CAP XXIII: ¡Vamos Pimentel!

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VALERIA'S POV

-Valeria, Valeria -oía que me llamaban. -¡Valeria! -me sacudieron y abrí los ojos.

-¿Que quieres?

-vamos, son casi las seis de la mañana

-¡¿Qué?! -levantándome de golpe, pero como que el techo de la cabaña no era muy alto así que me di un golpe.

-cuidado

-¡Vamos Pimentel! ¡Corre! -bajé ràpidamente las escaleras.

-voy a mí ritmo -dijo bajando las escaleras con máxima tranquilidad.

-se ve a enterar mi madre que no estoy, si se entera que no estoy me fusilarà, y no viviré para contarlo

-vale, vale -empezó a caminar con rapidez.

Caminamos rápidamente, pero Valeria es torpe de naturaleza, así que me tropecé y caí al suelo, Joel se giró y se empezó a reír.

-¡No te rías!

-pero... Es que... -ríe escandalosamente.

-gracias por ayudarme eh

-anda levanta -me tendió su mano, yo la cogí y seguimos nuestro camino, llegamos al coche, subimos y empezó a conducir.

-¿Irás a clases? -me preguntó Joel.

-tengo que ir, mi madre me obliga -bostece.

-te paso a buscar para llevarte al instituto

-que

-que te paso a buscar

-ya, ya, pero... ¿Por qué?

-me viene de camino -se encogió de hombros.

-vale

Y siguió conduciendo, hacía una mañana fría.
Se paró delante de mí casa, yo bajé, iba a empezar a caminar.

-Valeria -dijo Joel dentro del coche.

-¿Sí?

-me lo he pasado bien contigo -sonrío de lado. -hasta luego -dijo arrancando el coche.

-yo también me lo he pasado bien -susurré a la nada.

Entré en casa con mucho cuidado, con el mínimo ruido. Vale, entrar en casa, conseguido, subir las escaleras, conseguido, entrar en la habitación y tumbarse, conseguido, prueba superada, ya puede estar tranquila.

Y sin darme cuenta me dormí.

(...)

¡Din Dong! ¡Din Dong! ¡Din Dong!

Literalmente salté de la cama, miré el reloj de la mesilla de noche, 8:00 a.m, ¡Las 8:00!

¡Ding Dong!

¡¿Quién coño está llamando?! Bajé corriendo las escaleras, abrí la puerta y me encontré a Joel.

-¿Bueno días?

-¡Ni buenos ni nada!

-eh, eh, tranquila, ves a tu habitación arreglate un poco, y nos vamos -dijo con suma tranquilidad.

Subí rápido las escaleras, cogí todos los libros que habían esparcidos por el escritorio y lo metí en la mochila, me peine, miré mi ropa, unos leggins negros y una sudadera gris, no está mal, cogí mi mochila, bajé las escaleras, y en el último escalón resbalé.

Soy Valeria, ¿Que os esperabais?

Cerré los ojos esperando el impacto contra el suelo, pero no llegó, abrí los ojos y vi que Joel me estába sujetando con los brazos. Que cliché todo.

¿Por qué? | Joel Pimentel [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora