Míos. •Voltron Au•

Lotor tiene a Lance

Lance

Iba a irme, estaba a punto de dar media vuelta y salir corriendo. No quería ver a Keith, en serio no quería, además seguro apestaría a Shiro. Me iba a girar cuando vi que Nyma se estaba acercando a mi, por lo que solo apreté los puños y espere a que estuviera frente a frente. Ella me saludó como si nada y me condujo hacia los otros dos. Me sentía demasiado tenso y tuve que fingir ser antipático para que no vieran mi temor y ansiedad por estar ahí.

Los omega no manejan muy bien el estrés, somos débiles... Yo siempre fui débil.

—Lance— saludó Keith, yo lo ignoré.

—Hola— saludó Florona.

—¿Para qué me citaste Nyma?— eso había salido muy cruel.

—Necesitamos hablar, Lance. Sobre lo que pasó en esa fiesta— insistió Keith, pero ni siquiera lo voltee a ver.

—Lo de la fiesta fue error mio, detesto que se metan en mi vida— me sentí apenado, molesto, quería llorar, quería gritar. No sé lo que quería hacer en verdad. Carajo, no sé lo que pienso en verdad.

—Creo que esto es importante— Florona se acercó a mí, su pequeña mano tomó la mía y me alejo de los otros dos—. Estoy segura que podemos hablar y entendernos. ¿Te parece ir por un café?

—Yo no creo que...

—Sabía que traer a Keith era mala idea. Seremos solo tú y yo— ella insistió—. Yo pago.

—E-esta bien— accedí.

Florona me condujo afuera del museo, no mire atrás en todo momento. Lo último que quiero es ver esos estúpidos ojos morados. Keith siempre fue bueno conmigo, me apoyó y siempre se interesó en mí. Pero... Shiro siempre hizo una diferencia, siempre quiso más a Keith y eso...

Para de pensar, Lance. Enfócate. Deja de pensar.

—Lance— Florona fue dulce, estábamos sentados en una cafetería pequeña cerca del museo, ella bebía un café negro y yo tenía en mis manos un chocolate caliente. No recuerdo mucho después de salir del museo.

—¿Por qué me citaron?

—Quiero hablar sobre... Lotor.

La bilis subió por mi garganta, tragué pesadamente para solo bajar mi mirada y asentir para que siguiera.

—Ese sujeto está loco, te lastimará. A mi ya me hizo daño, estar con él fue un infierno.

—Eso lo sé— murmuré—. Me marcó a la fuerza.

—¿La rechazaste?— dijo lo más suave posible.

—¿Cómo hacerlo? Ese bastardo amenazó a mi familia. Tiene el poder para hacernos daño.

—Oh no.

—Se aburrirá, solo debo esperar. Terminará por rechazarme.

—No creo que sea así. Estás en peligro. Lance, debes escucharme porque en verdad tu vida corre peligro.

Lotor

La escuela está a la vuelta de la esquina. De solo pensar en todo lo que tengo planeado, en como haré sufrir a ese par de idiotas. Y por fin todas mis fantasías se harán realidad.

Había preparado todo tan detenidamente, no habría ningún error. Ahora solo faltaba la distracción, esperar ese instante en que Lance se quede solo y...

No es momento de pensar en eso, debo concentrarme.

—Lotor, ¿Qué tanto piensas?— preguntó uno de mis amigos, tenia un trago en la mano y sus ojos puestos sobre una linda omega de cabello pintado de azul.