♥Una Historia Diferente♥

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Gomen!! Perdón por la tardanza, no tenia inspiración

#BloqueoMental.
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Todos se dispusieron a tomar asiento en las sillas de las mesas. Mientras Kagome con ayuda Sango servían la comida en los platos.

Pero Sango estaba a punto de llevar el Spagetti sin la salsa.

-¡Ooh! No Sango falta esto...- Kagome sonrió divertida mientras hacía lo demás qué faltaba.

Mientras tanto en la sala todos conversaban sobre cosas triviales, hasta que Tsunade comentó algo que hizo que todos notaran algo.

-Vaya Naruto.. Pero que diferente te ves, trata de verte así más seguido.. - culminó dandole un pequeño codazo a Hinata bajo la mesa, quién se sonrojó al instante.

De pronto su vista pasó a mirar a una esmeralda, era Shippo. Vaya, se veía muy.. Muy.. ¿guapo?

"¿¡Pe-Pero en que rayos pienso!?"

Pensó la ojiperla bajando la cabeza junto con su mirada totalmente ruborizada,  ¿por qué pensaba en la lindura del aquel joven kitsune?

Pensó miradolo una vez más aún con la cabeza baja.

Mientras tanto el joven de mirada esmeralda miraba fijamente el plato con comida que la crespa del grupo había colocado frente a el en la mesa.

No podía sacarse a Hinata de la cabeza, ¿acaso le gustaba? Se preguntaba mientras subía lentamente la mirada para encontrarse con la de ella.

¡Su corazón se aceleró de inmediato! Sus miradas chocaron produciendo una sensación increíble en ambos.

–¡A comer!– exclamó Kagome aplaudiendo, entonces fué cuándo miró la mesa y ya todo estaba servido, ¿¡Cuánto tiempo llevaba observando y pensando en aquella hermosa chica de piel blanca de porcelana y cabello negro cómo la inmensidad de la noche!?

¿Y desde cuándo pensaba él así?

Se sonrojó una vez más.

–¿Ustedes son los de la otra dimensión? – preguntó Tsunade sin vacilar, viendo cómo todos asentian con la cabeza.

–Sí.– afirmó Sango con respeto. – Mí nombre es Sango, soy exterminadora de demonios. – dijo.

–Yo soy Kikyou.– continuó esta – Miko, ex guardiana de La Perla de Shikon no tama..–

–Si.. Kagome me platicó de esa Perla, no podemos permitir que ese Naraku vuelva a crearla, sería una catastrofe..– respondió Tsunade tomando el tenedor.

–Tiene usted razón, bella y hermosa dama..– habló Miroku, recibiendo no una, sino dos miradas asesinas, Sango y Tsunade. –Co..Con todo e..el re..respeto del mun..do..– balbuceó el houshi nervioso.

–Tú eres..– le dijo la autoridad.

–So..soy Miroku, Monje..– vió cómo la autoridad y su acompañante fruncían el ceño. –Purificador de energías malignas, y poseedor de la Kazaana, un agurero negro que lo absorve todo.– culminó levantando su mano derecha, cubierta con un guantín morado de dedos cortados y un rosario de cuencas verdes, el cual se encargaba de mantenerlo sellado.

Las oyentes abrieron los ojos enormemente.

–Ha pasado de generación en generación, desde mí bisabuelo, mí abuelo y mí padre.– hablaba el monje serio mirando su mano – hace años había desaparecido con la muerte de Naraku, pero con su regreso esta maldita pesadilla ha vuelto con él..–