XLI.

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Los días pasaban como rayo pero en este mundo parece que no pasan debido a que siempre es de noche, me quedé viviendo en el castillo que antes le perteneció a Yugyeom, los demás clanes se enteraron de lo que paso con él mencionado hace unos días y pusieron sus esperanzas en mi sin quererlo.

Ya no había visto a Jungkook lo cual me preocupo mucho ya que él no se sabe cuando vaya a atacar, Tae Hyung me estuvo asesorando sobre los cambios que tiene un vampiro y aprendí muchas cosas.

Seung Hyun me mostró las 4 dagas de ese clan y eran muy bellas pero demasiado peligrosas en manos equivocadas según me dijo el sirviente, me explicó que tenían un poder especial que hacia que no resistiera el cuerpo de un vampiro amo provocadole la muerte casi al instante y en algunas ocasiones los hacia agonizar hasta morir lo cual se me hizo muy feo.

-Ahora vuelvo Seung Hyun, voy a ir a ver a mis padres-le avisé.

-Si mi lord, vayasé con cuidado-asentí y desaparecí del castillo.

Era el atardecer en Corea por lo cual ya podía deambular por las agetreadas calles de la misma, al llegar a mi casa pude ver como estaban mis padres y que en el fondo no me extrañaban.

Iba a llorar al darme cuenta que no valía nada para ellos, solo me veían como un simple objeto que pudieron intercambiar por dinero, por el maldito dinero.

Me alejé de allí y seguí caminando hasta que sentí la presencia de alguien tras de mi, iba a usar la neblina pero con su poder telequinético me detuvo al instante.

-No corras ______-reconocí la voz y volteé a ver para asegurarme.

Si era él, tenía tiempo de no verlo y no dude en correr para abrazarlo.

Se sorprendio un poco pero al final me correspondio como pudo debido a que yo era más chaparrita que él y él parecía un poste en el cual se recargan para descansar o para cubrirse del sol, reí por lo bajo con lo último que pensé y me aparte de él.

-Es un milagro verte de nuevo Hyung Won-le dije con una sonrisa.

-A mi también me alegra verte querida-acaricio mi cabello-, nos enteramos de lo que le hiciste a Yugyeom y todavía no salimos del shock en el que estamos-me explicó.

-Eso lo sé Hyung Won pero por favor no quiero que me odies o que me veas de otra manera debido a eso-le dije con algo de miedo en mi.

-Claro que no querida-me abrazo-, jamás te odiaría o pensaría cosas malas de ti, creeme-me transmitio la calidez que nunca sentí con mi familia.

El dolor en mi pecho se aprovecho de mi de nuevo y no pude evitar llorar por lo que me habia pasado hace algunos años con mis padres.

-No llores mi cielo, siempre voy a estar contigo todo el tiempo-me lo dijo al oído.

Mi llanto se hizo más fuerte y me aferré a Hyung Won, cómo me hubiera gustado tener un padre como él.

Esclava De Un VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora