Convivencia

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Faltaban pocos días para la luna menguante, mientras tanto, Erika en sus días libres, seguía visitando al señor Grad para este la entrenara. El viejo fauno, le enseñó a mejorar en peleas cuerpo a cuerpo y armas

- Recuerda Erika, si bien podemos ser unos expertos con una sola arma, nunca está de más saber utilizar otras. Incluso, una pequeña vara puede ayudarte a defenderte, sabiendo aplicar la fuerza necesaria.

- Entendido

- También, recuerda leer todos los movimientos de tu oponente, así podrás saber cuándo atacar o encontrar un punto débil que de la victoria o te permita escapar

En el caso de Chrome, el viejo fauno le mostraba sus enormes estantes llenos de nuevos y viejos libros sobre alquimia, algo que por primera vez capto la atención del joven sin que tuvieran que imponerselo

- No entiendo, si usted era de la Guardia Obsidiana, ¿Por qué tiene estos libros?

- Eran de mi amada esposa, Ivy, ella pertenecía a la Guardia Absenta

- Oh... ¿y no se molestara que los vea? - tomando uno

- No - el fauno suspiro - ella murió hace tiempo

- Lo siento - respondió Chrome apenado

- Descuida, sabes, como veo que tienes talento para las pociones. Pensé en mostrarte los libros para puedas complementar tus habilidades.

Chrome no dijo nada, solo abrió el libro que tenía en mano y al comenzar a leerlo, su mirada se iluminó. Era todo un manual de pociones y su duración, así como de ingredientes para su fabricación, donde y como obtenerlos. Grad sonrió al ver la emoción del menor.

Al día siguiente después de las prácticas, Erika tenía que evitar hacer gestos de dolor, si el entrenamiento con Valkyon era difícil, con el señor Grad lo era aún más. Y es que el fauno no solo la entrenaba físicamente, si no también mentalmente. Claro que ella no era la única, Chrome también fue "obligado" a entrenar.

Después de las prácticas, los chicos descansaban y se daban un baño en la casa de Grad, para no levantar sospechas. Ya que siempre argumentaban que iban de paseo a Balenvia, pero en realidad, el fauno los llevaba al bosque a entrenarse. Con el paso de los días, Erika demostraba un avance en su entrenamiento, eso causaba más extrañeza en Valkyon, ya que no la veía practicar en tiempo extra. Siempre la encontraba practicando esa relajante melodía.

- Erika

- ¿Si, Valkyon?

- He visto que has mejorado en tus entrenamientos así que... tal vez considere recomendarle a Miiko que te de misiones de rangos más altos fuera del cuartel

- ¿De verdad? - el moreno asintió - gracias

NARRA VALKYON

Creí que al decirle eso, Erika saltaría de júbilo, ya que después de llevar al pequeño kappa a su hogar, ella solo realiza misiones simples. Como dije, esperaba una reacción diferente, solo sonríe y se pone a tocar de nuevo esa melodía

- Por cierto, ¿de dónde sacaste ese instrumento?

- Lo compre en Balenvia, es una flauta transversa, son comunes en mi mundo. Así que no la pensé dos veces para tenerla

- ¿Te gusta la música? - me senté junto a ella

- Si - sonrió - me ayuda mucho sobre todo cuando estoy triste

MothraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora