𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗔𝗟 𝗟𝗘𝗧𝗧𝗘𝗥𝗦 | 𝗖𝗘𝗩𝗔𝗡𝗦.

DISASTER.

(PERO ENTONCES ALGO OCURRIO UNA NOCHE MAGICA... OLVIDÉ QUE TU EXISTÍAS.)

Stasie sonrió al sentir los labios de Chris en su mejilla.

—Buenos días —la actriz se volteó quedando frente a frente.

Lo abrazó pegándose más a el y volvió a cerrar sus ojos. Chris soltó una risa que hizo al corazón de Stasie palpitar más rápido.

—Lamento tener que hacer esto —la voz del actor en su oído hizo que su piel se erizara —. Pero hoy nos vamos a la isla.

—No quiero —lo abrazó nuevamente —. Me quiero quedar así por siempre.

Chris rió.

—Tu hermana vino hace unos minutos —ahí fue que se dio cuenta, Chris ya estaba vestido y ella llevaba una camiseta de el —. Eric preparo un desayuno y quiere que asistamos.

La pelinegra bufó —. Me iré a duchar.

—Perfecto —sonrió acariciando su mejilla.

En menos de una hora, ambos se encontraban en el elevador con sus maletas en la mano. Irían a desayunar con la familia de Stasie y después abordarían el el pequeño barco que los llevaría a la isla donde sería la boda de Aurora.

—Míralos —Eric saludo a la pareja—. Que bien se ven juntos.

—Los noto diferentes —la esposa de Eric frunció el ceño.

Y era verdad, ahora podía notar un brillo especial en los ojos de su nieta, ahora estaba totalmente enamorada de Chris.

—No pasa nada, abu —Stasie miro a Chris con una sonrisa.

Ambos tomaron asiento, frente a ellos Danna y Elliot los miraba confundido —. ¿Qué tienes? —preguntó a su ex novia.

—Que te importa.

—Chris y Ana tuvieron sexo —Laura alzó la copa que tenía en su mano —. Amén.

— ¿No es muy temprano para andar bebiendo, Lau? —alzó la ceja Stasie sonrojada.

—En algún lugar es la hora feliz —se encogió de hombros —. Deberías beber uno igual.

—No, gracias —sonrió.

Chris jugó con el cabello de Stasie dejándole una sonrisa en la cara.

— ¿Por qué eres tan hermosa? —murmuró el actor cerca de ella.

—Me da vergüenza —bajo la vista sonrojada.

Chris rió besando su sien.

— ¿Podemos empezar a comer? —Danna rodó los ojos.

La familia empezó a desayunar mientras mantenían una plática acerca de la política en México.

—Creo que todos sabíamos que en la mesa no se hablaba ni de religión ni de política —comentó Stasie mirando a dos de sus tíos levantarse de la mesa enojados, su padre la miro asintiendo.

—Solo fue un comentario acerca del presidente y su ignorancia —se encogió de hombros Eric.

—No puedes quejarte de López Obrador si apoyabas a Peña Nieto, papá —Salma rodó los ojos.

—Qué pena —menciono Laura al oír a su tía.

—México es un gran país que esta mal manejado, los líderes solo se preocupan por su bolsillo, no por los mexicanos —opinó Frank dándole un trago a su taza con té.

— ¡Gracias! —Vilma, prima de Stasie, aplaudió a Frank —. El parece entender la situación... y ni mexicano es.

— ¿De qué hablan? —preguntó Chris confundido.

—Política.

— ¿Por qué mejor no hablamos de Trump? —Chris miro a Eric, hasta parecía que el español había fluido por sus venas.

—Donald Trump es un payaso, no sabe manejar el país —habló Chris captando la atención de todos.

—El esta muy metido en la política —explicó Stasie.

Pronto Chris, Luke y la familia de Stasie mantuvieron una ardua plática que se vio interrumpida por un hombre.

—Don Eric —el patriarca miro al hombre —. Estamos listos para zarpar.

—En un segundo vamos —asintió—. Creo que es hora de irnos.

Algunos miembros de la familia se levantaron, otros estaban terminando su desayuno.

—Ven —Stasie jalo a Chris.

El actor abrazó a la pelinegra por la cintura mientras caminaban fuera del hotel.

— ¿Las maletas ya están arriba? —frunció el ceño la pelinegra.

—Sip.

Ambos subieron al barco donde se encontraron con Sebastian y Jasmine.

— ¿Dónde estaban? —preguntó Stasie.

—Se fueron muy temprano del desayuno —alzó la ceja Chris mirando a su amigo.

Tanto Sebastian como Jasmine se miraron sonrojados.

—Vamos por una cerveza —los cuatro caminaron al mini bar que había ahí.

—Elliot te está mirando mucho —explicó Jas sentada junto a su hermana.

—Lo sé —rodó los ojos.

Aurora se acercó a Chris.

—Hola —saludó apenada.

—Aurora —bebió de su cerveza.

La futura novia miro a los lados buscando a alguien, el barco llevaba una hora que había zarpado y estaban prontos a llegar a la isla de la familia Méndez.

—Quería agradecerte por guardar el secreto, no muchas personas lo harían.

—No te preocupes, ese tema es algo que tu debes hablarlo con Ana —Sebastian salió del baño.

—Gracias, nuevamente.

La chica se alejo.

— ¿Qué paso aquí? —preguntó el rumano tomándo su cerveza —. Tu cara cambió totalmente.

—Me entere de un secreto del que no debía enterarme.

— ¿Quieres contarme? —frunció las cejas.

—No, créeme que no querrás saberlo.

— ¿Tan malo es? —bebió su cerveza.

Miro a su novia, platicaba atentamente con Jasmine y suspiró.

—Creo que podría acabar con un gran desastre y muchos corazones rotos.