LIES.

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— ¡Ana! —Chris la tomo del brazo tan pronto la alcanzo—. Espérame por favor.

— ¿Por qué no me lo dijiste? —se soltó—. ¡Dejaste que me vieran la cara de idiota!

—Era un secreto que no me pertenecía, no podía decírtelo —explicó mirándola con preocupación.

—Sabes lo mucho que sufrí, lo mucho que lloré por personas que no valían la pena y aún así... —calló—. ¡Eres un mentiroso!

Chris la miro indignado—. Mira quien lo dice —bufó—. La reina de las mentiras.

—Eres un tonto mentiroso —sollozo.

— ¿Yo soy el mentiroso? ¿Estás segura? —la tomo de los hombros—. ¿Debo recordarte que todo esto paso por tu culpa?

— ¿Mi culpa? —lo miro, sus lágrimas caían rompiendo el corazón de Chris, no la quería ver así.

—Tu culpa, tu junto a RDJ y el niño hicieron todo esto —le recordó—. Yo ni siquiera quería venir aquí.

— ¿Y por qué aceptaste, entonces?

— ¡Porque soy un idiota que está totalmente enamorado de ti! —exclamo cansado—. Pero tu no me amas a mi, lo amas a el.

— ¡Cállate! No sabes nada de mis sentimientos —sollozo.

—No debería estar aquí —paso una mano por su cabello.

— ¿Y por qué sigues aquí? —Stasie se cruzó de brazos bajando la mirada.

Chris la miro unos segundos antes de caminar lejos de la pelinegra.

—Adiós, Stasie —la pelinegra cerró los ojos escuchándolo.

Cuando Chris estuvo lo suficientemente lejos de la chica esta se permitió tirarse a la arena a llorar sola hasta que anochecio.

—Ana —Danna se sentó alado de ella.

— ¿Qué quieres, Danna?, ¿burlarte de mi? —preguntó aún mirando el mar.

—Saber como estabas —dejo una manta azul en los hombros de la pelinegra.

—Me engañaron todos —su labio inferior tembló.

Danna la tomo de la mano por unos minutos que se convirtieron en horas.

—Vamos a casa, Ana —murmuró mirando la hora, doce de la mañana.

La pelinegra asintió levantándose de la arena con ayuda de su prima.

—Ana, estaba esperándote —lo primero que la pelinegra vio apenas entro a su habitación fue a Aurora sentada en la cama.

—No, no quiero verte —el maquillaje de la mayor estaba corrido, signo de que había llorado.

—Por favor perdóname —pidió llorando nuevamente.

—Jamás te perdonaré esto, Aurora —la miro—. Y no te preocupes, no le diré a Luke.

La mayor suspiró aliviada.

—Gracias.

—No le diré nada porque tu lo harás —Aurora la miro—. No merece lo que le  estas haciendo, el es un hombre bueno.

—Lo sé, y se lo contaré todo, lo prometo —asintió.

—Vete de mi habitación —pidió—. Mañana te vas a casar y yo voy a fingir que estoy feliz y orgullosa de ti pero hoy, te lo pido de favor, déjame sola con mi dolor.

Aurora la miró.

—Después de todo esto volveré a Estados Unidos y si Dios quiere, solo tendré que soportarte en fechas importantes —le importaba un bledo romperle el corazón a su hermana con sus palabras—. Acabaste con toda la confianza que te tenía, ya no eres nada para mi.

—Somos familia, Ana —le recordó con lágrimas.

—No parecía importate eso mientras te acostabas con Elliot —suspiró—. Que idiota soy.

—No puedes mandar todo lo nuestro a la borda por un hombre, no puedes —sollozo Aurora con miedo.

—Te equivocas, Aurora —limpió sus lágrimas—. Tu jamás me quisiste, me viste como una competencia y Elliot fue el premio para ti... tu eres mi idola, mi ejemplo a seguir mientras tu me humillaba y burlabas de mi.

Aurora cerró los ojos.

—Cuando Elliot rompió conmigo no dudaste en criticarme por eso, cuando acepte el papel que Marvel me ofreció tu fuiste la primera en decirme que no podría lograrlo —soltó con rabia—. Nuestra relación estaba rota y tu revolcón con Elliot fue la cereza en el pastel... ya no quiero tener nada que ver contigo.

Anastasia la empujo fuera de su habitación.

—Nunca fuiste mi hermana, Aurora —la mayor sollozaba pidiéndole perdón—. Podrás sobrevivir sin mí.

—Anastasia, no por favor —pidió con desesperación—. No me hagas esto.

Frank y Salma salieron de su habitación asustados, Jasmine y Sebastian igual.

— ¡Ana, no!

Y cerró la puerta.

𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗔𝗟 𝗟𝗘𝗧𝗧𝗘𝗥𝗦 | 𝗖𝗘𝗩𝗔𝗡𝗦.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora