver que ya estabas incómoda con ello-me explicó con algo de lógica.

Comprendí de inmediato lo que hizo y no dude en abrazarlo por ello.

-Gracias Lee-le dije al oído.

-No agradezcas ______, iré a ver si ya no esta en el mostrador-dijo y se fue a asomar.

Respiré profundo al estar lejos de aquel joven que me dio miedo.

-Ya se fue, puedes volver al mostrador-me lo dijo al llegar a mi.

-Que bueno, realmente me dio miedo-se me erizo la piel al recordarlo.

-Si, a mi también me dio miedo y mala espina-rasco su nuca.

-¡¿QUÉ HACEN AHÍ PARADOS?!, PONGANSE A TRABAJAR-era nuestro jefe molesto.

Asentimos y corrimos a nuestros lugares correspondientes, nos miramos y reímos con levedad ante lo que habia pasado en la cocina con el jefe y seguimos trabajando.

Ya era de noche cuando termine de trabajar, me despedí de MinHo y me fui a mi casa por el mismo camino que el día anterior.

Esta vez no llevaba los audífonos ni el teléfono en mano, ponía atención a mi alrededor hasta que...

-¿Quién anda ahí?-miré para atrás al escuchar un crujido a mis espaldas.

Me asusté y caminé rápido hasta el punto que termine corriendo por toda la acera.

Me escondí en un callejón y saque mi teléfono para llamarle a MinHo ya que era probable que mis padres todavía estuvieran en su trabajo.

-Contesta, contesta, contesta...-decía a la bocina.

-¿Hola?-respondió algo extrañado.

-Gracias a Dios MinHo que contestas-le dije con alivio en mi rostro.

-Hola ______, ¿qué paso?-me preguntó de inmediato.

-Necesito que me ayudes, alguien me persigue y estoy asustada por favor MinHo-le dije casi llorando.

-Tranquila ______, dime dónde estás para ir por ti-me habló con delicadeza.

-Estoy en un callejón en la calle ______, por favor MinHo no te tardes-le supliqué.

-No lo haré, no te muevas de allí, voy por ti-dijo y colgó de inmediato.

Le hice caso y solo espere en el callejón, veía de vez en cuando para afuera y seguía allí observandome.

Esto es sentir miedo de verdad y no es nada bonito.

Esclava De Un VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora