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La empresa de los Choi era enorme

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La empresa de los Choi era enorme. Me tomó los primeros días de aquella primer semana acostumbrarme a un nuevo lugar de trabajo, a ver decenas de rostros nuevos a diario, de aprenderme el nombre las personas con las que debía relacionarme. Eso más tener que dedicarme a hacer algo completamente diferente a lo que hacía antes como secretario, volvieron aquellos días un poco estresantes pero pude salir adelante. 

La señora Choi era muy paciente conmigo. Y aunque no le conté con detalle cuáles fueron mis motivos de renuncia en mi antiguo empleo ella sabía que yo no estaba en mi mejor momento emocionalmente hablando por lo que me ayudó muchísimo a adaptarme a tantos cambios repentinos.

Ella había retomado su puesto de contadora en aquel enorme lugar luego de volver con su esposo, y me había tomado a mí de ayudante, para capacitarme y entrenarme. 

Tuve muchas dudas al principio, pero mientras más horas pasaba en la oficina con ella, mostrándome cómo se hacía todo, empecé a encontrar aquello bastante entretenido. Me interesé muchísimo por el empleo y empecé incluso a estudiar por mi cuenta. 

- Deberías anotarte en la universidad. - me había dicho ella un día al verme leyendo unos libros que había usado en la universidad y que tenía en un estante en su oficina. 

- No sé si tendré tiempo para estudiar y trabajar. Ambas cosas llevan tiempo y no quiero decepcionarla. - respondí. 

- Claro que sí si solo trabajas medio tiempo. Jungkook, eres joven. Esta es tu oportunidad. - continuó animándome. - Y no te preocupes por dinero. Tendrás lo necesario para poder hacerlo todo. 

- Señora...yo estoy muy agradecido por todo lo que hace por mí...pero es que…

- Pero nada. - me cortó - Oye, necesito un compañero para manejar las actividades de la empresa. El puesto será oficialmente tuyo cuando tengas tu título. Mientras serás mi ayudante. 

Se acercó a mí y revolvió mi cabello con dulzura. Sabía lo mucho que le gustaba ser cariñosa conmigo, esa necesidad de mimarme como quizás había hecho con su hija antes por lo que yo la dejaba. A mí también me agradaba. Me recordaba a mi propia madre y...también a él. Él solía acariciarme de la misma manera. Obvio que no era lo mismo, pero las caricias de Jimin, cada roce, cada beso que me dio, aún seguían marcadas a fuego en mi piel. Aún podía sentirlas quemándome a pesar de los días que llevábamos separados. 

El trabajo ayudaba a mantenerme ocupado por supuesto,estaba encantado con todo. Pero no podía evitar extrañarlo, pensar en él. Cuando volvía a casa y me acostaba en mi cama, solo podía recordar aquella noche cuando finalmente me entregué a él. Quizás no debí haberlo hecho...quizás no estaría tan enamorado si no lo hubiese dejado tocarme de esa manera. 

Pero de nada servía lamentarse. Lo hecho, hecho estaba. No se podía cambiar el pasado. Solo me quedaba olvidar y seguir adelante. Y eso planeaba hacer. No importaba cuánto doliera, tenía que arrancar a Jimin de mi vida, de mi corazón. 

Rayito de Sol ☀️ JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora