Redención (1era parte)

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- Aun estas a tiempo de enmendarte

Una suave mano acaricio su fría mejilla, la cual volvía a ser humana, ya una vez en esa forma no la retiro, pero seguía viéndola con enojo. Ella al verlo, solo sonrió triste y apunto de retirarse

- ¿Por qué?, ¿Por qué aceptaste el sacrificio? – unas lágrimas amenazaban con salir - ¿Por qué nos abandonaste?

- Para que tu y tu hermano pudieran tener una vida tranquila sin miedo a ser perseguidos

- Pero podrían...

- ¿Buscar otra alternativa? – sonriendo – créeme que la buscamos, pero el tiempo se terminaba así que dragones y los pocos aengels que se sacrificaron aceptamos nuestro destino

Lance no pudo más y comenzó a llorar para ser consolado por una mujer de piel morena, cabello castaño rozado y ojos turquesas como los suyos. Ella lo abrazo con ternura

- Imagino que sabes quién soy – el joven asintió – entonces...

- Lo hice porque no me pareció justo y por este maldito mundo...

- Al maldecir este mundo nos maldices a nosotros. Y ella hizo lo mismo que nosotros, cumplir con su destino, pero aun después de la muerte...

El peliblanco recordó ver el espíritu de Karol, hablándole y sonriéndole a Valkyon como cuando estaba viva, enfrentarlo para evitar que destruyera el cristal y protegerlo cuando el capullo se había roto. La mujer al verlo, sonrió

- Como dije, aun estas a tiempo de enmendarte, ayudar a tu hermano y salvar a este mundo

- Yo...

- La ira, la tristeza y los celos nos llevan por malos caminos. Pero al arrepentirte puedes volver a encontrar tu camino.

Pudo escuchar la risa de la bestia que el mismo había llamado, mientras tanto, Erika se ponía de pie

- Erika, ¿Qué vas a hacer?

- Cumplir con mi papel, como...

- DE NINGUNA MANERA

- Valkyon...

- ¡Chicos!

Antes de que la castaña dijera algo, Chrome, Kya, Cryllis, el maestro Kappa y Karuto se acercaron a ellos

- Chrome...

- Lo siento, pero sentí que debía estar aquí – extendiéndoles el bulto

- ¿Qué es eso?

Valkyon y Erika pusieron su vista en Miiko, Kero, Nevra, Leiftan, Ezarel, Huang Hua y Feng Zifu, la castaña miro a su esposo, quien asintió para descubrir lo que tenían en las mantas

- Eso... es lo que creo que es...

- Si Kero – sonrió Erika – es un huevo

- Con temor a enterarnos, ¿de quién es?

- Nuestro – respondió el peliplata – con ayuda de Mothra

- Pero ustedes, ¿Cuándo?, ¿Dónde?

- No es momento para eso Leiftan – interrumpió Miiko - ¿Qué es lo que vamos a hacer?

Pero Erika solo abrazo a su huevo con ternura, el maestro Kappa hablo serio

- ¿Estás segura?

- Si, por el o ella y todos los que murieron en esta batalla

MothraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora