El Momento Llego: Valkyon

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Grecia, año 600

Hera, considerada una diosa por los humanos, en realidad era una hechicera que de alguna forma me lanzo un encantamiento para ver a mi familia como enemigos. No recuerdo como sucedió, cuando al fin reaccione; mi esposa, mis hijos y mis sobrinos estaban muertos.

Yo mismo me auto exilie hasta que acudí al Oráculo de Delfos, ahí tuve que ir con un rey humano, llamado Euristeo quien era un seguidor de Hera y como ella me odiaba. Esperando a que muriera, me puso a realizar tareas que nadie realizaría. Yo las acepte.

Cuando termine la misión de asesinar al León de Nemea, comencé a tener extraños sueños: en ellos, yo estaba en la profundidad del mar, lo más extraño era que podía respirar bajo el agua. Sin embargo, cuando trataba de caminar, inmediatamente ocurrían temblores que no sabía de donde provenían porque siempre despertaba antes de saber quién o que los causaba. Este sueño se repitió muchas veces, hasta que supe de su existencia, Ghidorah.

Solo había escuchado de un dragón de tres cabezas que destruía todo lo que veía sin importarle nada. Así que, Euristeo me ordeno ir por él, sin embargo, algo me decía que no podría combatirlo solo. Algo me decía, que la respuesta la encontraría nuevamente en Delfos o mejor dicho, en una de las cuevas cercanas al lugar.

NARRACIÓN NORMAL

- ¿Qué sucedió? - pregunto Valkyon

- Es mi turno para que conozcas mi historia, porque, termina casi de la misma forma que la de Hércules-san

Valkyon miro al griego quien solo asintió, pero el moreno solo bajo su mirada llamando la atención de ambos guerreros

- ¿Tienes a alguien por quien pelear o proteger? - pregunto Hércules

- Ambas - respondió Valkyon al mismo tiempo que apretaba los puños

- Pero también tienes una gran pena en el corazón, ¿no es así? - pregunto Susanoo

- Aunque peleare para proteger a Eldarya, quiero hacer lo mismo y salvar a la mujer que amo y mi pena... - apretando más sus puños - es que mi hermano fue quien trajo a Ghidorah...

- ¿Cómo se llama tu hermano? - pregunto el japonés

- Lance... el fingió su muerte, oculto su identidad bajo una máscara y ataco nuestro hogar y yo...

- Sé que duele enfrentar a tu propia sangre - siguió Susanoo - pero cuando debes enfrentar a tu enemigo, no debes tener dudas y menos si quieres salvar a quien dices amar

Japón, año 720

Jamás olvidare cuando espere a que mi padre entrara en el sueño divino, para retar a mi hermana, Amaterasu a una competencia, donde ella resulto ganadora. En mi arrogancia, asesine y descuartice al Caballo Celestial y una de sus doncellas también murió, eso la asusto y se encerró en una cueva de un lugar llamado Yamato Iwamo. No imaginaba lo que había provocado.

Mi hermana se negó a salir, ya que era como una especie de castigo hacia mí, pero yo no hice mucho caso. Eso provoco que el consejo de ochocientos dioses me condenara al exilio. Vague por la región de Izumo, donde comencé una vida parecida a los humanos. Ahí comencé a padecer lo que ellos sufrían: el acoso de familiares y faerys nocturnos que perjudicaban a humanos y faerys pero algo peor apareció... Ghidorah, quien uso su poder para destruir el mundo humano. Nadie quería confrontarlo, hasta que yo decidí combatirlo.

NARRACIÓN NORMAL

- El resto de la historia ya conoces y como Hércules, también empecé a tener sueños done Gojira-sama aparecía y me indico que hacer para enfrentar a Ghidorah

MothraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora