cap 40. sólo amigos.

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— quizás solo este procesando esto — me dice marina, me invitó a tomar una copa con ella y le conté lo sucedido, ella es una de esas chicas que me inspira confianza

— no lo sé — le digo frustrada

— relájate, piensas mucho, sólo déjalo que se calme — me dice poniendo una pierna arriba de la otra — si él no te quiere con tú hija entonces no lo vale, eres muy bonita como para ponerte de esa forma — me aconseja y sonrío

— tienes razón, y además no es como que me fuera a casar con él — le digo pensándola mejor y asiente con la cabeza, me río al igual que ella

Su departamento es muy bonito y grande, una sala elegante con sofás cómodos y colores neutros en el lugar, con un pequeño mini bar, y unos ventanales que deja ver la cuidad justo horita estamos en la terraza alrededor de una mesa bebiendo champagne.

— admiro tu vida — le digo observando todo y ella frunce el ceño — un buen empleo, un departamento grandioso, sales de fiesta y con los chicos que quieras — digo un poco melancólica y ríe negando con la cabeza

— no es como tú crees, si es grandioso pero hace falta tu familia, amigos de verdad — me dice y le doy la razón — y tú también puedes tener a los chicos que quieras

— puede ser — digo haciendo una mueca

— yo admiro tú cabello — me dice con una sonrisa y me río viendo mi cabello gris platinado largo y liso

— ¿Cómo vas con ese chico? — preguntó recordando que no iban bien las cosas, ella suspira con fuerza

— terminado — dice y frunso el ceño al ver su tranquilidad — lo dejé, no quiero más peleas, lo nuestro no funciona y sinceramente me siento mucho mejor ahora

Sonrío por qué sea tan optimista — guau, quisiera tener esa fuerza — digo y de pronto se me viene a la cabeza Zaid, sus ojos azules como el mar, sacudo la cabeza para ver el hermoso paisaje que en realidad es la cuidad — me tengo que ir o mamá se enojara conmigo

— cierto, ahora a dónde salgas debes llevar a keity, ¿Por qué no la trajiste? — preguntó curiosa, sabe lo de mi hija pero no toda la historia

— pues le inventé diciendo que era por trabajo — le cuento con una sonrisa divertida y se ríe

— pero un día si me gustaría conocerla, y saber sobre esa historia amorosa — me guiña el ojo y le sonrío asintiendo para ponerme de pie.

****

Llego a casa donde mamá no está y keity está dormida en su cuarto, frunso el ceño pensando en ¿A dónde habrá ido?, Cuando de repente se abre la puerta y es mamá quién viene con una sonrisa muy alegre, sus ojos se iluminan al verme y me preguntó porque.

— llegas temprano, me alegra — dice

— ¿Dónde estabas? — pregunté intentando sonar calmada por el echo de que haya dejado sola a keity

— estaba aquí en la cuadra y ya sabes que no debes dejar a keity aquí — me dice y me muerdo el labio molesta, me la está haciendo, sabe que mentí con eso de que iba a salir por trabajo — me voy con un amigo

— con razón la sonrisa — le digo y sale por la puerta sin decir nada más, así que le grito — ¡Suerte!

Gruño y me dirijo a la cocina viendo a keity bajar los escalones, con cara adormilada.

— ¿Cómo dormiste? — le pregunto y se acerca a la mesa para sentarse

— bien, soñé que nos mudamos con papá — cuenta con una sonrisa en su rostro mientras a mi se me desvanece — era muy bonito

Le sonrío dándole una galleta que me dió marina — por qué no me cuentas, ¿Que tal tus amiguitos del kinder? — pregunté y vuelve a sonreír

— muy buenos — dejo de mirarla cuando suena el timbre y me dirijo abrir encontrandome con Zaid que lleva un pequeña bolsa

No digo nada y me doy la vuelta para caminar dejando la puerta abierta, escucho detrás de mí que la cierra y camina a la cocina donde keity sigue contando la historia emocionada mientras dibuja entretenida.

— todos son buenos pero hay un niño malo — dice haciendo puchero

— ¿Y quién es ese niño malo? — preguntó Zaid al escucharla, ella levanta la cabeza y enseguida se le ilumina el rostro poniéndose de pie para correr a los brazos de Zaid

— Papi — dice feliz

— hey, hoy te ves muy hermosa como siempre — le dice con una sonrisa en su rostro para poner a keity en la silla y tomar asiento a su lado dejando la bolsa en la mesa — dime quién es ese niño malo

— ¿Te hace algo? — pregunto yo también y ella mueve la cabeza a los lados repetidas veces

— me molesta, me tira del cabello y me quita las muñecas — dice cruzándose de brazos y me río

— seguro que está enamorado de ti — bromeó y Zaid endurece el gesto

— imposible, nadie molesta a mi niña — dice con tono celoso y sonrío — hablaremos con los maestros

— no te preocupes papi, no le haré caso — cuenta lo que nos hace reír. Zaid le da él puño apoyándola

Niego con la cabeza. No tienen remedio pero me encanta su relación. Lo invito a comer y se queda con conversaciones divertidas con keity.

— ¿Te gustan tus zapatos? — preguntó Zaid feliz de verla emocionada, le compro unos tenis de color rosa con un listón echo en moño

— ¡Si! — responde dando un saltito — voy a guardar esto — dice para salir corriendo, le recrimino diciendo que con cuidado

— eres muy lindo pero..— le digo y él frunce el ceño — no quiero que se haga caprichosa o consentida — expreso preocupada

— no pasará, ¡Que tiene de malo un regalo!, Apenas la estoy conociendo o es que tienes envidia — me dice y lo miro mal por sus palabras

— ¡Eres idiota! — le digo por su insolente palabra — la felicidad de keity jamás será envidiada para mi

— lo siento, no es lo que quise decir pero me siento culpable por haberme ido — dijo y noto en su mirada melancolía

— ya pasó — le reconfortó

— si ya pasó, también me perdonaste — dice intentando descifrar si lo hice

— si, todo olvidado, podemos ser amigos — asegure y sonríe

Tomo de mi bebida para ver a él observarme, me costará un poco de tiempo acostumbrarme a tenerlo cerca.

— ¿César te contó la amenaza de él primo? — le pregunto y asiente con seriedad — es un idiota si cree que puede acercarse a ella

— todo esto lo provocó tu amiga por robarle droga — dijo lo último más bajo — no le pasará nada a keity, ya estoy tratando de localizarlo y hablar con él

— ¡En serio!, Él no va a querer hablar, no le hice caso, me salí — digo señalando mi dedo como si estuviera contando — de su sucio negocio y ahora esto, definitivamente busca venganza

— ya te dije, que yo me ocupo — dijo con tranquilidad y firmeza algo que me provoco escalofríos y no preguntó más.

No te metas con una madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora