CRAZY FAMILY

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JUEVES, VEINTE DE JULIO DE DOS MIL DIECIOCHO

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JUEVES, VEINTE DE JULIO DE DOS MIL DIECIOCHO.

Anastasia suspiro nerviosa, por fin había llegado el día de viajar con Chris a México y no podía dejar de pensar en como su familia lo tomaría.

La última semana habían llegado a la casa de Chris donde ambos se quedaron, tal como lo planearon, después de sus fotos en el parque los rumores aumentaron y se encontraban en la boca de todos.

—Llegó el uber —la pelinegra bajo rápidamente—. Que guapa.

Stasie llevaba un vestido suelto color rosa pastel con estampados de flores que hacía juego con unas sandalias doradas, su cabello caía en ondas salvajes.

—Gracias —dejo un beso en su mejilla y jalo su maleta.

Los dos salieron a prisa de la casa del rubio y subieron al Uber.

—Señor, tenemos dos horas para llegar al aeropuerto, ¿podría por favor aumentar la velocidad? —el hombre asintió—. Gracias, que lindo.

Chris rió negando, su amiga era adorable cuando se desesperaba.

—Estaríamos a tiempo si tu no te hubieras tardado infiernos arreglándote —le reclamó.

—Perdón, pero esta belleza no se hace sola —se señalo a sí misma.

—Tu eres más bella al natural, Ana, te lo he dicho siempre —la nombrada miro a su amigo sonriente.

—Eres el mejor, ¿sabes? —paso su mano por el cuello del actor.

—Lo sé —beso su frente—. Oh, hemos llegado.

Rápidamente bajaron del automóvil y tomaron sus maletas.

—Rápido, rápido —caminaron a paso rápido a documentar su equipaje.

Gracias a sus boletos de primera clase abordaron sin hacer fila.

—Chris —lo llamo tomando su mano—. Debo contarte algo.

— ¿Qué pasa? —pregunto al verla tensa.

— ¿Conoces a ese tipo de familias donde todos están locos pero al final del día son familia y los amas? —Chris asintió, podía decir que su familia era así—. La mía no es así.

—Conozco a tus padres y a tus hermanas, Ana —le recordó divertido.

—Hablo de toda mi familia, Evans, toda —el rubio asintió.

—Muy bien, ya relájate —la tomó de las manos—. No pasara absolutamente nada malo, solo... serán unas vacaciones.

Stasie se recargo en su asiento respirando repetidas veces, asintió mirándolo nuevamente.

—Tienes razón —suspiró—. ¿Qué puede salir mal?

𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗔𝗟 𝗟𝗘𝗧𝗧𝗘𝗥𝗦 | 𝗖𝗘𝗩𝗔𝗡𝗦.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora