El alfa en celo

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Shiro

—Tengo que irme de aquí— volví a decir al sentir mi calor aumentar.

El celo en un alfa es diferente al de un Omega, nos vuelve agresivos, irritables. También hace que constantemente busquemos a un Omega que querramos...

Gemí por lo bajo.

—Shi-Shiro— habló Keith y yo lo miré, estaba empezando a sudar. Ya no tenía el saco ni la corbata del uniforme y su camisa se pegaba por el exceso.

—Ok, creo que lo mejor sería presentarlos después— murmuró con dificultad el moreno.

Lance dió media vuelta y comenzó a caminar hacia el grupo. Susurró algo en el oído de Hunk y después se despidió del grupo alzando su mano.

—¡Adiós Lean!— gritó el otro chico, que supuse era el primo de Lance.

Lance comenzó a caminar de vuelta a nosotros. Su mirada tímida dirigida a la arena. Me di cuenta que no llevaba puestos sus zapatos y calcetas, enterraba sus dedos en la arena y hacía pequeños surcos al caminar.

—Vamos, yo conduzco— dijo el moreno al estar frente a mí. La mano de Keith se enrolló con más fuerza.

Dimos media vuelta y comenzamos a caminar hacia el restaurante. Caminamos con torpeza, sintiendo como varias miradas se posaban en mí, era incómodo.

—Dios, hueles demasiado— murmuró Lance.

Estando ya en las escalinatas que dirigían al restaurante nos encontramos con Pidge. Ella me miraba con cierto toque de picardía.

—No te preocupes, le diré al inútil de James que nos acerque al metro— dice ella y da una palmada a Lance.

—Hey, es mi primo. No te debe nada— suelta el moreno—. Además se odian.

—Pero tengo con que sobornarlo.

Tras ello ella se acerca a mí y yo solo levanto una ceja, mete su mano a mi bolsillo y se marcha rápidamente. Solté la mano de Keith para meterla en el mismo bolsillo, me encontré con una servilleta arrugada, la extendí y me encontré con la perfecta caligrafía de Holt.

"No los vayas a embarazar, Lance siempre tiene condones. XOXO Pidge"

Me sonrojé enormemente y leí el mensaje varias veces para captar las palabras ahí escritas. Lance a pegó a mi izquierda y leyó, lo sé por la maldición que soltó.
Reanudamos la marcha hacia el estacionamiento, Lance decía pequeñas maldiciones frente a nosotros y Keith solo se aferraba a mi brazo.

Mi miembro estaba atrapado en mi ropa interior y comenzaba a sentir como se hinchaba y dolía. Por fin llegamos a la camioneta y Lance me metió en el lado del copiloto. Siento el calor trepar por mi estómago, incluso mi pecho arde.

Suelto un gemido ronco al sentir como estaba aumentando aquel dulce olor. Lance estaba sentado ya en el lugar del piloto, mientras que Keith se había sentado en la parte de enmedio de los asientos de atrás.

—Dios, Shiro— habló Lance mientras tomaba las llaves y encendía el auto—. Me estas abrumando.

—De-deberían dejar que yo arregle esto— les digo. Mi mano pasa inconscientemente por mi pantalón de vestir y roza mi polla. Muerdo mi labio inferior y miro por la ventana.

—Shiro...

Lance interrumpe a Keith:— dime tu dirección. Te llevaremos a casa, ya veremos después que sale.

Trato de oponerme, pero la mano de Keith pasa por un lado del asiento y toca mi pecho. Suelto un jadeo, en verdad los dos huelen muy bien.

—Vamos— suspira el coreano cerca de mi oído. Un gruñido sale de mis labios.

Míos. •Voltron Au•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora