Capítulo 37. Final.

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Seis meses después

-¡Vamos a llegar tarde!-exclamo dando golpes con el pie impaciente. Asier termina de beber agua y, tras dejar el vaso sobre la mesa, camina hacia mí.

-No he sido yo el que se ha pasado una hora delante del espejo maquillándose y peinándose.-responde encogiéndome de hombros. Al pasar por mi lado, entrelaza su mano con la mía y comenzamos a caminar hacia la puerta.

-Yo lo tenía todo calculado.-contesto fingiendo enfado.-Eres tú el que me insistió en que nos preparásemos en mi casa...-añado.-Por tu culpa me he retrasado.

Tira de mi mano y me acerca a él, deteniéndonos en la puerta de casa.

-¿Vas a decirme que no te ha gustado lo que ha pasado en tu habitación?-pregunta casi en un susurro pegando su cara a la mía. Yo estoy a punto de besarle cuando se separa y abre la puerta, tirando de mí hacia la calle.

-Sabes que me ha gustado.-digo cerrando con llave.-Pero me has distraído y por tu culpa vamos a llegar tarde a nuestra propia graduación.

Asier se separa de mí y rodea el coche para llegar al asiento del conductor.

-Leila Marie Anderson.-me llama, y un cosquilleo me recorre el cuerpo.-Te preocupas demasiado. Estas cosas nunca empiezan puntuales, ¿es que no lo sabes?

Yo pongo los ojos en blanco mientras subo al coche.

-Más te vale.


Cuando Asier y yo atravesamos la puerta principal del instituto escucho la voz de la directora proveniente del patio. Los dos nos miramos y comenzamos a correr en esa dirección.

-...un gran día para todos, sobretodo para nuestros alumnos, que después de mucho esfuerzo han conseguido graduarse y en unos meses serán universitarios.

Asier y yo llegamos a la parte trasera del patio, donde están todos los alumnos de último curso en parejas, esperando a que digan sus nombres para caminar a sus respectivos asientos.

-Voy con Steven.-me informa Asier. Yo asiento y tras darme un fugaz beso en los labios, camina hacia el final de la cola. Yo sorteo a algunos compañeros y llego hasta Elliot, que me mira con impaciencia.

-¡¿Dónde estabas?!-me pregunta en un susurro.-Pensaba que iba a tener que salir ahí solo.

-Estás muy guapo.-respondo llevando mis manos a su pajarita y poniéndola recta. Él pone los ojos en blanco ante mi cambio de tema y niega con la cabeza, pero puedo ver cómo está reprimiendo una sonrisa.

-Espero que no te tuerzas un tobillo cuando salgamos.-dice mirando al frente.-Porque no pienso ayudarte.

Yo le golpeo en el hombro.

-Tranquilo.-respondo enlazando su brazo con el mío.-Sé cuidarme sola.

Unos minutos después, nos colocamos todos en una fila recta (o un intento de fila recta) y la directora comienza a llamarnos por parejas. Cuando llega el turno de Eleanor y su compañero, noto como Elliot se tensa a mi lado. 

-Nos hemos esforzado mucho para estar aquí, Elliot.-le digo casi en un susurro.-Concéntrate en disfrutar del día.

El asiente de forma casi imperceptible y noto como gira su cabeza levemente hacia la izquierda. Antes de mover yo la mía, sé a quién está observando.

Alice nos mira sonriendo y saludándonos enérgicamente. Levanta los pulgares y sé que, a pesar de no poder graduarse con nosotros, está igual de feliz que si lo hiciera.


Casi dos horas después camino junto a Nick hacia la salida del instituto.

-Si ocurre algo, llámame.-me dice deteniéndose en la puerta y mirándome con cierta preocupación. 

-Lo haré.-respondo sincera. Me acerco a él y lo rodeo con los brazos. Él me imita y noto como me abraza con fuerza.

-Allí donde esté, papá está muy orgulloso de ti, Leila.-dice en mi oído tras unos segundos en silencio. Yo tengo que parpadear varias veces para evitar que las lágrimas caigan de mis ojos.

-Gracias.-respondo en un susurro. Me separo de él y al verme, me pasa el pulgar por la mejilla para quitarme una lágrima.

-Disfruta.-dice.-Y lleva mucho cuidado.

Estoy a punto de responder cuando veo a Asier caminando en nuestra dirección. Cuando nos ve, frena en seco y nos mira dubitativos. Yo miro a Nick, que también tiene la vista clavada en él, y tras un par de segundos, asiente. Entonces vuelve a caminar hacia nosotros y se coloca a mi lado.

-Enhorabuena, Asier.-le felicita Nick estirando el brazo. Asier se lo estrecha y asiente.

-Gracias, Nick.-responde, ante lo cual mi hermano sonríe.

-Me voy a casa.-dice dirigiendo su mirada hacia mí.-Sed responsables.-añade señalándonos a los dos. Yo sonrío y noto como Asier se relaja a mi lado.-Y cuídala.-concluye dirigiéndose a él.

-Lo haría si me dejara.-responde, lo que me hace sonreír aún más.-Pero prefiere cuidarse ella sola.

-No es que lo prefiera.-respondo.-Es que sé cuidarme solita, aunque no queráis aceptarlo.

Nick niega con la cabeza sonriendo y se despide de mí dándome un beso en la mejilla. Le da la mano a Asier de nuevo y sale por la puerta.

-Creo que sigo sin caerle bien.-dice Asier mientras observamos como Nick atraviesa el aparcamiento del instituto en busca de su coche.

Me encojo de hombros y me giro para mirarlo.

-Necesita tiempo.-respondo. Él inclina la cabeza y mira hacia abajo.

-Bueno, dentro de unos meses ya no me verá más...-dice con cierta tristeza en su voz. Algo dentro de mí se rompe al verle así, porque sé que en el fondo no está hablando de Nick.

-Eh.-le cojo la cara entre mis manos y le obligo a mirarme.-Podremos con ello, ¿vale?-puedo ver la pena reflejada en sus ojos.-Nada va a romper lo que tenemos, Asier. Nada.

Me agarra suavemente de las muñecas y deja caer mis brazos. Acto seguido me abraza y apoya su barbilla en mi cabeza.

-Te voy a echar mucho de menos.-dice con la voz apagada. Yo me separo de su pecho y lo miro a los ojos.

-Nos queda todo el verano juntos. No empieces a despedirte ya.-respondo intentando sonreír.-La distancia entre tú y yo nunca va a poder con esto.-concluyo llevando su mano al lado izquierdo de mi pecho.-Todo saldrá bien.

Todo saldrá bien, me repito a mí misma intentando convencerme.

Todo saldrá bien.








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La distancia entre tú y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora