Capítulo 2

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Todo esto comenzó hace muchos años atrás. Estaba terminando el colegio, solo me faltaban 2 meses, y mis padres; así como mis familiares querían que estudie Arquitectura. La carrera de mi padre. Yo tenía otros pensamientos – (Riendo) en parte por mi abuelo. Gran guitarrista de huaynos en la región de Ayacucho. Mi abuelo tocaba la guitarra al derecho y al revés. Pero bueno.

Yo cumplía 17 años aquel 04 de noviembre del año 1999. El tema fue que mi abuelo esa tarde de sol me llamo a su habitación. Recuerdo que eran ya sus últimos meses de vida, pobre como lo extraño a veces. Qué en paz descanse su memoria. Pero cuando entre él estaba muy alegre de verme y tramaba algo.

-Pasa hijo, ven.

-Hola abuelo, ¿Cómo estás?

-Ven aquí déjame abrazarte y besarte – Abrazándome.

-Tengo esto para ti – mostrándome una hermosa guitarra.

Recuerdo quedar perplejo. No sabía como reaccionar. Me dijo que aprendiera y que sabía que lo lograría. Estaba feliz, fui corriendo a mi habitación a tocarla y rasgar lo poco que sabía. Pero en sí, no sabía nada – (Sonriendo) ese día comenzó todo.

Cómo era de esperarse papá estaba un poco serio, porque no quería que fuera músico. Y es la verdad. Casi nadie quería que lo fuera. Al terminar el colegio vino el interrogatorio familiar. ¿Qué vas a estudiar? - Qué se prepare en la universidad - Qué vaya a la academia – ¿Dónde va estudiar? En fin, estaba atacado por todos los flancos. Eso me ponía nervioso y molesto. Pero de mi madre, mi prima y mi abuelo. Siempre había palabras de oxígeno. Siempre.

Hasta aquí, nunca había explorado otros caminos. Me refiero a tener muchos amigos, conocer gente. La mayoría de mis amigos se iban a Lima a estudiar y estaba bien por ellos. No los vería después en años. Tacna es un hermoso lugar, en casi todo mi año escolar de primaria a secundaria participa en actuaciones. Bailaba, actuaba, me disfrazaba y cantaba. Buenos recuerdos. Pero del amor y la suerte no había nada. Siempre perdía en juegos y mis amigas nunca se fijaban en mí. Tal vez me sentía frustrado, pero no triste, pero ya cuando salí del colegio vendría lo bueno (Riendo).

Cuando realmente hablé con mis padres a solas en mi jardín, fui claro.

-Y dime ¿Qué vas a estudiar Iván? – pregunto papá.

-Quiero ser cantante.

-Hijo papá hablo de una carrera, algo con lo que puedas vivir. Yo se que te gusta tocar y el abuelo te regalo tu guitarra. Pero es un hobby. Yo si respetaré lo que decidas y te voy apoyar siempre - dijo mamá.

-Mamá, quiero cantar; quiero ser famoso y tocar la guitarra tan bien como el abuelo.

Mi padre interrumpió lo que decía...

-Iván, yo quiero que estudies Arquitectura. Y vas a estudiarlo, o acaso quieres morirte de hambre con esa guitarra. No pues hijo, debes ser un profesional.

-Pero papá, quiero cantar y tocar.

Sí, tal vez en ese momento yo no tenía las palabras adecuadas en responder. Pero sentía dentro de mí, que debía tomar ese camino. Total, mi padre no quiso y no había más que hacer. Iría a la academia del centro de la ciudad y me prepararía para la universidad y todo ese rollo. Mi madre me encontró llorando cerca a mi ventana tocando y rasgando la guitarra. Me abrazo y beso. Esa noche falleció el abuelo.

Los días pasaron rápido recuerdo. Pero yo insistía en cantar y tocar la guitarra. Los primeros géneros musicales que llegaron a mi eran los huaynos, las baladas románticas (Por mi prima Alejandra) y el rock. Mi madre era una romántica de antaño. Escuchaba muchos cantantes buenos. Mi padre coleccionaba sus discos de vinillo y algunos casetes, él decía que los Vcd, Dvd y Mp3 estaban matando la música. Y que era más libre con sus discos y sus casetes. Cuanta razón tenía mi viejo. Yo era el diferente el grupo de amigos de barrio, casi todos tenían su Mp3 y escuchaban el genero de reguetón. A mi me gustaba, pero no era de mi agrado.

Todas las noches tocaba la guitarra, me compre algunos libros que se hacían llamar "Alone Music" y venían canciones de otros artistas. A parte traía un pequeño libro de acordes, con notas en Bemol para practicar. Sin darme cuenta yo era muy autodidacta. Pero igual debía ir a la academia de la universidad. Mi padre estaba feliz porque iba a estudiar arquitectura. Bueno fue una navidad muy triste sin el abuelo...

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