Prólogo

152 14 0
                                    

Estábamos cenando en mi casa, una cena familiar con Clare, mi mejor amiga. Hoy terminaron nuestras clases y nos graduamos del tercer año de diseño grafico, y para celebrarlo mis padres me habían dicho que me compraron algo para compartir con Clare. 

‒ Ya quieren que les hablemos del obsequio? – las palabras de mi padre parecieron estar cubiertas de magia. Apenas pronunciar eso, Clare y yo, ambas nos pusimos a chillar y asentir. Pero la celebración no duró mucho, ya que nos pidieron silencio.

‒ Bien, lo que les compramos significa mucho para nosotros, ya que nos trae viejos recuerdos – mi madre habló con tono comedido. Por un momento se pasó por mi cabeza la fugaz idea de que tal vez la sorpresa no iba a ser tan buena. Imaginé que mi madre diría que habían comprado un viejo walkman con lector de casetes o algo de ese estilo, pero descarté la idea –. Nuestro regalo… Son tres meses en el hotel “L’Ermitage Beverly Hills” en Los Angeles! 

Bien, eso me tiró los ánimos por el suelo. Prefería el walkman por un momento… pero luego negué y me emocioné. Tres meses en L.A. eran sin duda una oportunidad perfecta para despejar la cabeza. No podía arruinarme esas vacaciones con viejos recuerdos. Eso es lo que eran, recuerdos. Era pasado, y valla coincidencia debía de ser que lo volviera a encontrar en el hotel luego de cuatro años. Era sin lugar a dudas imposible…

No fue hasta unos días después que supe lo equivocada que estaba.

Sweet coincidenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora