ENTRE EL TIEMPO Y EL AMOR | HOPEV

13. El encuentro de Jimin y Namjoon.

Revolvía con suma calma el café con leche que tenía entre sus manos, el ambiente olía a pan caliente y el silencio era buen acompañante. Estaba preparando el desayuno, su estómago rugía de hambre. ¿Sería egoísta alimentarse solo? Cuando iba a dejar la taza en la mesa de mármol negro de su extensa cocina, notó la figura de Kim Taehyung, con las mejillas sonrojadas, parado allí en el marco de la puerta.

Contuvo la respiración para no gemir, algunos rayos de luz daban en su lado derecho haciéndolo parecer como un ángel despeinado vestido únicamente con una camisa. Sonrió, le quedaba ancha y alcanzaba a cubrir su ropa interior (si es que la traía puesta).

—Buenos días —murmuró avergonzado—. No encontré mi ropa así que saqué algo suyo, espero no molestarlo señor Jung.

"Me molesta más el deseo de querer follarte otra vez, mi muñequito" pensó perverso antes de indicarle la mesa.

—No me molesta, muy por el contrario —la sonrisa tímida del muchacho caló hondo en su corazón, ¿cómo podía ser tan adorable y caliente a la vez?—. Siéntate, tomaremos el desayuno.

El príncipe acercó su mano a un taburete pero cuando se sentó en la superficie frunció el ceño y sus mejillas se pusieron aún más rojas. Hoseok sonrió bobaliconamente y no se daba cuenta.

—¿Es normal que me duela la cadera y... allí atrás?

—Absolutamente muñequito, fue tu primera vez y anoche tampoco fui muy delicado, espero me perdones —Taehyung sostuvo la taza y meneó el rostro.

—Es... espero se repita —susurró mirando al modelo por sobre la taza de leche con café que bebía.

Podía relegar a segundo plano cualquier necesidad fisiológica como el alimentarse, sostener al muchacho y devorarle cada centímetro de su cuerpo en cualquier superficie disponible como un sofá o una pared, pero no quería que el pequeño gastara energía si no tenía una buena reserva de glucosa en su sangre. Por supuesto que se repetiría, oh sí, de eso no había duda.

Conversaron cualquier cosa que se les venía a la mente pero incluso cuando eso no tenía sentido ambos parecían estar en armonía y en un buen estado anímico. Sostuvo una cuchara y sacó un pequeño trozo de cheesecake para ofrecérselo al muñeco, la manera en la que lo aceptaba alegre lo hacía lucir como un niño con su caramelo

—Señor Jung —limpió sus comisuras labiales con arte, era todo un experto en modales—, el lunes empiezo con las ayudantías en la universidad y necesito hacer algunos cambios como ropa adecuada —apretó sus dedos—. Se me acabó el dinero que usted me ha obsequiado, pero... si... puedo devolverlo en cuanto me paguen.

—No necesitas devolverlo, cuando acepté que te quedaras en esta casa eso incluía cubrir toda tus necesidades, incluyendo el dinero —sonrío para alentarlo, el muchacho realmente parecía conflictuado—. Si quieres puedo acompañarte a hacer esas cosas, tengo toda la tarde completamente disponible, yo... realmente quiero remediar lo mal que me porté anoche, ni siquiera debí gritarte.

Taehyung bajó la mirada, se paró del taburete y cuando estuvo al lado del modelo sostuvo su barbilla y lo besó hambriento. Hoseok se sorprendió de la iniciativa del muchacho así que tardó un poco en abrazarlo por la cintura y chupar sus labios jadeante, no sabía qué tenía ese hombre pero a pesar de la diferencia de estatura y que fuese 9 años menor, en ciertas ocasiones tenía la autoridad. Cuando descendió las manos hacia la zona de su trasero se dio cuenta que no traía ropa interior y el gemido brotó de sus labios. Mierda.

—¿Eso es un "perdóname"?

—Absolutamente —frunció el ceño—, perdóname por favor —Taehyung descendió el rostro y tomó su boca una vez más, Hoseok aceptaba la delicadeza de su beso como un manjar divino. ¿Por qué tenía que ser tan delicioso?