No te metas con una madre

cap 19. "gran responsabilidad"

Veo a Zaid bajar del vehículo y viene solo, ¿Por qué?. Se acerca y desde aquí puedo notar que no se le ve el miedo por ningún lado, pero a mí no me engaña, sé qué teme, y también que tiene un plan.

— ya estoy aquí — dijo y lleva una maleta negra en la mano

— ¡Y lo que quiero! — dijo el tipo loco de la fiesta, el enemigo rapado de la cabeza

Zaid alza la maleta para mostrársela pero no sé la da.

— dame a la chica, y te daré la mercancía — dijo seguro y veo como varios tipos lo rodean con armas pero el loco chasquea los dedos y estos se alejan

— bien — se gira hacia mi para levantarme y ponerme de pie bruscamente cosa que me provoca mareo pero aún así estoy de pie — aquí la tienes, ahora entregalo

Zaid duda se inclina en el suelo para deslizar la maleta hacia nosotros, él sonríe y me empuja hacia atrás, es cuando Zaid saca el arma y el loco toma la maleta.

— nunca cambias — dijo molesto apuntando hacia él pero los demás apuntan hacia Zaid

Mis labios, piernas todo tiembla de mi al ver la escena, niego con la cabeza, pidiendo a Dios que no pase nada malo, que lo cuide, lo proteja porque siempre hay una salida para todo.

— el juego termina aquí — dijo Zaid y el loco ríe para abrir la maleta

Y la sonrisa se le borra del rostro decepcionado, la lanza molesto y veo que no había nada más que dulces en él. Entonces más chicos salen de esta misma habitación y la confianza de Zaid me hace creer que son de su equipo. Una guerra se desata, una guerra muy fea. Me lanzo al suelo pero es demasiado tarde por qué me dispararon en el brazo, sangre brota de ahí. Me asusto aún más y Zaid golpea al loco molesto para después tomar el arma que se lo quita él tipo del otro bando y se la pasa al loco.

El loco apunta hacia él y me entremezco pensando y pensando, nerviosa y como si fuera una señal encuentro un arma en el suelo y justo la tomó para ponerme de pie y apuntar sin pensar ni dudar en dispararle, me doy cuenta de que falle y solo rozo su brazo pero Zaid aprovecha esa distracción para golpearlo y quitar su arma ahora él apuntando hacia el loco.

— ¡Noo! — grito aterrada pero el igual le lanza la bala, parece que todo se volvió cámara lenta.

La bala salió directo en su pecho donde sale demasiada sangre, quedó en shock ante la escena. Nunca había visto la muerte tan de cerca y es... horrible. Más que cuando ví a César hacerlo.

Entramos a su casa, y sangre sale de mi brazo, Zaid toma mi mano para guiarme a la cocina. Los demás se encargaron del desastre, flores se asusta cuando me ve así lo peor es que no luce sorprendida.

— trae el botiquín — le ordena y asiente enseguida

— debimos llevarla al hospital — dijo César y él niega

— no quiero que hagan preguntas y unan las piezas, todo coincide — aclaro y los observó cuando Zaid me toma en brazos para subirme a la encimera

No deja de doler y no quiero ni ver mi herida, él la revisa y flores llega con el botiquín que el toma enseguida para abrir la caja.

— llama al doctor — le pide Zaid a César — esto dolerá — dijo cuando coloca algo alrededor de mi brazo para ajustarlo con fuerza, luego saca unas pinzas y un trapo limpio que me lo pone en la boca — es mejor así — me recomienda y empieza a sacar la bala de mi brazo, grito por el dolor y ahora entiendo porque el trapo

Veo que lo saco para guardarlo, después limpia mi brazo que está lleno de sangre para taparlo con vendas, me siento mucho mejor ahora.

— toma, esto calmará el dolor — aconsejo Zaid dándome un medicamento y asiento para tomarla, luego me ayuda a bajar de la encimera cruzándome con sus ojos azules que están llenos de preocupación — ¿Estás bien? — preguntó y sonrío como puedo

Él se acerca y me da un beso tierno, de esos que dicen te extrañe, y en verdad yo también lo extrañe. Me sorprendo cuando se separa de mi y creo que mi mirada es muy notaria

— es mejor así — dijo y no comprendo — César te llevará a casa, iré arreglar todo este malentendido

Y con eso se fue, así nomás, sentí como mi corazón me decía algo que estoy ignorando.

— ¿Te duele? — preguntó César al ver mi cara pero él sabe que está cara no es por ese tipo de dolor

— no, ya está mejor — dije viendo mi hombro, el me hace señas con la cabeza para que caminé y sonrío

— no te preocupes, él sufre por lo que te hicieron y sabemos que esto no se quedará así — contó él y le sonrío

— también sabemos que no dejará de ser quien es — comenté triste y el niega con la cabeza afirmando mis palabras.

Al día siguiente me levanto de la cama y ya me siento mejor del brazo, mamá se preocupó al verme así, le tuve que contar una parte sobre Zaid, no mucho pero me pidió que era mejor tenerlo lejos y aún así quiere que él se haga responsable y yo sigo pensandola, pero hoy. Hoy hablaré con él.

Me pongo las pantuflas para bajar las escaleras donde está mamá quién toma una taza de café. Tengo que decirle que lo quiero y que tengo un hijo, siento que lo amo demasiado pero me duele porque sé y tengo claro que no puedo estar con él, no debo.

— te llegó una nota — dijo extendiendo su mano con un sobre — es para ti, de parte de ese chico

Abro mis ojos sorprendida y sin pensarlo corro hacia mamá para tomar el sobre, saco la nota para leer lo que escribe con la mirada atenta de mamá, lo leo en mi mente preocupada por lo que pueda decir.

"Hola, voy a ser preciso, no quiero tener a alguien a mi lado que tenga miedo o no le guste como soy, así que este juego se acabo, lo siento pero tenía que decirlo. No puedo andar con una niña, es inapropiado, así que te mando esta carta para que te olvides de mi" molesta y con lágrimas en mis ojos por la rabia que tengo de ver lo que mis ojos están leyendo, sigo  "así que, hasta pronto y no me busques, no puedo con esta gran responsabilidad.

¿Qué?, ¿Qué acabo de leer?.

Por qué me dice todo esto, hasta parece que supiera lo del embarazo.

— ¿Qué dice? — preguntó mamá al ver mi cara

— yo... no puedo — dije soltando un sollozo para entregarle la nota que termina por leer

— ¿Como se atreve? — exclamó molesta — te dije que amores no existen, y menos si le diste tu virginidad, por lo que veo se enteró del embarazo

La miro con asombro negando con la cabeza, y ella asiente

— César estuvo aquí cuando vomitaste y mi vecina y yo comentamos al respecto de un.. embarazo — contó

Muevo mi cabeza a los lados, sin querer creer que sea por eso que me haya dejado, pero él también me vió, seguro que no quiere al niño, al último escribió, "gran responsabilidad". Lo odio, me limpio las lágrimas con coraje.

Esto no se va a quedar así.