La camioneta me dejó frente a la casa de Ezra ya entrada la noche para después tomar rumbo hacia donde sea que estuviesen Alpha y Luna, cuando encuentro el camino a la casa me detengo frente a ella notando en lo que se había convertido, afuera habían personas bebiendo de vasos rojos o fumando, la música sonaba demasiado fuerte haciendo que deje escapar un quejido molesta porque mis planes de una comida tranquila y unas buenas horas de sueño se habían arruinado. Esquivo a las personas de la entrada y entro notando al instante que los muebles de la sala y el comedor habían desaparecido y cambiándolas por montones de personas que se amontonaban bailando. Mientras me abro paso entre la masa de personas traté de buscar una cara conocida o a Ezra pero sin lograr mucho, cuando logro llegar a la escalera central subo al primer piso encontrando a más personas bailando y bebiendo. Abro la puerta de mi cuarto agradeciendo a la luma de que nadie entrara a mi cuarto para hacer no se qué. Dejo caer la mochila junto a la puerta confundida, sabía que quizá Ezra ya tenía conocimiento de mí por el vínculo dado que ya no sentía la tensión en él pero el no me había buscado aunque probablemente estaba con todas las personas del piso de abajo y probablemente aún ni me notaba así que le envíe sensaciones para ver si funcionaba pero no lo hizo.
Salgo de mi cuarto pensando en que estaba en algún lado de la casa así que primero entre a su cuarto encontrándolo vacío, recorro el piso superior viendo a personas de la escuela. En el piso de abajo tuve que meterme en la marea de personas buscando en todos lados, en la cocina sólo habían varias cajas de cerveza y botellas vacías. Salí incluso al patio trasero donde varios fumaban sin inmutarse.
-¿Has visto a Ezra? -le pregunto a un chico que yo creía era del grupo de sus amigos.
-Se fue con Alistar arriba -me responde con aroma a cigarro.
Me sorprendo al escuchar ese nombre y entro de nuevo a la casa subiendo al primer piso sin encontrar nada llamativo, miro hacia el techo cayendo en la cuenta de que esta casa tenía un ático aunque la pregunta era realmente el saber donde estaba las escaleras o la puerta que llegaban a ello. Casi nunca había tenido oportunidad de investigar el lugar así que no tenia por donde empezar.
-Esta con ella.
Volteo al escuchar mi voz detrás mío encontrándome con mi otra yo. Señala un cuarto a la izquierda enseñándome un cuarto de ropa donde habían varios suéteres, la luz estaba apagada y encima estaba el acceso que estaba buscando por lo cual decidí no encender la luz, subo los escalones de madera asomando la cabeza con cuidado para evitar ser vista. El ático estaba ligeramente iluminado por la poca luz que entraba de una ventana dejándome ver lo suficiente como para verlos sentados muy juntos. Ni siquiera me moleste en intentar ocultarme o algo, de todas formas sería capaz de ver y escuchar lo que dijeran.
-Sé que es mucho lo que te estoy pidiendo pero tienes que dejarla -escucho a Alistar hablar en voz baja, casi en un susurro-. Vuelve conmigo.
-No lo haré, me gusta Fenrir, ¿entiendes? -responde Ezra haciendo que un ligero cosquilleo me recorra-. No la voy a dejar por ti.
-Estoy embarazada.
Escuchar eso hizo que la realidad de ello me golpeara como un camión haciendo que al bajar por la escalera tropecé tirando una caja con algún contenido. Abro la puerta y comienzo a bajar las escaleras empujando a todos hasta lograr salir de la casa. Sentía la presencia de Ezra detrás mío pero no quería voltear, las sensaciones que mandaba por el vínculo me embriagaron así como su voz gritando mi nombre, hubiera corrido hacia el si no fuera por las palabras de Alistar que se habían quedado clavadas en mi cerebro y rondaba como un mantra que no quería escuchar así que cuando logro salir de la casa me interno en el bosque sin tener siquiera un rumbo que tomar.
A cada paso que daba el ruido de la música se apagaba hasta que sólo se escuchaba mi caminar a través de la nieve, mi cuerpo estaba empezando a sentir el frío dado que no traía chamarra aunque mi lado licántropo evitaba que comenzara a temblar. Al llegar camino a un risco muy diferente al que había estado con Ezra volvió la sensación de ser observada que hizo que detuviera mis pasos y volteara buscando al quien lo producía, escuchaba pasos de algo o alguien cercano a mi pero no podía verlo. Por un momento veo a mi otra yo señalando algo hacia atrás, cuando volteo se me escapa un grito que no pude ni iniciar ni terminar porque un trapo me cubría mi nariz y boca, el aroma que emanaba me quemó la nariz y traté de sacudirme para alejar el olor pero la persona que me sostenía era bastante fuerte por lo que no supe cuanto tiempo había pasado cuando sentí que la fuerza se me iba a cada segundo y los párpados me pesaban y sin poder evitarlo me quede dormida.Cuando desperté, me removí incomoda, estaba sobre una superficie dura y parecía que llevaba ahí tendida mucho tiempo dado que mi ropa estaba húmeda, trato de levantarme sólo para notar que estaba esposada a una tubería. Trato de escuchar algo pero todo era un silencio brutal, trato de sentarme para tener una mejor visión de donde estaba pero haciendo bastante ruido con el movimiento de las esposas, las cuales no se podían romper incluso con la fuerza que contaba un licántropo. No sabía cuanto tiempo llevaba ahí, podían ser horas o días y el dolor en mi pecho no hacía más que crecer la incertidumbre y el miedo. Cuando logro recargar la espalda en la pared fría y cerrar los ojos es cuando los escucho, unos pasos acercándose, trato de relajar el cuerpo y la respiración en un intento de simular que seguía dormida; la puerta se abre mientras el aroma a un lobo inunda la habitación pero el problema era que había algo más mezclado, algo que desconocía pero me hacia creer que la persona que me retenía no era del todo licántropo.
-Sé que estás despierta -esucho una voz femenina-. Abre los ojos, Fenrir.
Me congelo al oírla pronunciar mi nombre así que al final terminé volteando para encontrar a una mujer, con ropa holgada y que parecía haber tenido mejores momentos, su cabello era negro y tenía ojos verdes, no me sorprendió el hecho de que se parecieran a los míos sino que sus ojos parecían brillar de modo anormal.
-¿Quién eres y qué quieres de mí? -pregunto con tono serio tratando de sonar segura.
-Eso es lo que menos importa ahora, ¿no crees? -inclina la cabeza-. Ya ha empezado a verte a ti misma, una copia idéntica a ti.
-¿Y tú como sabes eso?
No lo podía negar, estaba asustada por el hecho de que una persona que nunca había visto en toda mi vida tuviera conocimiento sobre mí y lo que me estaba pasando.
-Sé más cosas de ti de lo que incluso tú sabes.
-Mira no quiero problemas, sólo déjame ir -suplico tirando de las esposas.
-¿No querías saber la verdad? Suponía que a eso habías ido con tu otra familia, para saber quien era la otra chica que se presenta ante ti.
-Tú no puedes saber nada de eso.
Algo en su mirada o en su actitud me hacia estar a la defensiva y queriendo ignorar el hecho de que sabía lo que pasaba.
-Claro que lo sé, eres sangre de mí sangre -pronuncia con una sonrisa extraña-. Tú eres mi hija
Perdón la tardanza, estuve ocupada con unos asuntos de la escuela pero espero poder volver a publicar capítulo con regularidad.
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Fenrir. EN ESPERA HASTA NUEVO AVISO
WerewolfDentro de las muchas reglas, costumbres y tradiciones que rigen en el mundo de los lobos esta la principial y la más importante que dice que cuando el Alpha de la manada central ceda su puesto a su heredero, éste, tiene que subir al poder acompañado...