Míos. •Voltron Au•

¿Cómo llegamos a esto?

Shiro

¿Cómo llegamos a esta situación? Bueno, tal vez sea necesario retroceder un poco. A hace aproximadamente medio mes atrás.

Aquella vez ví a Lance besando a Keith en uno de los salones. No quise meterme en el asunto, menos al sentir la dureza en mis pantalones.

Regresando a la realidad, me aventuré a preguntar.

-Hace dos semanas los ví, besándose en el salón- dije y miré directamente a Lance, este tragó saliva.

-A veces jugamos así, no tenemos mucho de conocernos...

-Un mes-interrumpió el moreno.

-Si, un mes. Pero por alguna razón hacíamos eso. Llegamos a tener 'sexo' incluso sin estar en celo.

-Pero no tienen una relación- más que una pregunta era una aseveración.

-¿Amigos?- dijo Lance apenado, negó con la cabeza-. No sé, algo como amigos con beneficios.

-Yo tengo una duda mejor: ¿Quién te dijo que los dos estábamos encandilados por ti?- interrumpió Keith. Yo me reí.

-Lance es muy obvio, tú acabas de besarme. Pero sobre todo, Pidge habló conmigo.

Volví al pasado, esta vez a una semana atrás. Llevaba a Pidge a casa después de clases. Ella estaba medio adormilada y tenía cara de pocos amigos. Tenía entendido que no había comido aún. Así que no la molesté en absoluto.

-Le gustas a mis amigos- dijo entre bostezos.

-¿Eh?

-Lance y Keith están peleando por tu atención. Eres todo un galán.

Volviendo de nuevo al presente me encontré con una escena adorable. Ambos chicos me miraban con notables sonrojos.

-Voy a matar a la gremlin - finalizó Lance y salió de la sala. Abrió una puerta y entró.

Desde fuera pude escuchar como el menor mandaba un audio a, supongo, su mejor amiga. Pude escuchar palabras como asesinar y cortar su cabello.

Al poco rato salió después, seguía rojo.

-Bien, resumen. Yo le gusto al emo y al profesor. El profesor gusta de Keith, yo gusto del profesor y...

-Deja de llamarme profesor- dije en un lamento.

-¿Te gusto Lance?- preguntó el de ojos violetas. Miraba a Lance con pena, parecía un cachorro.

Me moví incómodo en el asiento, aquel pensamiento me había alborotado. Menos mal que el calor y el aroma había sido reducido.

-Errr ... Keith, no es por nada pero si accedí la primera vez a venir aquí no es por solo el celo. Lotor- se removió y tembló con el nombre se su compañero-, él pudo ofrecerme lo mismo y aún así... Si me gustas, me gustas desde que te ví aquella vez haciendo ...

-¡No lo menciones!- se sobresaltó el pelinegro.

Ya me hacía suposiciones y no pude evitar reír, seguro que como se conocieron no había sido la mejor situación.