| Más que su jefa |Un año después:
Andrea y Miranda vivían juntas en la mansión. Andrea cumplió el contrato de su antiguo departamento y después pasó todas sus pertenencias a la mansión.
Miranda después de demoler el cuarto rojo de la propiedad que había rentado a Andrea, la vendió. No quería nada que la ligara a su antiguo proceder.
Estaban juntas y felices.
Como cualquier pareja en el planeta habían tenido discusiones y desacuerdos en todos esos meses pero nada que no se arreglara con un par de besos.- Deséame suerte en la entrevista. -Le dijo mientras terminaba de cerrar el ziper delantero de su vestido.
- Pude haberte contratado sin tener que pasar por ninguna entrevista, Andrea. -Respondió rodando los ojos.
- Señora Miranda Priestly, dueña del mundo entero: quiero ganarme este empleo. No quiero que sea algo que obtenga porque tú lo impongas. Deja que lo consiga por mí misma, mi amor. -Haló sus mejillas y le dio un sonoro beso en los labios.
- Sé perfectamente que estás capacitada para este empleo, pero bien; no opinaré más al respecto.
Ve allá y partele el trasero a todas las que aspiren a ese puesto en el equipo de redacción. -Le dijo Miranda azotando sus nalgas.Andrea le mandó un beso al aire y salió corriendo. Miranda se sentó frente a la TV a ver alguna película. Ese día no iría a Runway. Era domingo, día para descansar.
Andrea quería trabajar de nuevo en Runway, pero no de asistente de edición, si no como parte del equipo de redacción de la revista. Estudió periodismo y ese trabajo era la gloria. ¡Debía conseguirlo! Todo ese año trabajó como columnista del NY times, pero deseaba continuar su carrera en otro ambiente.
Miranda también tenía nuevos proyectos. Planeaba lanzar para finales de ese año su propia marca: "Priestly and Sachs", con Nigel como socio.
Todo ese tiempo estuvo trabajando duro, adelantando todos los procesos necesarios para que pronto su marca estuviera en los desfiles más importantes del país y estaba a muy poco de lograrlo.- Pensé que te quedarías el día entero fuera. -Dijo Miranda al ver a Andrea entrar. -Dame algunas bolsas para ayudarte.
Andrea venía cargada con muchas bolsas y parecía agitada.
- Es que cuando salí de la entrevista me fui al super y se me fue el tiempo. Estaba comprando muchas cosas para una super cena. Señora Miranda Priestly, estás hablando con la nueva supervisora del equipo de redacción de la famosa revista Runway. -Andrea dio un salto y un pequeño grito al pronunciar la última frase. Miranda vio su euforia y corrió a abrazarla, haciendo caer algunos de los paquetes.
- Felicidades, Andy. - Le dijo mirándola y besó su frente. - Aunque tengo una mejor propuesta. Vamos a un bar que queda por acá cerca; es todo un lujo. Prometo que pasarás una excelente noche. Vamos a celebrar tu nuevo trabajo.
- No se diga más. Vamos al bar. -Asintió.
- Entonces manos a la obra. Vamos a colocarnos diosas para esta noche.
- Tú ya eres una diosa. -Dijo Andrea besando su cuello con dulzura.
- Te amo. -Respondió acariciando su cabello castaño. -Vamos, si no terminaremos rodando en la cama y no saldremos.
- Esa es una gran idea. - Metió las manos por debajo de su blusa y acarició su abdomen plano moviendo sus uñas.
- Eres una insaciable. -Le dijo Miranda.
Sacó sus manos y la besó.
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| Más que su jefa |
Teen FictionMiranda Priestly era todo lo que una mujer desearía ser. Era simplemente perfecta. Tenía glamour, clase, prestigio, belleza, fama y una cuenta estimada con muchos ceros a la derecha. No tenía esposo, no tenía hijos, tenía amplia libertad. ¿Qué más d...