CAP XXVII: ¿Y ahora que pasa?

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Doble actualización, si os ha salido primero este capítulo leer primero el anterior, para no estar desubicados, a mí a veces me ha pasado 😅💕.

VALERIA'S POV

Entramos en la cafetería, era un ambiente agradable y acogedor.

Nos sentamos en una mesa del fondo que estaba al lado de una ventana. A los segundos de sentarnos vino un camarero.

-hola, ¿Que desean tomar?

-un café con leche -dijo Christopher.

-lo mismo

-ahora vuelvo con vuestros pedidos -se fue

-Valeria no miento cuando te digo que me atraes -miré sus ojos, se notaba la sinceridad.

-yo...

-me gustas Valeria, me gustas mucho

Y me paralizé, ¿Le gustaba a Christopher? ¿Qué? A mí solamente me atraía, no llegaba a gustarme.

-Christopher yo...

-aqui están los pedidos, que lo disfruten -vino un camarero y se fue rápidamente.

-que Valeria

-tú me atraes -declaré.

Vi su cara estaba sorprendido y ¿Feliz?

-¿Te atraigo?

-desde que nos besamos en ese estúpido juego

-¿Y ahora que pasa?

-pues... ¿Seguimos con nuestra amistad?

-si, claro, que bien que hayamos hablado -note la decepción en su voz. Me sentí tan mal. ¿Como le puedo gustar? Soy tan, tan, tan del montón.

-¿Y que te cuentas? -me preguntó.

-nada, exámenes y ya está

Notaba la incomodidad entre nosotros, estaba claro que las cosas no serían como antes.

-escuché que tú madre decía iaia, ¿Es de España?

-si, mis padres son españoles, aunque mi madre vivió a penas cinco años ahí, a los seis se mudó a Seattle por el trabajo de su padre, mi abuelo, así que ella se siente más estadounidense que española

-¿Y tu padre?

Auch. Intenté no mostrar mi cara de dolor al hablar de él.

-él... Él vivió en España hasta los veinticinco años, después se vino a Los Ángeles a buscar trabajo y se quedó aquí, pero... Pero murió -bajé la mirada y se me salió una lágrima.

-perdón por preguntar, lo siento -me quitó la lágrima con el dorso del dedo, y después me cogió las manos.

-no, no pasa nada

-pues... Yo he vivido casi toda mi vida en Miami Beach

-la zona de los ricos ¿Eh? -le di una sonrisa de boca cerrada.

-mis abuelos tenían una casa ahí, pero para entonces no era una parte rica, cuando murieron, mi madre heredó la casa y nos fuimos a vivir ahí, Miami me encanta

-¿Y Los Ángeles?

-está bien, solo he estado aquí un mes, pero me gusta bastante

Y empezamos a hablar de cosas así, de dónde nos gustaría vivir, dónde viajar, de dónde teníamos familiares... Hasta que decidimos irnos a buscar a Wilson, mi gato.

Estábamos enfrente de la casa de mi tía Estefania. Toqué el timbre, a los segundos abrió la puerta mi pequeña prima de seis años, Sara.

-¡Hola! ¡Por fin ha venido mi príncipe! -chillló y abrazó a Christopher.

-Sara que te he dicho de abrir la puerta a desconocidos -apareció mi tía a sus espaldas, cuando me vio sonrió. -Valeria,  que alegria verte -me abrazó. -Sara, estás incomodando a este chico -dijo apartándola de Chris.

-¡Pero es mi príncipe mamá!

-no pasa nada señora

-puedes llamarme Estefania

-tia, he venido a recoger a Wilson, ya ha estado aquí bastante tiempo

-¿Qué? No, yo quiero que se quede más tiempo conmigo -dijo mi prima abrazándome.

-pero yo también quiero estar con él -le hice un puchero a mí prima.

-porfiiii

-venir a sentaros en el sofá, ¿Queréis algo? -nos preguntó mi tía.

-nada -dijimos al unísono.

-vale, me voy a mí despacho a seguir con el trabajo, quedaros el tiempo que queráis -desaparecio por las escaleras. Nosotros nos sentamos en el sofá. 

-¿Como te llamas querido príncipe?

-Christopher, ¿Y tú?

-Sara -sonrió, se podían apreciar sus huequitos. Tan tierna. Apareció Wilson a su lado, lo cogió y lo abrazó muy fuerte, veía el sufrimiento de Wilson en su cara.

Pobre de mí gato.

-¿Como has cuidado a Wilson, cariño?

-muy bien, me gustaría que te quedarás a dormir aquí o yo en tu casa, te echo de menos -me abrazó.

Ella fue como la hermanita que nunca tuve, la quiero más.

-la próxima semana cariño, está semana tengo que estudiar, lo siento cariño -la abrazé muy fuerte, pero sin asfixiarla.

-Chris -dijo mi prima.

-que hermosa -mi prima se sonrojó.

-¿Eres el príncipe de mi prima?

-no, desgraciadamente -dijo lo último susurrando para si mismo, pero logré escucharlo.

-¿Quieres ser el mío? -se sentó en su regazo como si nada.

-claro princesa

-¡Bien! -le abrazó.

Que rápido coge confianza con la gente.

-¿Y tu príncipe Valeria? ¿Dónde está?

-no tengo cariño

-¿Por qué?

-eh... No sé, soy feliz con mi gato -cogí a Wilson y lo acaricié.

(...)

Christopher aparcó enfrente de mi casa, me acompañó a la puerta. Abrí la puerta y dejé libre a Wilson para que caminé por ahí.

-gracias por aceptar hablar conmigo

-perdón por como me he comportado

-me lo he pasado muy bien contigo

-lo mismo digo, gracias por acompañarme a casa de mi tía

-no es nada, ahora tengo un princesa que espero volver a ver -río.

-ella estará encantada con verte -él se acercó a mí, yo no me alejé.

-todas se quedan encantadas conmigo

-baja el ego Vélez

-todas menos la que quiero -me cogió la cintura. -dejame besarte por última vez

-no creo qu...

-porfavor Valeria, por última vez

Le besé, no sé si era por lástima, o porque quería, pero sentí algo.

Al separarnos, nos miramos a los ojos. Sus ojos color miel, eran tan bonitos. Pensé en algo, ¿Que pierdo preguntando?

-¿Quieres salir conmigo?

CONTINUARÁ

HOLAAA MIS OSITOS 🐻 ¿Era la única que echaba de menos a Wilson? 😅, ¿Que team sois? #teamJoel #teamChris. Aunque ya me lo imagino 😎. Nos leemos ☀️⛱️

¿Por qué? | Joel Pimentel [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora