𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗔𝗟 𝗟𝗘𝗧𝗧𝗘𝗥𝗦 | 𝗖𝗘𝗩𝗔𝗡𝗦.

BACHELORETTE PARTY

(PORQUE SI TE GUSTA, ENTONCES DEBERÍAS PONERLE EL ANILLO.)

Stasie miro por el espejo que su vestido color rojo no tuviera ninguna arruga, su cabello estaba perfectamente alisado.

— ¿Tu vas a ir a la despedida de Luke? —inquirio sentándose delicadamente en la cama frente a el.

El rubio la miro fijamente, su maquillaje la hacía lucir más hermosa de lo que ya era y los labios color rojo lo hacían volverse loco.

—Chris —volvió a llamarlo nerviosa, la mirada de Chris siempre la ponía así.

El actor se impulsó sentándose frente a ella y la tomó de las mejillas juntando sus labios en un beso, la sentó en sus piernas alzando el vestido poco a poco.

— ¡Ana! —se separaron asustados al oír la puerta—. El automóvil llegó, debemos irnos.

— ¡Un segundo, Jas! —gritó.

Stasie dejo otro beso en los labios de Chris antes de tomar su bolso y salir a paso rápido de la suite.

— ¿Qué tienes? —preguntó Jas al verla tan agitada y con las mejillas rosas.

— ¿No lo ves? Estaba por tirarse a Chris y los interrumpimos —regaño Laura.

Jasmine miro a su hermana sorprendida—. L-lo siento.

—No digan nada —pidió subiendo al automóvil.

La puerta sonó por segunda vez esa noche, Chris se levantó para ver quien era.

—Christopher —Elliot, Sebastian y Luke yacían en el pasillo, el último con una sonrisa.

—Hola —se cruzó de brazos recargando su espalda en la pared.

— ¿Listo para la fiesta? —alzó las cejas el ojiverde.

Chris dirigió su mirada a Sebastian antes de asentir.

—Iré por mi chaqueta —Chris buscó entre las cosas su celular y tomo su chaqueta rezando para que todo saliera bien.

Regreso al trío de hombres que ya platicaban acerca del partido de soccer al que habían asistido.

—El lugar es increíble y lo rente solo para nosotros —Elliot paso sus manos por los hombros de Luke empujándolo.

Elliot miraba al bostoniano.

—Una cerveza para mi amigo —en un santiamén el barman ya le había entregado una botella.

Chris se dedicó a jugar billar junto a Sebastian.

— ¿Ya tuvieron sexo? —preguntó el rumano emocionado, quería ser el que diera la primicia a RDJ y los demás.

—Silencio —pidió—. Solo somos amigos, Sebs.

— ¡Por favor, Chris! —carcajeó—. Robert nos contó todo.

El rubio frunció el ceño.

—Todos podemos ver lo mucho que se gustan tu y Ana.

Chris rió pensativo—. Eres un idiota.

—Entonces —Stasie dejo su cosmopolitan antes de dirigir su mirada a sus primas—. ¿Tu y Chris Evans?

La británica asintió—. Llevamos once meses juntos.

— ¡Once meses! —exclamó sorprendida su madre.

—No estamos aquí para hablar de Chris y de mi, mamá —la chica rasco su brazo—. Es la despedida de Aurora.

—Todas queremos saber de su relación, hermanita.

Anastasia suspiró.

—Empezó en Atlanta, ambos vivíamos juntos mientras grabábamos Infinity War —explicó—. Un día estábamos de fiesta con el cast y Robert nos puso un reto, terminamos basándonos en el apartamento y decidimos darnos una oportunidad.

—El próximo año hay boda, no lo digo yo —Jasmine abrazó a su hermana—. Lo dice Nana Isabel.

La pelinegra fijo su vista en su abuelita, la mujer adulta parecía apunto de caer dormida con una botella de cerveza en su mano.

— ¡No pongan ebria a Nana Isabel! —regañó a Laura.

La mujer alzó las manos inocentemente.

—Mejor vamos a bailar —pidió Jasmine al oír la famosa canción de Rosalía con J Balvin.

Las cuatro bebieron sus shots antes de caminar a la pista.

—Atención, por favor —Elliot interrumpió la plática de los hombres—. Apaga la música.

Todos los presentes miraron al británico.

—Luke, querido hermano. Es hora de despedir tu soltería con estas increíbles mujeres —el color de las luces cambiaron a un rojo pasión conforme las mujeres empezaban a salir—. Disfrútalo.

El moreno aparto su vista apenado.

—No, no —sonrío incómodo a las mujeres que buscaban acercarse a el—. Por favor, no.

Chris dejo su botella en la barra antes de acercarse a el. Podía ver la incomodidad en Luke y el estaba dispuesto a ayudarlo.

—Jas le envió un mensaje a Sebastian —Luke espero atento—. Al parecer, ocupan nuestra presencia allá.

El moreno de ojos verdes fijo su vista en su amigo. El rubio estaba muy ocupado con tres bailarinas.

—Dudo que me vaya a extrañar —Luke llamo a su suegro—. Vámonos.

Los cuatro salieron del bar.

— ¡Luke!, ¡Oigan! —Elliot llegó hasta ellos—. ¿A dónde van?

—Con las chicas —explicó Sebastian—. ¿Vienes con nosotros?

— ¿Y las bailarinas? —inquirio confundido.

—Puedes terminar con ellas y después llegar con nosotros —aconsejó Chris—. Dudo que la fiesta termine temprano.

Luke asintió al bostoniano.

—Disfrútalas —Chris palmeó el hombro del británico antes de entrar al automóvil del patriarca Watson.

Elliot sonrió cínicamente mostrándole su dedo corazón, Chris respondió de igual.

—Adiós, idiota.