Capítulo 29

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Finalmente en la habitación de sus padres, Mérida le dio a su madre una mirada extraña mientras se dirigía directamente a su armario. —Mamá, ¿qué fue eso?—

—Te casarás en dos días. No pienses que vas a salir de la tradición por eso.  O haré todo lo que pueda para detener la boda, ¿esta claro?— Elinor comenzó a tirar cosas del armario de izquierda a derecha buscando algo.

Al ver que la pila de vestidos se hacía cada vez más grande, Mérida parpadeó. —Bueno, la mayor parte. Pero no todo, mamá. Seguiré con todo, pero debajo de mi vestido me pondré los pantalones—

Girando con una caja en sus manos, Elinor la fulminó con la mirada mientras salía del armario y fulminaba con la mirada a su hija. —No harás tal ...—

Poniendo los ojos en blanco, Mérida gimió. —Usaré el vestido mamá. Los pantalones que tengo puestos ahora, bonitos y delgados, justo contra mis piernas, nadie sabrá más que tú y yo que los tengo puestos. ¿O quieres que deje que todos en nuestro Reino ¿Y Berk vea todo lo que tengo cuando salimos volando de la boda en los dragones?—

Jadeando cuando se detuvo, Elinor no había pensado en eso. Volar en un dragón tenía que ser diferente a montar en un caballo. Con un suspiro mientras miraba el pantalón bastante apretado que llevaba puesto, Elinor suspiró mientras sentaba la caja en la cama. —Muy bien. Pero, ¿podrías complacerme y no dejar que este vestido se dañe cuando salgas volando? Ha estado en nuestra familia por generaciones—

Al acercarse para acercarse a su madre mientras desataba la tela que mantenía la caja cerrada, Mérida jadeó cuando comenzó a levantar el vestido. ¡Fue hermoso! ¡Nunca había visto un vestido tan blanco como la nieve en su vida! Tenía una parte superior de corte bajo, con el mismo tipo de corbatas en la parte delantera que en la parte posterior. El escote y los lados de las corbatas estaban ribeteados en azul real con pequeñas crestas blancas para el clan Dumbroch y alrededor de la cintura.

Desde los hombros hasta el codo era el mismo blanco sólido, pero desde los codos hasta las muñecas era de un blanco puro, incluso el extra que colgaba de la parte posterior de su brazo hasta las rodillas era el mismo blanco puro. La forma en que la cintura se movía sobre sus caderas, estaba recortada en el mismo azul real con la cresta de su clan. De cintura para abajo, era el mismo blanco como la nieve, pero un material aún más claro que el resto. La parte delantera del vestido en la parte inferior se cortaba justo antes del suelo, y parecía que los costados y la espalda quedarían apenas en el suelo a su alrededor.

Moviéndose para tomar el vestido, Mérida sonrió mientras se giraba hacia un espejo y se lo sostenía. —Esta hermosa mamá!—

—Lo usé el día en que me casé con tu padre. Ha sido el vestido de novia pasado de madre a hija por generaciones. Volviendo a tu tatara tatara tatara, tatarabuela que lo hizo—Sonriendo cuando sus ojos se empañaron, Elinor vio como su hija sonreía mientras miraba el vestido. —También tiene una envoltura para la cabeza y un velo".

Volviendo los ojos hacia su madre, Mérida suspiró. —Te haré un trato, mamá. A Hipo le encanta mi cabello y lo salvaje que es. No empujes la envoltura de la cabeza para tratar de ocultar mi cabello, me pondré el velo y me cambiaré antes de irnos y dejarlo. Valka lleva el vestido con ella para que no le pase nada_

Sonriendo, Elinor suspiró. Ella deseaba usarlo como estaba destinado a ser usado. Para que no tuviera que verla volar mientras estaba en un dragón—Creo que podemos estar de acuerdo con eso—

Al entregarle el vestido a Valka, Mérida sonrió mientras se acercaba a su madre y la abrazaba. —Gracias mamá—

—Bueno, vamos. Póntelo y veamos cómo encaja—

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