CAP XXXIII: ¿Por qué?

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Capítulo final

Una semana después

VALERIA’S POV

Una niña iba caminando junto a una señora por un pasillo.

-Miriam, ¿Dónde está papi? ¿Se ha muerto? - la niña tenía lágrimas en los ojos.

-él está en un lugar mejor Valeria

-¿Mamá me volverá a hacer daño?

-ella no volverá a hacerte daño, te lo prometo, ella no lo hará

-¿Donde vamos?

-con tu nueva familia

-¿Y mi familia? ¿Que pasará con ellos? ¿Con mi hermano Parker? ¿Con mi abuela Phoebe? ¿Con mi tía Peyton? ¿Con mi tio Pierce?

-ellos aún serán tu familia, pero ahora tendrás otros papás tendrás mas familia, así habrá mas gente que te cuide

-¿Enserio?

-si Valeria -se pararon enfrente de una puerta. -¿Estás preparada?

-si Miriam -abrieron la puerta, y entraron, se encontraban una mujer y un hombre, nos eran muy mayores, perecían que tenían casi treinta, ellos estaban con una sonrisa muy grande. La niña y la mujer se sentaron enfrente de ellos.

-Valeria estos serán tus nuevos papás, ella es A...


-¡Valeria! ¡Valeria! ¡Valeria! -me desperté de un salto, me encontré con mi madre. -se te va a hacer tarde, prepárate que vendrá Joel

-solo es una cena mamá, no es para tanto

-pero lo voy a conocer mejor, a lo mejor es mi futuro yerno

-eso no pasará nunca mamá

-ves a cambiarte anda -salió de mi habitación.

Yo me senté en mi cama. Ahora podía pensar mejor en ese sueño, ¿Que significaba? ¿Esa niña era yo? ¿Y si lo era por qué no recuerdo haber vivido eso? Dejé esos pensamientos atrás y me metí en la ducha. Hoy venía Joel a cenar a mi casa, ¿Por qué? Mi madre, ella se había empeñado en cenar con él, cosas suyas.

Dejé a Christopher, me costó, sobretodo cuando vi la tristeza reflejada en su cara, le he hecho daño, lo sé y no me perdono por hacérselo.

Salí de la ducha, me sequé, use el secador, me puse unos jeans negros, una camiseta blanca y mis Converse blancos, simple, cuándo se me secó el pelo me lo planche. Me puse un colgante que me dió mi madre hace mucho tiempo y ya está. No me veía mal.

Bajé las escaleras al instante olí el olor a macarrones con tomate y queso, me he dado cuenta que mi madre casi siempre hace pasta de cenar o comer, pero le salía riquísima. Entré en la cocina, la mesa ya estaba preparada, mi madre tenía las manos en las caderas, llevaba un vestido negro bastante elegante que le favorecía.

-¿Sabes que no hace falta estar elegante? Como si nos fueramos a la gala de los premios Óscar

-podrías haberte puesto un vestido

-los odio

-bueno... Estás guapa -me sonrió, se acercó a mí y me dió un beso en la frente.

-gracias mamá

-hoy te diré algo muy importante Valeria

-¿Con Joel delante?

-si, ¿O te importa?

¿Por qué? | Joel Pimentel [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora