¡Good Luck! ✅®️

Capítulo 10

- ¿Julia? – dije.

-Hola Iván ¿Qué haces por aquí? – me dio un besito en la mejilla.

- Aquí, vine con mi prima.

Mi cabeza no entendía que hacía ella allí. Claro también quería preguntarle sobre su "Enamoradizo Miguel" cada vez que recordaba esa escena del beso me incomodaba.

-Tus ojos están rojos creo... ¿Has llorado?

- ¿Llorado? No, claro que no. Me entro algo y ya.

-Asu, todo te pasa a ti.

-Tu viniste seguro con tu "Enamorado"

- ¿Enamorado?

-Sí, bueno Miguel, así se llama ¿No?

Fue algo que no debía decir créanme. Ella me miro fijamente y sabía que yo había visto ese beso. No sé cómo, pero lo sabía. Pero sin más que decir sonó una de esas canciones de salsa romántica y me jalo a bailar. Mientras bailábamos hablamos al oído.

- ¿Por qué dices que Miguel es mi enamorado?

Yo estaba tan sensible y tarado, que le dije la verdad.

-Vi que te beso en el parque.

-Estas siguiéndome entonces.

-No, solo pase por allí. En serio.

-Ese idiota me beso a la fuerza.

- ¿Cómo?

-Si quería estar conmigo antes, pero no siento nada por él. Es solo un amigo.

¡Stop! – pensé – Entonces todo era una falsa alarma y yo, llorando como niña desamparada. El tema fue que estaba allí con ella en una fiesta, bailando. Todo en mi cambio en instantes.

-Entonces ¿No te gusta?

-Claro que no, bueno como enamorado no. Pero es lindo en algunas cosas.

-Bueno yo pensé...que tú y él...

-Hay Iván, si no, no estuviera aquí...por cierto tu ibas a salir con ¿Soledad? Creo me dijiste...

Como dicen las mentiras tienen patas cortas y en ese instante las tenían. Tenía que decirle o inventarle algo.

-Sí, está por allí...y con ¿Quién viniste?

-Con unas amigas.

-Pero dime ¿Por qué lloraste?

-No llore solo me entro algo y ya.

-Estás más chinito - sonriendo.

- ¿Chino? No...soy feo ya por naturaleza.

- ¿Feo? No eres feo...

-Bueno, disculpa no soy feo.

- Eres distraído...

Esa noche la pase muy bien sin querer, todo lo que ella pueda decirme era valido. Bailamos conversamos de todo y sobre todo me repuse de algo que había invadido en mi mente y corazón. Algo que era falso. Como al otro día era domingo, la invite a salir a caminar por la tarde. Y poder conversar mejor. Está vez acepto y hasta me dio su número de teléfono. Si este sábado se presentó la suerte, en el domingo tenía que aparecer...el amor.