Capítulo 8:

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"Seen this place before back when I was young and I had something more to prove. Now that I'm older I've seen all the things that I want and I'm ready to make my move".

 El vestido negro me llegaba un poco por debajo del trasero, las mangas y parte frontal (hasta el escote) eran de una transparencia negra llena de flores, la misma que cubría el resto de la tela negra que conformaba al vestido. En los pies llevaba unas botas de brillante cuero negro. Para completar todo eso, Clare me había tirado una chaqueta de cuero (a qué no adivináis de que color?) también negra y me había maquillado. Parecía yo, no la falsa imagen de mi que fingía gustar del pop barato y los chicos como los de One Direction, parecía la misma yo de quince y diecinueve años. La yo que amaba el rock, Hot Topic y a Andrew Biersack.

‒Acurre algo? – Clare me veía con una especie de orgullo maternal, como si verme así fuera lo mejor a lo que podría aspirar.

‒No. Pero gracias.

Clare estaba parada junto a la puerta. Llevaba unos jeans pitillos extra ajustados, que claramente eran míos y una musculosa abierta por todos lados. Su sostén de encaje e podía ver en todo su esplendor por el hueco que se suponía era para sus brazos, a pesar de que por este entraba mi cabeza. Estaba maquillada como siempre y llevaba el cabello al natural, sin peinar siquiera. En sus pies unos borregos negros remataban el atuendo. 

‒Gracias… por qué? 

‒Por hacer que me dé cuenta lo estúpido que es esto – y me señalé a mi misma. Clare torció el gesto, viéndose claramente herida.

‒No te gusta la ropa?

‒No. – reí – Me refiero al hecho de fingir que esta no soy yo. Yo amo esto, vestirme así, escuchar la música que escucho y a… - no estaba lista para decirlo en voz alta. Pero Clare lo entendió.

Me abrazó y luego me empujó por el hueco de la puerta. Yo reí mientras ella pasaba la tarjeta para trancar la puerta de nuestra habitación. Caminamos por el pasillo y doblamos para llegar al ascensor. Los chicos ya habían bajado, me informó Clare.

‒Qué vas a hacer? – con la castaña habíamos discutido diferentes planes. Ella creía que debía hacer lo que me hiciera feliz. Yo no sabía que me haría feliz.

‒Voy a afrontarlo. Derechito y rápido. 

‒Eso suena a que vas a embestirlo con un auto – hiso una mueca de claro desagrado, para luego reír a carcajadas.

‒Ya estuve aquí, se como es esto. Ahora debo hacer mi movimiento. – sentía el valor dentro de mí, y sabía que no me duraría ni un suspiro, así que mejor hacer las cosas rápido antes de acobardarme de nuevo. El ascensor llegó y nos metimos dentro.

‒Do it now, remember it later.

Yo asentí, Clare lo había comprendido. Mi amiga movía su pie, haciendo que la bota golpeteara sobre el piso del ascensor. El ascensor no tenía música, por suerte, y el trayecto del piso ocho a la planta baja fue rápido y en silencio. No sabía si mi amiga había hecho un plan de ataque, no sabía ni siquiera que sentía por Ashley, porque era una amiga mala y egoísta y no le había preguntado. <<Nota mental: preguntar a C que pasa con Ash>>

Hacía eso de dos horas que estábamos en el bar, era el mismo de la noche anterior. Esta noche había decidido no beber, si un poco, pero la cantidad justa para no quedar ebria. Me encontraba sentada en la barra, hablando con Grace a quien había encontrado hacía tan solo unos minutos. La chica me contaba sobre cómo salía a escondidas con un chico de una banda, pero que no podía revelar su identidad.

‒Es tan genial eso del misterio – dijo por cuarta vez, contradiciendo por tercera vez su afirmación anterior “Es tan horrible esto de andar a secretos”. La chica era medio bipolar, pero no me molestaba. Tampoco me molestaba que hablara tanto, de alguna forma me hacía mantener el valor que me flaqueaba internamente.

‒Si, Grace. Ya te eh oído. – la chica sonrió, sabía que había dicho eso unas cinco veces, pero no le molestaba – Sabes creo que deberías…

Pero me interrumpí al ver como Andy se acercaba a donde nosotras estábamos. Le hice a Grace un gesto de “que tal estoy?”, que ella captó al vuelo y me asintió en respuesta, como diciendo “bien”. El chico llegó a donde nosotras y rápidamente fingimos seguir la conversación.

‒Yo te digo que los fideos son más entretenidos que las naranjas – o intentamos seguirla ya que Grace era malísima para improvisar. Yo comencé a reir, cual foca retrasada podríamos decir y Andy pareció notar que todo era un pésimo teatro.

‒Batman es más entretenido, si me dejas opinar, Grace. – mi amiga pareció morir por esa simple frase. 

‒Ya sabes que Linterna Verde es mucho mejor – Andy pareció profundamente insultado al escuchar mi afirmación. Me había metido con Batman y eso se pagaba caro.

El chico parecía estar pensando una forma hábil e ingeniosa de replicar, pero Grace replicó más rápido.

‒Yo me voy, no follen en público.

‒Conque ahora se te activa la neurona – comenté burlona, mientras la chica se perdía entre el gentío.

‒Alice mira te quería pedir disculpas por… - no permití que terminara la frase. Tomé su rostro entre mis manos y lo besé con toda la desesperación que sentía, el valor se fue al diablo, igual que cualquier otra cosa que no fuera la sensación de los suaves labios de Andy sobre los míos. El chico envolvió mi cintura entre sus brazos, y era tan alto que no importaba donde me encontrara que siempre tendría que estirarme para besarlo. Cerré los ojos cuando sentí sus pestañas acariciando mis pómulos y su lengua peleando con la mía. Sabía que en algún lugar cerca de nosotros Clare estaba vitoreando, al igual que Grace y Ashley, pero no les tomé atención. Todo lo que importaba era el ahora, y a la mierda con el resto.

Sweet coincidenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora