NOMBRE DE GRUPO ESPECIAL

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—Gia no es el tipo de chica de nadie —fanfarroneaba Jhay despectivo.

—Para mí es linda, ¿por qué tanto problema con ella? —entrometía yo la mañana anterior al tiroteo.

—Y es rica —acotó Ezekiel.

—¿Por qué tanto ajetreo con Gia? —preguntó Mattew incorporándose a la conversación mientras me toma de la cintura y me acercaba a su cuerpo.

—Porque pues, me ha dicho que le interesa Elijah—espetó Charles moviendo las cejas.

Yo observé entonces a Elijah quien se mostraba más apartado del tema para ser el protagonista de la conversación.

—Bueno, Gia podría ayudarle con el asunto —dije inocentemente, a lo que Elijah retoma la consciencia y me mira fijamente.

—¿Asunto? —inquirió.

—¿No eras virgen? —insté confundida antes de que Charles se riera y Jhay me explicara.

—Elijah no es más Virgen desde hace meses, se lo tenía guardado pero Charles le hizo debutar —intentó explicar Jhay mientras se encontraba extendido sobre la mesa.

Entonces no lo noté, pero Elijah estaba esquivo. No buscaba hablar del tema. Pero no me había dado cuenta. ¿Cómo iba a saberlo de todos modos?

—Así que ya lo hiciste. Felicidades, supongo —dije riéndome porque Mattew me besaba la nuca y me daba cosquillas.
Elijah solo sonrió falsamente y volvió a retirar la mirada hacía ver el afuera. Como si buscase estar en otra parte y no aquí.

Entonces tocó timbre y todos tuvimos que reincorporarnos a nuestros lugares. Pero aquella conversación fue el detonante. Ni siquiera lo supimos, pero lo habíamos instado a hacer algo terrible, y lo sintió tanto, que ni siquiera Charles estaba enterado del tema.

Durante la clase intenté hablarle ya que aún seguíamos siendo compañeros de asiento, así que escribí en un papel; "¿Gia?"
Él recibió el papel, lo leyó y negó con la cabeza para volver a concentrarse en la clase. Y entonces creía que verdaderamente que le interesaban las clases.

Volví a insistir y le toqué el codo, dirigiéndole una mirada expectante mientras que vuelvo a acercarle el papel que él toma con desdén y cansancio.

"No me interesa Gia, solo es algo tonto de Jhay"

Cuando lo leo, vuelvo a escribir;

"¿Te gusta alguien?"
Elijah lee la hoja y suspira profundamente para verme fijamente a los ojos y asentir con la cabeza.

—¿Y por qué no dices nada sobre ella? —murmuré.

—Porque no le intereso —susurró intrínseco.
Yo tuerzo la boca y recuesto mi cabeza sobre su hombro en gesto de apoyo.

Pero entonces jamás hubiera sabido que esa chica era yo...

El grupo comenzó a tener una conversación aparte en el grupo virtual de "Nombre del grupo especial". Yo atino a inclinarme sobre Elijah y mostrarle los mensajes para responder entre ambos.

Era una foto de Gia que había subido a sus fotos en Instagram y se encontraba en traje de baño pero en el caribe.

"Pues yo le doy" texteó Ezekiel.
"Pues Mattew ya le ha dado jaja" texteó Charles.
"A mí no me metan en sus cosas. Yo tengo a mi Lorai" texteó Mattew.
Y entre ello le dirijo un beso a lo lejos desde mi asiento mientras sonrío para mis adentros.
Elijah se aparta repentinamente y vuelve a concentrarse en la clase.

—¿Pongo algo al respecto? Quizás si lo digo yo, se lo toman más enserio —dije por lo bajo, creyendo ilusamente que su desdén era por la insistencia de los chicos de emparejarlo con Gia.
Él niega rotundamente con la cabeza y coge su móvil.

"No quiero estar con Gia. Me gustaría poder elegir yo mismo con quien tener relaciones sin que ustedes debatan como jueces"—escribió.

A lo que yo, tontamente, creía que se trataba de una insistencia desafortunada y me incliné a su favor también.

"Dejemos de meternos en las sábanas de las personas" —texteé.
Y el grupo silenció por un minuto, al menos lo suficiente como para que yo también pudiese escuchar la clase.

Hasta que entonces vino el detonante en un texto, en unas cortas palabras.

"Que va, si Gia ha de tener un sida que te cagas" —texteó Jhay por último y le siguieron risas del grupo. A excepción de la mía.
Elijah dejó el teléfono estacionado y profundizó como nunca antes la clase. Yo lo observé también como nunca antes y sabía que algo andaba mal, pero no le pregunté. No le pregunté si le sucedía algo o si quería hablar, solo lo dejé solo, con su tristeza.

En el receso, Elijah se había hecho una figura de humo, solo pudimos saber que había tenido un pleito con Nicholas y con Catriel, pero que todo había comenzado en realidad con una broma de Sebastian. Y todo esto lo supimos porque Ethan vino a contárnoslo, porque si de algo es que podría vivir Ethan toda su vida, era del chisme.

—Elijah está actuando como un loco—dijo en voz alta al salón, a lo que me acerqué a preguntar porque lo decía precisamente.

—Porque dijeron de verse con Catriel y Nicholas en las afueras del instituto.

—Elijah no actuaría así solo porque sí—aclaré.

—Fue una broma de tontos, en el bufete, Sebastian le ha puesto el pie y le ha hecho trastabillar. Y ahora mismo Elijah está en dirección con Sebastian.

Para cuando tenía miles de preguntas más, Nicholas y Catriel se hicieron presentes en el lugar cerca de Ethan.

—¿Y tú que, Loraine?
Hice caso omiso a la pregunta y me dirigí a mi banco a esperar a Elijah.

Cuando volvió, todo el salón incluso el profesor de Filosofía, habían hecho un silencio enorme. Se podía sentir su furia, pero no saber sus motivos.

—¿Por qué te han retenido tanto a ti y a ellos no? —murmuré.

—Porque tomé del cuello a Catriel, y le susurré al oído que los mataría —me susurró al oído acomodándose en su asiento.

—Dime entonces que no vas a presentarte con ellos después de clase—insté preocupada.

Él acarició mi cabello y con una sonrisa complaciente y gesto calmo me negó con la cabeza.
Y le creí.

El resto de la clase fue insípida, los chicos solo hablaban por el grupo y Elijah no emitía palabra alguna. Tocó el timbre que daba a la salida y entonces fue allí cuando tuve sus últimas palabras.
Mattew ya se encontraba esperándome en el quicio de la puerta. Elijah lo miró de reojo.

—Vete, te esperan —me dijo.

—Prométeme que no irás a pelear con Nicholas y con Catriel —le digo —.Elijah, tú eres más inteligente que eso.

Él se rió.

—Lo soy, ¿verdad?
Yo asentí con la cabeza aunque profundamente no sabía si lo estaba diciendo enserio o no. Y elegí pensar que no mentía. Elegí pensar estúpidamente que no mentía.

¿Por qué será que el ser humano siempre busca que las mentiras no lo sean? Nos autoconvencemos a nosotros mismos de que nos dicen la verdad, que hay una única certeza y es la que nos ofrecen. Pienso que quizás somos un poco tontos, porque que incluso sabiendo que nos mienten, elegimos creer que no.

¿Por qué no me mataste?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora