*Capitulo 30
-¡Max…vuelve!... ¡enserio no te quise ofender! ¡Amor mío vuelve! ¡Te juro que a la próxima no te llamo pulgoso!… Me lleva, porque le llamaste pulgoso a tu amigo, eh? Ahora vas y lo arreglas.
Estas platicas entre mi otro yo y mi perro se estaban volviendo comunes en mí, la gran casa sacaba mi lado paranoico más seguido de lo que quisiera.,
Subí las grandes escaleras de madera y vire a la derecha, donde había acomodado la habitación de aquella bestia peluda, cuando entre el muy concha estaba mordiendo su hueso y me ignoro olímpicamente cuando me senté a su lado.
*genial, ahora va de que un perro es inteligente y si se ofende -.-*
-Maxi… ¿quién es mi consentido?, ¿Eh?, ¿Eh?
Nada, maldito pulgoso, ¡quiere que le ruegue!
-Maxi, hagamos un trato, yo no te vuelvo a llamar pulgoso si tu no muerdes mis calcetines… ¿en un trato?- el perro siguió mordiendo aquel hueso.
Suspire frustrado, ¡porque los perros tenían que ser tan chantajistas! Me pare y agarre su correa de fierro forzado, y las agite, haciendo sonar aquella cadena. El perro de inmediato dejo el hueso y empezó a mover la cola, ¡el sabia! -.-
Con una pizca de resistencia, le puse su collar y después enganche la cadena, y ya estábamos listos… un Golden Retriever de 5 meses y un chico de 18. Una escena normal en aquel paranoico rancho.
Últimamente todo era así, desde aquel escape esta era mi vida… era un simple chico de ciudad que se había cambiado hace 4 meses…
-¡Ey Louis!- una chica menuda de estatura mediana y hermoso cabello castaño pasaba enfrente de nosotros- y ¡Hola Max!
Sonreí, al parecer Max y Tessa habían entablado buena comunicación desde el principio, parecía que el perro la quisiera más a ella que a mí.
-¿y que los hace salir tan temprano?
-Max se enojo conmigo y lo compenso sacándolo a pasear…
Ella río, en cierta forma su risa era adorable, hacia que algo en mi quisiera reír, aquella chica fue la primera en atreverse a hablar con el “nuevo del vecindario” y con mucha amabilidad eh de decir.
-¿te puedo acompañar? Si quieres puedo traer a Bombon y así te olvidas del pequeño gruñón un rato.
-¡Te amaría si lo hicieras!
Bombon era el labrador hembra de Tessa, desde el primer instante en que Max y la cachorra se vieron parecía que ella lo controlaba a él, así que era una graaaaan ventaja tenerla de amiga.
La castaña corrió a su casa, que estaba al lado de la mía, y en cuanto abrió la puerta blanca, un hermoso ejemplar de labrador, salió volando hacia nosotros. Solté a Max y lo deje ir con la cachorra, que en cuanto se encontraron empezaron a correr juntos, cerca de nosotros obviamente.
Tessa se acerco a mí y sonrió, viendo la escena con enternecidos ojos.
-¿me acompañas al súper?- le pregunte, ya que al parecer estaba tan aburrida como yo.
-¡me encantaría!- sonreí, y al instante forme un brazo en forma de V, dejando que ella colocara su brazo en el mío.
Caminamos por unos cuantos minutos hacia un parque, íbamos hablando de docenas de cosas, claro las habituales a un rancho… ¿te gustan los caballos? ¿Has trabajado levantando huevos de gallina? ¿Quieres ir a cabalgar alguna vez?
Las típicas preguntas. Excepto la de siempre, que yo no contestaba. ¿Tienes novia o enamorada?
En esa pregunta yo siempre sacaba a relucir mi instinto brillante, esquivando el tema como un campeón.
Narra ____
-Y ¿Qué vas a querer de comer amor?
-no tengo hambre…
-oh vamos ____ ¡esa no era la línea! ¿Estás concentrada? Acuérdate que esta obra la tenemos que representar ¡mañana!
-amm, si ya está ya esta, es solo que llevamos practicándola todo el día Niall…
-Ok, si quieres podemos descansar.
-Te lo agradecería.
El se recargo en el sillón y como ya era rutina, me deje caer encima de el, sentada en sus piernas y sus brazos alrededor de mi cintura.
-¿Qué tienes? Te eh notado distante últimamente…no será por Louis de nuevo...o si?
Aquel nombre me causo un estrago en mi pecho, lo extrañaba como los mil demonios al infierno. Pero él se había negado a hablarme, o a contestarme mis cartas. Solo hablaba con Zayn y su madre. Sin poder evitarlo una lágrima se escurrió por mi mejilla y recargue mi cabeza en su pecho, dejando que la lágrima se evaporizara en su camisa.
-Lo extraño, Niall
-Ya pasara, tal vez el lo hace para que sigas tu vida… -me abrazo más fuerte, colocando su cabeza en la mía.
-No es fácil olvidar a alguien que te amo y lo amaste tan fuerte… quisiera poder hacerlo.
Sentí su cuerpo tensarse debajo del mío, y una risa tranquila retumbo en su pecho.
-hemos tenido tantas veces esta plática ___, y siempre acabamos con el “deberías intentar por lo menos”.
Me quede pensativa un rato, era totalmente cierto, y aunque siempre decía que lo iba a intentar, nunca lo intentaba. Pero aquel castaño de ojos azules seguía clavado en mí ser, como ningún otro.
Gruñí a mis adentros, el debe de estar revolcándose con alguien y yo aquí, derramando mil lagrimas por él. Grandioso.
Lentamente me senté en Niall, de forma que mis piernas quedaran al lado de su cadera y que nos viéramos cara a cara. El me sonrió con aquella sonrisa suya, y solo sentí sus dedos entrelazarse detrás de mi espalda.
-¿Qué paso marciana?- pregunto con cierta diversión en sus ojos.
No conteste y envés de eso coloque mis labios en los suyos, el se resistía en los primeros segundos, pero luego él fue quien intensifico aquel beso.
Pronto sentí sus brazos acercarme más a el, y yo solo pude rodear su cuello con los míos, dejando mi pecho en su cuello.
-___ esto no está bien…no quiero parecer que te estoy usando… más ahora que estas mas confundida- suspiro, dejando que su aliento llegara a mi pecho en un santiamén.
No quería que se detuviera, si de esta forma yo podría olvidar a aquel de ojos Azules, lo haría.
No conteste y simplemente lleve mis manos a la hebilla de su cinturón, lo desabroche y luego pase al botón de su pantalón.
-No quiero que pares Niall…
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