Fünfzehn

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Edward.

Ha pasado una semana y media desde la ultima vez que vi a Demian, desde que salió de mi cuarto no lo he visto y eso me estresa, me molesta el que ya se que quiero, quien soy y a quién quiero, me vale mierda quien se moleste, hablaré con mi papá y después con Demian.

—Papá—hablé con temor—Necesito contarte algo.

—Dime—Dejó su celular para prestarme atención.

Podría jurar que estaba temblando, creo que debí tomar unos tragos antes de enfrentarme a mi señor padre.

—No me digas que embarazaste a alguien, Edward—Dijo levantándose del sofá.

—¡No!—Me apresure a decir—Lo que tengo que decirte esta mucho más lejos de ese tema. Papá creo que soy gay—Solté sin más, mi padre estaba parado frente a mi, mirándome a los ojos fijamente.

—¿Crees?—Preguntó.

—Soy—Afirmé.

—Déjame decirte que lo vi venir, pero no tan pronto, lo bueno es que tengo lista mi respuesta—Habló mientras se acercaba a mi.

Yo callé, esperando su respuesta, que lo más seguro serían los golpes.

—Tienes dos opciones, Edward, no quiero llegar a los golpes hijo, por qué sé que eres inteligente y sabrás que escoger—Dijo.

Admito que tenía miedo, tal vez en esas opciones estaba el ir al psicólogo o al psiquiatra.

—Imagino por quien dices esto, ¿estas andando con un chico?—Preguntó con una pequeña sonrisa que no sabía que era falsa.

Con miedo asenti, aun que no estaba andando oficialmente con Demian, después de hablar con mi papá lo haría.

—Aquí te van las dos opciones—Hizo una pequeña pausa que pareció eterno—Si tanto quieres andar con ese chico, hazlo—Yo abrí los ojos de tal impresión, mi papá me estaba aceptando—Pero, olvidate de que vives aquí, de que soy tu padre y olvidate de tus estudios—Mierda—O puedes quedarte aquí, seguir tus estudios, pero olvidarte de ese niño, tú decides—Dijo antes de irse a su habitación, no sin darme una pequeña pero fuerte bofetada.

Me senté en el sofá pensando las opciones, ¿cual es mejor?

[...]

Demian.

Era media noche, mis padres y mi prima ya estaban acostados, yo por lo tanto estaba en la cocina tomando un vaso de agua, cuan el sonido de la puerta al ser tocada me sobresalta, con un poco de temor camino hacia la puerta, la abro un poco con miedo y la persona que esta detrás de esta ea nada más y nada menos que Edward.

—¿Qué haces aquí?—Soy el primero en hablar.

—Me sacaron de mi casa por que me gustas—Habló sin rodeos.

Me quedé congelado, creo que hasta se me olvido como respirar.

Después de unos minutos hablé.

—Pasa—Es lo único que dije y él obedeció—Todos en mi casa ya están descansado y aun que no te entienda, no soy mala persona, como para dejarte dormir en la calle.

—Gracias—Es lo único que dijo.

Sin más lo encamine a mi habitación y estando ahí Edward me explico todo.

—No pues que original tu declaración—Hablé con ironía.

—Gracias—Respondió, lo miré mal—No por eso, gracias por permitirme quedarme a dormir en tu casa, ¿No se molestaran tus padres?—Preguntó algo preocupado.

—Tranquilo, mañana les aviso—Le dediqué una sonrisa—Puedes quedarte en mi cama, dormiré abajo.

—¡No! Digo, es tu cama, yo debería dormir abajo—Dijo mientras se levantaba de la cama.

—Pero eres un invitado, y yo soy respetuoso—Le guiñé un ojo.

—¿Y si dormimos juntos?—Dijo con una sonrisa picara.

Solté una pequeña risa.

—¿Qué?—Pregunté.

Y si, dormimos en la misma cama.

Y si, dormimos en la misma cama

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Cariños, esto ya mero acaba 🤭

Te Amo Sin Importar Que °|YAOI|° [✔].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora