cap 17. ya no es lo mismo

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Hago la tarea, mi mamá y yo decidimos que era buena idea si entraba a estudiar y eso hice, ahora batallo para entender las cosas. Ella se peleó con su novio y no lo volví a ver por aquí, parece que puso fin a todo esto.

Mamá pela la papa en la mesa al lado mío mientras yo hago la tarea

— cuidado, ensucias mi cuaderno — me queje

— pues la mesa es para cocinar — dijo sin importancia

— ¡Mamá! — me quejé

— no te quejes, tu eres la que decidió estudiar y ni hablar del dinero eh — la miro mal por qué mi papá es el que le da el dinero y no me aviso, me enteré hace dos días

No digo nada porque sé que sería discusión total. Hace dos semanas que no veo a Zaid, desde nuestra pelea y me gustaría decir que no lo extraño, pero mentiría, tampoco quiero buscarlo, necesito que él lo haga.

Seguro lo hace para alejarme, según él para protegerme, él que si e visto es César que es muy divertido a pesar de que su inocencia se está yendo como la mía poco a poco. Me pregunto cuando tendrá la dignidad de venir a verme.

— ¿Si te proteges cuando lo haces con él? — la pregunta de mamá me hace toser, ahogándome con mi propia saliva

¿Qué?, ¿A qué viene eso?

— mamá, ¿Qué rayos? — pregunté confundida

— sabemos bien que tú mirada no dilata inocencia, una madre sabe reconocer a sus hijos y lo mejor sería que no traigas un niño a esta casa — su consejo me sorprende, de verdad que tiene varios cambios, a veces es buena madre y a veces es todo lo contrario

— tranquila — dije pensativa, recordando que la última vez, no me protegí, nunca sacó un condón

Pero ya pasó mucho tiempo, ya hubiera habido señales, ¿Y cuáles son esas?.

— pues esperemos que mis dudas no sean ciertas

Cambio de tema para decirle otra cosa.

— iré a la fiesta de mi amiga, es su cumpleaños — avisé

— bien, pero si llegas drogada te encerrare en tu cuarto — advirtió y asiento con la cabeza recordando las otras veces que llegue mal

Salgo de la casa con mi falda de vuelo negra y una blusa blanca con un nudo dejando mostrar un poco de ombligo. Un mensaje me llega y es de el inesperado.

Zaid.

Lo reviso enseguida y lo leo sorprendida por su recién mensaje, "hola, lamento lo de la última vez, ¿podemos vernos y hablar?" Lo leí como unas tres veces y lo pensé pero justo hoy tengo una fiesta del cumpleaños de Carolina

Le respondo "no puedo hoy, tengo un cumpleaños de mi amiga por celebrar" guardo mi celular para seguir caminando pero me llega otro y lo abro

"Pasó por ti para ir, y después hablamos", lo pienso unos segundos y no estaría mal verlo hoy y bailar juntos, en medio de mis pensamientos me llega otro mensaje "¿A qué hora será?".

Miro el reloj de mi muñeca y son las 5:39, iba a ir temprano para ayudarla a arreglar la fiesta, espero no se enoje por esto.

"Tenemos tiempo, te espero en mi casa", envié el mensaje para tomar asiento mientras espero ansiosa

Llega pronto y en todo el camino no decimos nada, llegamos en su vehículo camino a su casa, veo la ventana nerviosa y a la vez feliz por tenerlo aquí aunque siento que lo voy a perder, no sé por qué tengo esa sensación.

No te metas con una madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora