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—este es el cuarto donde chan y jeongin se quedarán. —minmi abrió el cuarto de su hermano que se encontraba bajo llave.
—¿Quién dormía aquí? —el australiano dejo sus pertenencias en el suelo de la habitación.
—preguntas muchas cosas. —esta hablo molesta.
—lo hago por si hay algo que no debamos tocar o algo así. —el mayor le hablo en el mismo tono.
—es la habitación de mi hermano, solo no toquen el ropero gris y las cajas de abajo, pueden acomodar sus cosas en el guarda ropa blanco y ocupar el escritorio. —la castaña sonrió—, EunYi se quedará conmigo y ustedes dos se quedarán aquí.
—¿Por qué tienes que elegir antes por nosotros? —chan volvió a mirar a la dueña de la casa.
—solo es para dormir Cristopher. —eunyi le sonrió a su novio y este solo la miró.
—hay un baño en este cuarto, al fondo del pasillo y abajo. —salio de la habitación—, disfruten su estadía.
—iré a acomodarme en su cuarto. —eunyi igual sonrió saliendo de la habitación dejando solos a los únicos 2 chicos.
—¿Qué se supone que le pasa a minmi? —chan se sentó en la cama.
—supongo que está estresada. —el menor sólo se concentró en guardar su ropa.
—pero.
—chan, no la estoy defendiendo ni nada, pero ella paso muchas noches despierta investigando junto a su mamá y haciendo lo imposible para resolver el caso. —jeongin suspiro—, solo traten de llevarse bien.
—no sabía nada de eso. —chan se sintió un poco mal.
—y tampoco deberías saberlo pero dejen de discutir. —el menor agarró su toalla y entro al baño.
—extrañaba venir a tu casa. —la pelinegra se acostó en la cama de su amiga.
—si quieres puedes ir a dormir con chan, yo lo decía por si tú no querías. —minmi hablo con ese rostro cansado que la mayor conocía.
—no, gracias por cierto. —sonrió—, ¿A ti que te pasa?
—tengo mucho sueño y hambre, ayer me quedé hasta tarde ayudando a mi mamá. —esta igual se sentó en la cama.
—de verdad muchas gracias. —eunyi abrazo a su amiga—, quiero que ahora te acuestes y descanses. —la pelinegra le quitó los lentes a su amiga y la arropó—, yo haré la comida si no te molesta, solo duerme, nunca duermes. —ambas rieron—.
—gracias.
—es lo mínimo que puedo hacer por ti, Min. —la pelinegra salió de la habitación encontrándose con chan en las escaleras—, ¿Qué haces ahí? —la menor se acercó a su novio—.
—pensando. —el australiano miró a su novia y se levantó de los escalones.
—¿En qué pensabas?
