Esclava De Un Vampiro

XXI.

Desperté en un lugar desconocido ya que no conocí nada de lo que estaba a mi alrededor.

De repente comenzo a dolerme el cuello y me fui a ver a un espejo, quede impactada al ver que tenía unos colmillos incrustados en el mismo.

Me quedé en shock pensando una respuesta hasta que la puerta de aquella habitación se abrió.

-Veo que ya despertaste-lo voltee a ver.

Era un joven pelimorado con una gabardina negra, me sonreía de manera divertida y eso me enojo.

-¿Fuiste tu quien me trajo aquí?-le hice la pregunta del millón.

Con cínismo asintió y me acerqué a él para golpearlo en la cara.

-MALDITO INFELIZ-lo abofetee con mucha furia.

Solo se rió como si hubiera escuchado un buen chiste y eso me hizo enojar más.

-¿De qué te ríes infeliz?-no le quite la vista de encima.

-Eres muy bonita por eso me rió de ti-me lo dijo como si nada.

Lo miré muy extrañada y lo mejor que pude hacer fue alejarme de él.

-Quiero irme de este lugar, LLEVAME A MI CASA AHORA-levanté la voz.

-No te irás, yo no permitiré que te vayas-se acercó a mi.

Retrocedí cuando se acerco a mi, cuanto más se acercaba a mi yo más retrocedía hasta que choque con la pared.

-Te quedaste sin salida-acaricio mi mejilla.

-¿Quién eres?, ¿qué es lo que quieres de mi?-le pregunté sin dejar de mirarlo.

-A ti cariño, te acabo de marcar y ya no te puedes alejar de mi-acaricio mi marca.

-¿Cómo dices?-me aparte de él lo más rápido que pude-, me estás viendo la cara-toqué mi cuello.

Sentí la marca y me asuste, negué con la cabeza y corrí a la puerta de aquel lugar para poder salir de allí.

Me tomó del brazo para evitar que saliera del lugar y traté de forsejear con él pero era más fuerte que yo, así que no pude soltarme.

-Sueltame infeliz-lo miré mal.

-No lo haré-me jaló a la sala y me sentó en uno de los sofás-, me llamó Kunpimook Bhuwakul pero me dicen Bam Bam y a partir de ahora soy tu amo y tú mi amante sirviente-se presentó formalmente.

-¡¿TU AMANTE SIRVIENTE?!, sueñas Bam Bam, yo jamás seré tu amante sirviente. ¡REGRESAME A MI CASA!-le grité con mucha furia.

Me levantó la mano pero no se atrevió a golpearme, la hizo puño y la bajó de golpe.

-No te vas a ir, ya lo dije-lo dijo serio.

-Pues yo no me pienso quedar aquí, así que devuelveme a mi casa ahora-traté de sonar lo más tranquila posible.

Negó con la cabeza y yo bufe molesta, caminé de un lado a otro y después corrí a las escaleras para hacer algo suicida.

-Esto es mala idea pero esta vez no tengo otra opción-cerré los ojos y comencé a invocar a Jungkook.

Exacto, acabo de invocar a mi futuro esposo porque ahora si estoy dispuesta a casarme con él.

-______, ¿me invocaste?-aparecio atrás de mi.

Lo volteé a ver y sin avisarle lo abrace a lo cual tardo unos segundos en corresponderme.

-Llevame a mi casa, prometo que me voy a casar contigo porque ya te perdone, por favor llevame a casa-no lo solté.

Acaricio mi cabello y comenzo a hacer una extraña neblina pero cuando se difumino ya estaba en la puerta de la casa de Hyun Joong lo cual me sorprendio por completo.