cap 31. un día de lluvia

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Le sonrío para responder y él me ve atenta, desesperado alza una ceja y suelto el aire pesadamente.

- si, estoy segura de que es de él - afirmé y luce sorprendido por unos minutos, lo veo ensanchar una sonrisa con los ojos iluminados

Exclama de emoción para acercarse a keity y abrazarla diciéndole que es su tío, ruedo los ojos pero no puedo evitar sentir alegría.

- ¡Ya! - le digo para que voltee a verme y eso hace

- ¿Por qué nunca dijiste nada?, Dejaste que Zaid y yo perdieramos tiempo en conocerla - protesta molesto y mi gesto endurece

- por qué él huyó, él se fue - recordé con mala cara - no la quiso

- si la quiso, pero tuvo que dejarte, por tu bien y él no sabía..

Lo interrumpo por qué no quiero escuchar el tema - ¡Dije que no!, No quiero saber y tampoco quiero que le digas lo que te conté - le amenazó y me mira poco convencido así que habló - por favor

- de acuerdo, pero tarde o temprano él lo averiguará - dice y asiento con la cabeza - y también deberás escuchar

Me volteó ignorando sus palabras, pronto escucho sus palabras de cariño hacia a keity que sonríe.

- sobre el primo, cayeron en su trampa, pero ¿por qué estás con él? - preguntó y lo vuelvo a ver con confusión

- de eso quería hablar contigo, más bien quería pedirte ayuda - informe - él nos obliga a hacer cosas sucias que no queremos, nos amenaza con matar a las personas que amamos

- sabes que no pueden tocar a keity - dice seguro y frunso el ceño - lo arreglaré, hablaré con Zaid

Abre los ojos sorprendido cuando golpeó la mesa con fuerza

- por qué siempre le tienes que avisar a él - dije molesta

- tranquila, la razón por la que lo odias es porque lo sigues amando - río irónicamente para negar con la cabeza

- no, pero me molesta que quiera volver como si nada - admito y él asiente con la cabeza

- tu no te preocupes, ya no vuelvas a ir con él primo - se pone de pie y sé despide de keity para salir por la puerta

Lo observó unos segundos pensativa por lo que va a hacer, aún así confío en él.

****

El día de hoy amaneció lluvioso, me puse una sudadera negra, que me queda como vestido, con letras blancas, y unos tenis blancos, sonrío al ver los mensajes de Diego, es muy simpático y me está convenciendo para salir.

" ¡Con esta lluvia!, Así estoy bien" le escribo con una sonrisa

"Ahora es cuando me confiesas que te da miedo", me río negando con la cabeza

"No quiero pescar un resfriado" vuelvo a escribir

"Entonces pasó a tu casa, ¿Que escondes?, ¿Soy amante?" se burla por medio del texto

"No es eso, ¿Por qué tan insistente?"

"La última vez no pude disfrutar bien del beso", sonrío como si sus palabras fueran una caricia

"Llévame a un lugar seguro", propongo y veo que tarda unos minutos

"Te llevo a mi casa". Acepto con una sonrisa pensando en keity

¿Que haré?, Contrataré a una niñera, a una vecina, en eso mamá entra a mi habitación molesta.

- ¿Que ocurre? - pregunté

- no podré salir, la lluvia me lo impide - me río y alzó una ceja - es verdad

La dejaron plantada, lo pienso pero no lo digo.

- bueno, aprovechando que tú le temes al agua, yo saldré - dije en burla y me mira mal

- ¡Está niña! - sale de la habitación y me pongo de pie para esperar afuera a que llegue, no tarda mucho en hacerlo

Subo a su vehículo rápido por las grandes gotas de lluvia que caen, él me mira divertido, le asesinó con la mirada para golpearlo por el hombro. No tardamos en llegar a su casa, que es pequeña pero suficiente, bajo del vehículo para entrar detrás de él.

El clima dentro es cálido como su vehículo, sonrío al ver lo bonita que es su casa, mejor que la mía. Se gira hacia mi para verme y alza una ceja.

- ¿Estás bien? - preguntó y asiento enseguida con la cabeza

- si, solo que aquí no tengo frío - le digo y sonríe

- me alegro, lastima que como está cálido ya no vas apetecer un chocolate caliente - me dice con una sonrisa burlona y lo miro mal

- al chocolate no me puedo resistir - le digo en broma, me da un asentimiento de cabeza acompañado de una sonrisa para acercarse a la cocina, lo espero viendo que hay una fotografía en un mueble

Es él y sus papás, sonrío con tristeza recordando la historia que me contó, en verdad que es injusto. Todos se ven felices abrazados como una gran familia, su papá se le parece mucho. Dejo la fotografía en su lugar para ir con él a la cocina, donde está en proceso el chocolate caliente.

Me gusta su mirada cuando me ve, ¿Quién lo diría?, Cuando lo conocí parecía muy serio y frío pero es todo lo contrario a lo que pensé.

- tu papá se parece mucho a ti - tocó el tema y él se sorprende por mi comentario, veo que no le gusta mucho hablar de ello - lo siento, es que ví la fotografía - señalé con mi mano delante de mí hombro

- descuida, si me lo han dicho seguido - cuenta y sonrío por qué no me lo tomé a mal - esto, casi está

Asiento con la cabeza observándolo con interés, es verdaderamente raro que alguien me llame la atención.

- tu ¿vives aquí solo? - pregunté curiosa

- si, hace mucho, pero aún así me siento cómodo - dice satisfecho para darme el chocolate, lo acepto con un agradecimiento

- es bueno oír eso, pero a lo que me refiero es..¿No te haz enamorado? - pregunté, estoy interesada sobre su pasado. Digo es apuesto con un buen trabajo, ¿ Por qué no tener a alguien? O ¿Por qué no tener una pequeña noche de magia?

- yo...si tenía... pero me dejó, bueno no, ambos decidimos que era mejor así - la miro con el ceño fruncido - ella quería estudiar y para eso tenía que irse de aquí, yo y mi carrera, eso nos dividía a ambos, así que lo mejor fue...acabar con todo esto

Asiento con la cabeza, tomando del chocolate comprendiendo su punto, quería esa chica pero primero estaba su futuro.

- es verdad, ¿Y desde ahí...? - pregunté y él me mira en espera - perdona que sea entrometida, ¿La amabas? - pregunté y el baja la cabeza para luego verme

- tu lo haz dicho, la amaba - sonrío al igual que él para dejar el tazón en la mesa - me encanta tu sinceridad, que no te da miedo decir lo que sientes

No dejo de sonreír ante tal palabra, nunca nadie me a dicho cosas así, bueno tal vez pero no sinceras de esta forma.

De pronto nuestras miradas no dejan de verse, su mirada miel es como una luz dorada reconfortante que me hace sentir bien. Sus labios tocan los míos y los siento cálidos al hacer contacto, cierro los ojos conmovida por su gesto, toma mi rostro entre sus manos deseando que no me separé de él, me acerco más perdiendo el control, siento que la intensidad sube por hora, no!, Por minuto. Su boca se siente tan bien con la mía tanto que mis manos quitan las suyas para envolverlas en su cuello.

De pronto mis pies dejan el suelo por qué el me levanta con sus manos en mis muslos, enredo mis piernas en su cintura para no caer y él me guía lejos de la cocina sin dejar nuestras bocas.

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Hola, un capítulo más, estoy muy feliz por compartir esta historia.

¿Ustedes qué piensan?, ¿Debería pasar página?, ¿Debería intentarlo con alguien más?.

Tal vez necesite algo nuevo, descúbrelo en el siguiente capítulo.

No te metas con una madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora