Capítulo V

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Pov's Fumikage.

Troncos simulaban la muerte, salían de tierra negra como el infierno y crecían añorando el cielo que les prometieron. Secos por falta de amor que el mundo no les dio, con ramas tan arrugadas como las manos de la más vieja de las brujas. Yo estaba allí, en las ramas malditas.

Solo.

Solo con el murmuro.

Todos los seres a mi alrededor emitían magia, contaban una historia abstracta, un murmuro apreciable solo para los que pisaban estas tierras. Por eso la gente se rehusaba a entrar y escuchar el quejido de los árboles. Me gustaba mi hogar y los susurros que dejaba en mi oído. Sé de quien opina lo mismo.

Pero ahora solo tenía a ese rubio excéntrico. O raro más bien. No lo entendía la mayoría del tiempo. Mas la expresión que me dedicó indicaba que algo no iba bien. Indicaba una sola cosa: miedo.

Lo seguí en silencio. Pude notar la aglomeración de seres de luz y oscuridad bordeando el camino, sus ojos fijos en el mismo individuo.

Silencio.

Un muchachito de cabello rizado, algo bajo y tembloroso empuñaba erróneamente una espada de madera. Pero todos estábamos aterrados.

Aquel chico no emanaba magia alguna.

Tierras no tan lejanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora