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Y entonces la miró otra vez, quería convencerse a sí mismo que lo que sus ojos captaban era una imagen real.
—¿Qué tanto es me ves? —eunyi miró al de nuevo rubio.
—la gente tenía razón cuando decía: "You'll believe God is a woman". —chan seguía viendo a su novia, el vestido color rosa manga larga, ese cabello en media cola y ese poco de maquillaje que solo la hacía ver con más brillo en su mirar ya que este era casi imperceptible, hacían que el mayor creyera que había conocido a la persona mas hermosa del mundo.
—eso sí lo entendí. —sonrió—, dijiste algo sobre que Dios es mujer. —ante tales palabras el australiano sonrió igualmente—.
—tu eres esa mujer. —confeso.
—gracias.
—¡Ven aquí! —se escuchó el grito del menor por el pasillo.
—no, déjame. —y apareció una chica en vestido color champagne que dejaba sus hombros descubiertos pero se apegaba muy bien a su torso.
—min, déjame tomarte una foto, te ves muy bien. —jeongin tomo de la mano a su novia.
—jeong, me veo fea con esto, por favor no. —pidió.
—min. —hizo un puchero.
—te ves muy bonita Minmi. —hablo chan llamando la atención de todos.
—tú opinión no cuenta. —hablo molesta.
—min, solo tengo fotos tuyas comiendo o en citas donde haces poses raras, solo una foto para mí, por favor. —la castaña miró a su novio.
—bien, tu ganas. —esta se sentó en el sillón y sonrió a la cámara, no era algo fingido, ver la felicidad de su novio por poder tomarle una foto con ese vestido realmente la hacía feliz.
—te ves muy linda. —le mostró la foto.
—oww, me veo bien. —miro la foto y se convenció a sí misma que se veía bien.
—te ves perfecta. —este siguió tomando más fotos.
—ya, de seguro ya tomaste como 30. —la de lentes, que en esos momentos no los llevaba puestos, paro a su novio de llenar una carpeta de 500 fotos de ella.
—tome 26. —sonrió y se sentó a lado de ella para ver las que había tomado.
—oww son super lindos. —eunyi le murmuró a su novio.
—¿Salimos a tomarnos fotos a fuera? —ante esa pregunta la menor rápidamente salió de la sala junto con su novio.
—no te lo pedí dos veces. —sonrió por la facilidad en que convenció a la pelinegra.
—hoy te ves más guapo que de costumbre con tu uniforme, vale la pena tomarme fotos contigo. —acomodo la corbata de su novio y sonrió—, eres muy guapo.
—tu eres hermosa. —se agachó un poco y le robó un beso a su novia.
—¿Estás coqueteando conmigo? —molesto.