cap 18. la prueba de embarazo

19 4 0
                                    


Esa voz es suficiente para que me aleje de Monty que está encima de mí en la cama, no me di cuenta cuando llegó aquí, ¡Mierda!.

— pensé que...— siguió hablando César, sorprendida y asustada lo veo

— ¿Qué haces aquí..? — pregunté en pánico

— ¿Ya no sales con mi hermano? — preguntó confundido, siento mis mejillas arder

— yo..

— no importa, sal rápido de aquí — dijo recordando a lo que venía — venimos enseguida cuando recibimos un mensaje, Zaid aún no llega

¿Qué?

No comprendo lo que dice

— ¿De que habla? — preguntó Monty y me puse de pie para seguir a César y dejar a mi pobre amigo

Lo sigo por qué me extraña todo esto, a de ser serio para que haya venido

— ¿Puedes contarme que pasó? — pregunté mientras bajamos los escalones

— una amenaza, diciendo que saldrías herida, por eso venimos — informó — Zaid se está encargando de todo, te pondré a salvó

— llévame a casa, estaré bien ahí — pedí y asiente con la cabeza

Minutos después llegamos a casa, y lo veo teclear en el celular como avisando a Zaid.

— ¿Quieres pasar? — pregunté y me mira dudoso pero asiente

— tengo que asegurarme que estés bien — me río y me acompaña — ¿Ese es tu amigo? — lo miro mal porque se que se refiere a Monty

No digo nada y entramos a casa donde está mamá con una vecina, conversando, supongo que tomando café.

— es un amigo, ¿Quieres tomar agua? — le dije a mamá para después preguntarle a César

La vecina lo revisa de arriba abajo, impresionada con él, ahora no quiero imaginar si ve a Zaid.

— estoy bien — dice modesto

— ¿Seguro? — preguntó mamá y el asiente con una sonrisa — ¿Por qué tan temprano? — me pregunta

— no me sentía muy bien — mentí que no es del todo mentira

— eso lo noté muy bien — dijo burlón César y le recrimine con la mirada, ¿Qué tanto puede cambiar una persona de la noche a la mañana?

Otra vez, siento náuseas y me pongo a pensar en la cerveza pero es imposible si, solo tome tres vasos, tampoco es mucho aunque si se me sube pronto y como apenas me estoy acostumbrando.

Corro de nuevo al baño, con la voz de mi mamá preguntando si estoy bien.

(Narrador).

La señora al igual que todos la observan, César confundido y las señoras no tanto, si no con sospechas.

— ya salió el paquete — dijo la vecina a Elena quién asiente con la cabeza molesta y luego mira a César 

— ¿Eres hermano del tal Zaid? — preguntó y él la mira con sorpresa para después afirmarle — diles que tengan cuidado — le guiña un ojo cuando Scarlett sale del baño

César con el ceño fruncido, para volver a ver a Scarlett y preguntar si está bien

— estoy bien, solo...la cerveza — dijo confundida

— debo irme, cualquier cosa, llama — le pide y ella le sonríe para calmarlo

Se quedan solas y la mamá enseguida la mira mal, la chica frunce el ceño evitando su mirada, come un pepino de la mesa que estaba en un plato

Elena sin pensarlo saca algo de una caja para mirar a su hija.

— no voy a volver a preguntar, por qué ya es más que obvio — dijo y Scarlett levanta la cabeza confundida y se sorprende al ver lo que tiene en la mano

¡Una prueba de embarazo!

—¿Qué haces mamá? — preguntó negando con la cabeza

— sabes bien lo que sucede, y todas las señales están ahí, yo te advertí que te cuidaras — le riñe — ¡Y ahora quién sabe que suceda con ese muchacho!

— no.. no me voy hacer la prueba de embarazo, ¡Mamá! — se quejó Scarlett cruzándose de brazos y ambas se retan con la mirada.

(Scarlett).

Minutos después, mamá me obligó hacerme la prueba, estoy en el baño temblando de los nervios por lo que pueda salir de resultado, miro el test con miedo de saber lo que hay y no le entiendo pero leo las instrucciones y sale positivo, abro la boca estampando mi espalda a la pared, de pronto lágrimas quieren salir de mi, intento controlarme pero no puedo.

¿Qué voy hacer?

No puedo embarazarme tan pronto.

Muchas dudas y preguntas vienen a mi mente, ¡Como fui tan descuidada!

— ¿Todo bien?, ¡Ya tardaste! — preguntó mamá y no quería salir pero mentirle sería imposible

Abro la puerta lentamente y me mira atenta para luego ver la prueba de embarazo y arrebatarla de mis manos para ver el resultado. Su gesto se endurece para luego verme y me sorprende lo que viene. Alza su mano para darme una buena abofetada que me hace ladear la cabeza sorprendida, las lágrimas salen de mis ojos por el dolor de todo lo que está pasando.

— yo las.. dejo — dijo la vecina para salir de la casa, nadie la escucha y mamá muy enojada viéndome decepcionada

— ¡¡Te dije que te cuidarás!!, TE LO ADVERTÍ — gritó histérica — ahora como crees que vamos a mantener a un niño, ni sueñes que lo voy a ser yo, dejaras la escuela

— no, ma, yo...— tenía la voz quebrada y no podía pronunciar palabra

— ¡Ese idiota! — frunso el ceño por el insulto — tenemos que hablar con él y que se haga responsable

No, me calmo tomando aire y pensando las cosas, un narco no puede cuidar a mi hija, pero tampoco quiero estar sola.

— abortar — pronuncie y ella niega con la cabeza y casi creí que me iba a dar otro golpe

— ¡Jamás!, No soy inhumana para tal cosa, siempre debes ser responsable — dijo y me sugiere que es mejor darlo en adopción

Camino por la calle, salí a tomar aire para pensar las cosas con claridad, necesito despejarme, le conté a mamá lo de Zaid y me dió esas dos opciones que es, hablar con él o darlo en adopción. Y no tengo ni idea, tengo la cabeza echa bolas.  Camino por la misma plaza que es donde lo conocí, aún lo recuerdo bajo la lluvia. Sonrío y dejó de hacerlo al ver a un tipo frente a mi.

— ¿Feliz? — una voz desconocida preguntó y fruncí el ceño, los pelos se me erizan indicando peligro

De pronto salen más tipos y me comienzan agarrar para meterme a la camioneta, grito pero es inútil ya que es de noche y está solo aqui. Me ponen algo en la nariz y forcejeo pero pronto mis ojos se cierran.

Escucho voces masculinas hablar, no comprendo lo que dicen, mis ojos se abren poco a poco con pesadez, la cabeza me duele cuando me acomodo. Veo que estoy en una habitación con un sofá solamente que es donde estoy yo, está casa parece abandonada, unos tipos se giran hacia mi y él que ví de frente en la plaza se acerca a mi para tomar mi barbilla con dureza y sonreír de boca cerrada.

— despertaste, solo necesito que tú novio me entregue lo que es mío y es todo — contó y me asusté al imaginar que no va a terminar bien — no debe tardar en llegar

— ¡Ya está aquí señor! — le dijo una mujer rubia de cuerpo de pera pero muy descaradamente vestida

Ellos miran hacia los vehículos, todo me tiembla por los nervios de pensar en él. En lo que puede pasar.

No te metas con una madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora