Cuenta Regresiva: Crisálidas

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Días antes...

La habían notado algo rara, como si esperara a alguien o que algo ocurriera; pero solo ella sabía lo que recién estaba ocurriendo pero no la única. Erika, con ayuda del Oráculo, sintió que un ser terrible había llegado a Eldarya.

Eso quería decir, que Mothra entraría en acción, al igual que ella, por proteger Eldarya. Por ese motivo y a pesar de que eran un pueblo pacífico, los kappas comenzaron a entrenar y fabricar armas para al menos defenderse, así como pócimas curativas por si se necesitaban.

Aunque Erika deseaba que los kappas no se involucraban, ellos estaban decididos a pelear para defender su mundo. A su modo, Mothra les agradecía regalándoles hilos de su seda. Por su parte, Battra seguía destruyendo y desapareciendo pequeños pueblos, en especial a lo que se dedicaban a talar árboles. Naytili sonreía victoriosa, su plan pronto se llevaría a cabo.

Tiempo actual

Erika yacía cerca de la pequeña laguna donde terminaba la caída de la cascada, Mothra estaba a su lado, ambas contemplaban y escuchaban sonido del agua

- ¿Segura que quieres seguir siendo mi guardiana?

- ¿Por qué lo preguntas?

- Porque, siento que soy egoísta, no solo contigo, sino también con todos mis guardianes y guardianas antes que tú. Todos tuvieron que sacrificar lo más valioso para ellos

- No, los egoístas fuimos nosotros. Solos tomamos la decisión de renunciar lo que más adoramos sin consultarlo con alguien. Y hablo por mí, por el maestro Grad, por Karol y aquellos antes de nosotros

La larva se inclinó ante la joven, quien se abrazó a su hocico, durando así un buen rato. Por su parte, su espera por fin había terminado, faltaban unos pocos metros para llegar a la playa, decir que estaba ansioso era poco a cómo se sentía realmente, los demás tripulantes se preparaban para anclar. Una vez que el barco tocó arena, una rampa fue colocada y contrario a lo que pensaban, había quienes los esperaban: el maestro kappa, Kero y algunos aldeanos más.

El chico unicornio, aunque se moría de nervios, se mantenía firme cuando se vio de nuevo cara a cara con Miiko, Ezarel, Valkyon, Nevra y el resto que los acompañaba. Los guardianes de Eel, estaban asombrados al ver al normalmente pacífico pueblo de los kappas como si estuvieran listos para atacar. Como su líder, Miiko dio un paso al frente para hablar

- Saludos maestro Kappa

- Saludos, señorita Miiko, ¿a qué debemos su visita?

- Como ya debe saber, hemos venido por tres desertores de la Guardia de Eel. Así que amablemente, les pido que nos los entregue. Uno de ellos está con ustedes; ayudó a escapar a dos prisioneros

- ¿Y de que se les acusa?

- Ocultar la presencia de una criatura que representaría una amenaza a la Guardia y toda Eldarya

- Ya veo, bueno, lamento informarles que aunque ustedes ayudan a mi gente; sus reglas no se aplican en mi pueblo.

- ¿Qué?

- Ellos llegaron pidiendo asilo y se los hemos concedido, así que como entenderá, no pueden llevárselos

Miiko frunció el ceño y antes de poder decir algo

- Miiko, espera - la interrumpió Huang Hua - maestro Kappa

- Dama Fénix

- ¿Cree que podamos hablar con sus refugiados? - sonriendo

MothraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora