Capítulo 7.

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Octubre llega y con él lo hace el baile de otoño. Todo el mundo en el instituto parece estar muy emocionado con él, sobre todo los estudiantes de primer curso. Todos los años alumnos de último curso se presentan voluntarios para encargarse de los preparativos, pero este año apenas se ha presentado nadie, por lo que la profesora de arte nos ha forzado a colaborar diciéndonos que prestar ayuda en el baile contará un 20% de la nota. Así que, hasta dentro de dos semanas, nuestras clases de arte se basarán en crear todo el decorado para el baile de otoño.

-Ey.-me saluda Elliot cuando nos cruzamos por el pasillo.-¿A qué clase vas?

-Literatura. ¿Tú?

-Latín.-responde poniendo los ojos en blanco.-Nos vemos luego en clase de arte, ¿no? Creo que la señorita Sullivan quiere juntarnos a todos para lo del baile.

-Sí, creo que dijo algo de eso.-respondo.-Me tengo que ir, nos vemos luego.

-Nos vemos.-contesta sonriendo. Se aleja por el pasillo y yo continúo hasta el aula.

-Señorita Anderson, siempre llega por los pelos.-me dice el profesor cuando llego a clase. Estaba a punto de cerrar la puerta cuando he entrado, por lo que casi me quedo fuera. Yo sonrío y me dirijo a mi mesa.

Asier está en su sitio cuando llego. Llevamos unos días sin hablar, y aunque se me hace aburrido no tener a nadie con quien charlar en clase, sé que él y yo no podríamos llevarnos bien.

-Buenos días.-dice el señor Andrews desde el frente del aula.-La clase de hoy os la voy a dejar libre para que vayáis preparando vuestros trabajos. Os recuerdo que os quedan cuatro semanas para las exposiciones.

La semana pasada terminé de leer Romeo y Julieta y empecé a sacar las ideas principales del libro, por lo que llevo el trabajo bastante bien. El problema es que todavía no le he dicho al señor Andrews que lo haré sola, y sé que cuando se entere no le va a gustar.

Toda la clase se pone con el trabajo y Asier y yo somos los únicos que no estamos hablando ni haciendo nada juntos. Yo saco el libro de Romeo y Julieta y sigo apuntando en un folio las ideas e intenciones del autor. De reojo veo como Asier dibuja en su libreta.

Parece que al profesor le llama la atención el hecho de que ni siquiera nos dirijamos la palabra, porque en seguida se acerca a nuestra mesa.

-¿Y el trabajo?-pregunta con rostro serio.

-Yo...-titubeo.-El mío está aquí.-digo señalando con el bolígrafo el folio que tengo delante.

-El mío no existe todavía.-responde Asier con una sonrisa.

El señor Andrews abre los ojos con sorpresa y se cruza de brazos.

-¿No dije que el trabajo era por parejas? ¿Por qué no lo estáis haciendo juntos?

-No somos compatibles.-responde mi compañero sonriendo. Yo me quiero morir de la vergüenza.

-Es que...queríamos cosas diferentes, y creímos que era mejor hacerlo por separado.-digo intentando arreglar la situación.

El profesor suspira y da golpecitos en la mesa con la mano.

-Me da igual lo que queráis, el trabajo es por parejas os guste o no. Si lo hacéis por separado, os suspenderé a los dos.-sentencia, y a mí se me cae el alma al suelo.

-¿Qué?

-Lo que habéis oído. Ahora, a trabajar.-tras decir esto, se da la vuelta y se va. Yo me quedo unos segundos callada sin saber qué hacer. Me giro para mirar a Asier, que sigue dibujando en su libreta.

-Tenemos que hacer ese trabajo.-le digo. Levanta la cabeza y me mira.

-Ya lo estás haciendo.-responde sonriendo. Noto como la ira se va apoderando de mí.

-Juntos.

-Ni de coña.-responde riéndose. En un movimiento brusco, le quito el lápiz de la mano y le señalo con él.

-Mira, tú tampoco me caes bien, ¿sabes? No me hace especial ilusión hacer ese trabajo contigo. Pero no voy a jugarme la nota de una asignatura porque tú seas un capullo.-digo enfadada, y él parece estar bastante sorprendido ante mis palabras.-Necesito la nota y necesito entrar en la universidad, así que me da igual lo que quieras o no: vas a hacer ese trabajo conmigo. Y si quieres, después de la exposición, no nos volvemos a dirigir la palabra nunca más. Me da igual. Lo único que quiero es aprobar Literatura, y no voy a dejar que un idiota como tú me lo impida.

-Tampoco te pases, que yo no te he insultado.-dice enfadado.

-Toma.-le tiendo el libro de Romeo y Julieta, ignorando sus últimas palabras.-Léetelo y cuando lo hagas haz una lista con las ideas e intenciones principales del autor. ¿Sabrás hacerlo?

Pone los ojos en blanco y me mira con seriedad.

-Sí, no soy tan idiota como te piensas.-<<Habría que verlo>>, pienso.-Ahora, ¿me devuelves mi lápiz?

Estoy a punto de dárselo cuando una idea se me pasa por la cabeza.

-Sí, cuando te leas el libro y hagas la lista.-Asier levanta la ceja y veo como intenta reprimir una sonrisa.

-Vaya.-me dice sorprendido.-No sabía que tuvieras tanto carácter.

-Solo lo tengo cuando me sacan de quicio.-respondo guardando su lápiz en mi estuche. Asier comienza a leerse el libro y va apuntando cosas de vez en cuando. Ninguno de los dos volvemos a decir nada durante el resto de la clase.


Durante la hora siguiente, la profesora de arte nos reúne a todos los alumnos de último curso en el salón de actos para explicarnos lo que tendremos que hacer para el baile de otoño. Nos dice que durante estas dos semanas, todas nuestras clases de arte se van a centrar en hacer el decorado del baile, y que además tendremos que venir alguna tarde porque solo con las horas lectivas no nos dará tiempo. Ya que el tema del baile es Halloween, todo el decorado tendrá que ser sobre esa temática, y tendremos que venir disfrazados al baile. Nos dice que podremos disfrutar de la fiesta, pero que tenemos que estar disponibles para ayudar a los alumnos de otros cursos en caso de que lo necesitaran. Además, ese día tendremos que venir por la tarde para prepararlo todo.

-¿De qué te vas a disfrazar?-me pregunta Elliot mientras Eleanor, él y yo salimos del instituto.

-No sé. Quizá de V de Vendetta. O de Mia de Pulp Fiction. O quizá de Bella Swan.

Eleanor sonríe.

-Si te disfrazas de Bella, yo lo hago de Alice.-me ofrece, y yo sonrío.

-Me parece una gran idea.-respondo, y de repente Elliot se mete entre nosotras.

-Oye, oye.-dice fingiendo indignación.-Pensaba que nosotros iríamos de Ron y Hermione.-añade mirando a Eleanor.

-Oh.-dice ella fingiendo sorpresa.-¿Yo dije eso?

Eleanor y yo nos reímos al ver la cara de Elliot.

-Es broma.-dice ella dándole un golpe suave en el hombro.-Claro que iremos de Ron y Hermione. 

-Disfrázate de Harry y así tenemos el trío al completo.-me ofrece Elliot. 

-Creo que paso. Ya encontraré algo, no te preocupes.

-Bueno, nuestra oferta está ahí. Si no encuentras algo, ya sabes.

-Lo tendré en cuenta.-digo, pero sé que disfrazarme de Harry Potter es mi última opción.

Me despido de ellos y me voy a la parada del autobús. Me pongo los auriculares y le doy al play a la música del móvil. Empiezo entonces a pensar en lo que ha pasado hoy en clase con Asier, y comienzo a sentirme mal por lo que le he dicho. Está claro que tiene que tomarse en serio el trabajo, pero no debería haberle dicho que era un capullo y un idiota. Aunque piense eso de él y haya sido bastante borde conmigo desde que nos conocimos, nunca me ha faltado el respeto, y yo no debería haberlo hecho con él. 

Me paso todo el camino a casa dándole vueltas a nuestra última conversación.


La distancia entre tú y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora