10. Salida con el muñeco.

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Jimin no era tonto, si él no entendía lo complejo de la situación mucho menos lo entenderían los familiares de Taylor que se asustarían al ver una persona idéntica frente al muchacho. Sí, entregarle una mascarilla era la solución para ocultar en lo posible su identidad.

Minutos después y en silencio iban ambos en la parte trasera del taxi, Kim quería decirle al muchacho que dejara de derramar lágrimas porque todo se resolvería. O al menos eso creía.

—Ponte esto —secó sus mejillas antes de hablar—. Si yo no entiendo lo que pasa la familia de Taylor tampoco, si yo me perturbo, ¿no crees que a ellos les pasará algo peor?

—Lo entiendo —se colocó la mascarilla negra para tapar su boca y nariz, por un segundo recordó al guerrero que cubría su rostro—. ¿Qué le dirá a la familia de ese muchacho?

—Cuando esté frente a ellos se me ocurrirá algo, tú no te preocupes, sin embargo... ¿Por qué quieres verlo? —Park sentía que su cabeza explotaría ¡Pero si hablaba con Taylor!, "no" dijo tajantemente en su cabeza, este "Taylor" era otro, ilógico e irreal pero así lo era.

"Uno, dos, tres, respira profundamente, cinco, seis, siete vota todo el aire lentamente". Era lo que el príncipe heredero repetía en su cabeza para disminuir la ansiedad que estaba sintiendo, el calor de su cuerpo se intensificaba, era la segunda vez que sentía tanto pánico en su vida, bueno, quizás la tercera si contaba la agresión del Rey Kim Gyuwoon y la aparición en el hogar de Jung Hoseok.

Jimin le pidió encarecidamente que fingiera hablar igual que una persona cuando está resfriada, no podrían darse cuenta de quién era. Con esas instrucciones llegó al piso de donde lo tenían internado, afuera en el pasillo había una mujer de pelo negro ondulado que leía un libro  acompañada de un niño de 10 años más o menos. Al percatarse de su presencia, la señora Kim se levantó del asiento y abrazó al rubio tan cálidamente como le era posible, pero cuando miró al acompañante de este no pudo verle el rostro con claridad.

—Señora Kim, le presento a Taehyung, es un amigo mío —el príncipe tenía una gorra en la cabeza—. Ha estado rezando por Taylor todos los días, no se encuentra bien pero ha venido a verlo unos segundos, ¿es posible entrar?

La situación era irónica, ¿cómo reaccionaría al enterarse que frente a ella estaba en carne y hueso la vida pasada de su amado hijo?

—Claro que sí, muchas gracias Taehyung —el muchacho se mordió la lengua para no llorar, se sentía sucio porque estaba mintiendo y eso no eea propio de él, de hecho no era propio de nadie.

—Gracias a usted por permitirme ver a su hijo —el hilo de su voz era provocada por la pena al ver tan inocente mujer, la otra causa era el pavor de encontrar la respuesta a sus dudas.

Park Jimin caminó a su lado, le abrió la puerta e incluso la cerró, para él también era difícil porque esto estaba fuera de toda lógica, si este muchacho no era su Taylor, no era su hermano gemelo ni tamooco el alma que había salido de su cuerpo, ¿entonces qué era? El príncipe heredero, que tenía los ojos cerrados por el miedo, decidió abrirlos cuando el rubio le quitó con cuidado la gorra y la mascarilla.

—¿Es esto lo que querías ver? —se permitió un segundo al mirar el cueroo de su mejor amigo y el del extraño frente a él. ¡Eran mucho más que idénticos! Tanto que sentía que se desmayaba. Como no se movía, como no hablaba, lo tomó de una mano y con delicadeza la dejó sobre la frente de su mejor amigo que dormía—. Él es Kim Taylor, mi luchador, el hombre que merece al mejor a su lado —sonrío con angustia cuando recordó el terror con el cual Taylor le contó que le gustaban los hombres.

¿Cómo debes reaccionar cuando tocas con tus dedos a tu propio yo? ¡Mierda! Allí mismo estaba él pero con ropa de hospital "durmiendo", tenía conectado en su brazo una vía con suero y una máquina que cada ciertos minutos revelaba signos vitales. Su pelo despeinado y "rojo" estaba esparcido por la almohada, sus labios estaban rosas pero su piel pálida y sin vida. No había espacio para dudas ni cuestionamientos. ¡Él también estaba reencarnado en un hombre idéntico y con el mismo apellido!

ENTRE EL TIEMPO Y EL AMOR | HOPEVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora