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—cristopher— la voz de una señora invadió el sueño de la pelinegra.
—mamá, no me llamo Cristopher. —EunYi, se dio la vuelta y quedó boca abajo.
—Bang, ya despierta llegarás tarde. —la señora se sentó en la orilla de la cama para mover a la menor.
—mamá. —Eunyi se levantó y miro a la señora que tenía enfrente, esa no era su mamá.
—baja a desayunar. —fue lo último que dijo antes de salir de la habitación.
—¡Oh Dios Mío! —eunyi se levantó y buscó un espejo—, ¡Mierda! —grito y suspiró— esto es un sueño, es imposible que este en el cuerpo de Bangchan.
—chan. —una niña pequeña abrió la puerta.
—hola princesa. —eunyi sonrió al ver a la menor.
—¿En la tarde nos ayudas a mi y a Noah con nuestras clases de inglés?
—claro. —sonrio para convencerse a la pequeña niña de la cual no tenía idea ni de quién era.
—gracias hermano. —la menor se acercó a abrazar a su hermano.
—de nada. —y la pequeña salió del cuarto— ¡Mierda! —busco el teléfono de chan—, tiene clave —rodó los ojos y suspiro pesadamente— ¿Que tienes aquí chan? ¿Porno? —puso la llamada de emergencia y marco su número— contesta.
—¿Que está pasando? —contesto una voz femenina.
—bangchan. —llamo su atención— ¿Que hiciste?
—¿Crees que yo hice esto? —hablo molesto.
—yo no lo hice.
—yo tampoco.
—nos vemos en la escuela será más sencillo. —y colgó.
—¡Cristopher!
—voy. —se encaminó al baño— que asco es el cuerpo de chan.
—Eunyi. —la castaña se acercó a su amiga.
—hola. —hablo con tono neutral.
—¿Hiciste la investigación? —empezo a hablar de tareas.
—necesito ir al baño me sale sangre de la vagina, disculpa. —y el chico logro tener escapar de la escena.
—ok. —a la castaña le dió el mínimo interés saber sobre el periodo de su amiga y solo la dejo ser.
Chan busco su rostro por todo el pasillo pero no lo encontró.
—¡Chan! —un chico de brackets grito haciendo que el australiano que estaba atrapado en el cuerpo de una chica mirara al chico del cual provenía el grito.
—Jeongin. —el mayor posó su mano en el hombro de su amigo—, me pasó algo muy raro tenemos que hablarlo. —el chico empezó a hablar haciendo que su amigo lo mirará raro—.
—¿Disculpa? —el menor sonrió mostrando sus frenos—, no te conozco. —siguió teniendo esa sonrisa incómoda pero amable— ¿No eres la chica que ayer tiró chan por accidente?
—sí. —el australiano suspiro cansado.
—Eunyi, ven conmigo. —el cuerpo del australiano entro en escena.
—chan, tenemos que hablar de algo. —interrumpió el pelinegro.
—ahora lo hablamos. —eunyi hablo de manera grosera, creyendo que así hablaba normalmente chan.