«-(¯'v´¯)-«[🌿]»-(¯'v´¯)-»
—hola. —yugyeom saludo a la castaña.
—no creo que sea bueno que hablemos. —minmi evadió olímpicamente al ex novio de su amiga.
—no espera. —el mayor suspiro—, quiero hablar de EunYi.
—yo creo que cualquier cosa que quieras hablar de ella, tienes que hablar con ella. —sonrio satisfecha.
—ella no quiere escucharme.
—no puedo hacer nada contra eso, no tengo super poderes o algo así.
—pero.
—de verdad yo no puedo hacer nada. —hablo con un poco de tristeza hacía el chico, de verdad parecía arrepentido, pero no era culpa de solo una persona y eso más que nadie lo sabía MinMi.
—¿Que pasa? —llego el menor a la escena.
—nada. —hablo la novia de este—, yugyeom, no puedo hacer nada. —y con eso la castaña entró a la escuela acompañada de su novio.
—¿Que haces? —llego el australiano a sentarse a lado de su amiga.
—nada. —esta siguió mirando los vídeos en su teléfono, había ido a demasiadas competencias y presentaciones de baile de yugyeom y en todas había tomado videos como recuerdos, y esos no los olvidaría.
—¿Es él? —pregunto chan viendo el video—, baila demasiado bien.
—lo se. —eunyi sonrió.
—ojala así hubieras ido a ver mi carrera. —chan hablo al aire.
—¡Cierto! —eunyi estuvo tan ocupada pensando en su relación que se desconectó del mundo por un tiempo—, ¿Como estuviste?
—gane, tengo una beca para Sogang.
—¡No puede ser! —eunyi hablo emocionada—, mi hermano igual tenía el sueño de ir a Sogang. —sonrio—, estoy tan orgullosa de tí.
—gracias.
—tienes que dar lo mejor de ti siempre. —y con una sonrisa adorno su rostro.
—claro. —ambos se quedaron mirando, y si no fuera por la risa de la pareja de castaños que acababan de llegar a la cafetería, tal vez está historia tuviera otro final.
—ok, si compras pulseras yo tendré que darte algo y no quiero que veas lo horrible que soy con los regalos. —minmi pago su emparedado y su jugo de manzana.
—pero, será lindo, ¡Por favor! —el menor empezó a hacer un berrinche.
—luego, todavía tengo que preparar el viaje de vacaciones y no tendré tiempo para pensar que que sería menos horrible para regalarte. —hablo la mayor robando la zanahoria rallada que su novio había comprado.
—¡Oye eso es mío! —el menor salió corriendo detrás de su novia que acababa de robarle comida.
—¿Viste eso? —eunyi hablo confundida.